Estados Unidos entregó 29.000 permisos humanitarios de viaje a ciudadanos cubanos a partir de patrocinadores desde que se inició una nueva política en enero que autorizó el uso de este mecanismo para intentar poner orden en el flujo migratorio de personas provenientes de la isla y tras meses con llegadas récords de cubanos a la frontera norte de México.
“Hemos hecho muchos progresos en las últimas semanas y últimos meses para lidiar con el reto de migración que estamos viendo en nuestra frontera”, expresó el subsecretario interino de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Blas Nuñez-Neto, durante una video conferencia enfocada a la situación migratoria de los cubanos.
“Pero también reconocemos que es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas o predecir qué va a pasar en las semanas que vienen”, indicó.
El funcionario señaló también que en las próximas semanas se darán a conocer nuevas disposiciones para la reunificación familiar, un proceso muy atrasado para los ciudadanos de la isla luego de casi cuatro años de servicios consulares semi paralizados y que recién comenzaron a normalizarse en meses recientes en medio de un incremento de las tensiones políticas entre Cuba y Estados Unidos.
Núñez-Neto indicó que de manera global hubo una desaceleración de la cantidad de personas encontradas en la frontera con México desde la eliminación del título 42 el 12 de mayo y tras endurecerse las condiciones de ingreso y las sanciones para quienes pretendan cruzar de manera ilegal.
La reducción en general alcanzaría el 70% y se pasó de 11.000 personas diarias de encuentros con inmigrantes a unos 4.000, detalló el funcionario estadounidense.
El 5 de enero las autoridades estadounidenses pusieron en marcha un programa llamado popularmente “de parole” de permisos de viaje para los ciudadanos venezolanos, nicaragüenses, haitianos y cubanos en el que debían aplicar antes de llegar a la frontera sur y por el cual una persona en Estados Unidos patrocinaba al migrante lo cual se traducía en autorización de trabajo por dos años. En ese momento se les asignó 30.000 visas mensuales sin especificar cantidad por país.
Hasta la implementación de esta política los cubanos llegaban al límite con México -en muchos casos luego de haber realizado una peligrosa travesía desde Nicaragua a donde llegaban sin necesidad de visa- y se les permitía el acceso a territorio estadounidense. Su situación solía normalizarse un año después cuando se acogían a la Ley de Ajuste, una norma de los años 60 que le otorga beneficios como refugiados políticos.
Ahora en caso de tratar de ingresar sin permiso precalificado, los cubanos pueden ser deportados de manera inmediata.
Igualmente al pasar un año en Estados Unidos con estos “parole”, los cubanos pueden solicitar su residencia gracias a la Ley de Ajuste, una oportunidad que no tienen los de las otras nacionalidades.
Según estadísticas de las autoridades fronterizas de Estados Unidos, en el año fiscal 2021-2022 -que arrancó en octubre del 2021 y finalizó en septiembre 2022- los oficiales tuvieron en la frontera con México una cifra récord de 224.000 encuentros con migrantes cubanos. En octubre de 2022 fueron 29.878; en noviembre, 35.881 y en diciembre, 44.064.
La Guardia Costera interceptó, además, a 6.182 cubanos tratando de llegar por vía marítima en el mismo año fiscal de referencia, a los que se sumaron 4.795 en los siguientes tres meses.
La migración récord coincidió con la agudización de una crisis económica en la isla y desabastecimiento de productos básicos, de la mano de un endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos.
“Sabemos muy bien que las condiciones que provocan la migración histórica que estamos viendo, no sólo en nuestras fronteras, sino en toda el hemisferio occidental prevalecen y que los coyotes y traficantes continuarán haciendo correr rumores para atraer a los migrantes”, expresó Nuñez-Neto.