Estados Unidos no fue informado con antelación del ataque israelí contra el cuartel general de Hezbolá en Beirut, en el que murió el líder del grupo militante respaldado por Irán, según afirmaron el presidente estadounidense, Joe Biden, y otros funcionarios, lo que plantea nuevas dudas sobre la capacidad de Washington para influir en su estrecho aliado.
Biden dijo el viernes que Estados Unidos no tuvo conocimiento previo ni participó en el ataque aéreo israelí en el que murió el líder de Hezbolá, Sayed Hasán Nasralá. El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, también aseguró que no tuvo ningún aviso, pero que habló con su homólogo israelí cuando la operación ya estaba en marcha.
“No tuvimos ningún aviso previo. Mi llamada con el ministro (Yoav) Gallant tuvo lugar cuando la operación ya estaba en marcha”, declaró Austin a la prensa al aterrizar en la Base Conjunta Andrews, a las afueras de Washington, tras un viaje a Londres.
La muerte de Nasralá podría tener implicaciones de gran alcance para Oriente Medio, ya que Israel está pasando de una guerra de casi un año contra el grupo militante Hamás en Gaza a las operaciones contra Hezbolá, entre temores de que los ataques en Líbano desencadenen una guerra más amplia que atraiga a Irán.
Un funcionario de la Casa Blanca, que habló bajo condición de respetar su anonimato, indicó que no está claro cómo evolucionará la situación.
“Obviamente, estamos trabajando en ello. Y, ya sabes, no está claro exactamente hacia dónde irán las cosas a partir de ahora”, señaló.
El gobierno de Joe Biden ha luchado durante el último año para equilibrar el derecho de Israel a la autodefensa con la necesidad de contener las bajas civiles y evitar una espiral hacia un conflicto más amplio en Oriente Medio.