El Gobierno de Estados Unidos hizo el martes un llamado a las autoridades cubanas para que liberen a los condenados por participar en la protesta antigubernamental del 11 de julio de 2021, después de ser acusados de atentar contra el orden constitucional y la estabilidad del país.
El secretario del Departamento de Estado estadounidense, Antony Blinken, reiteró su petición a la “liberación inmediata de los presos políticos injustamente detenidos” y ha instado a la comunidad internacional a que se una para exigir al régimen cubano que libere “a los cientos de estudiantes, periodistas, artistas, jóvenes y otras personas injustamente encarceladas”.
“Hoy se cumplen dos años desde que decenas de miles de cubanos de toda la isla alzaran su voz por sus libertades fundamentales”, manifestó el secretario de Estado, que ha remarcado que Washington “se solidariza con aquellos que en Cuba que siguen deseando una democracia libre y donde sus voces sean escuchadas”.
Asimismo, aseveró que “el mundo no olvidará a quienes valientemente han hecho oír su voz frente a la represión extrema, incluidas las más de 700 personas que permanecen en las cárceles cubanas condenadas a penas de prisión de hasta 25 años por ejercer sus libertades de expresión y reunión pacífica”.
Por otro lado, Blinken recordó que el Gobierno estadounidense ha impuesto varias rondas de sanciones y restricciones de visado dirigidas a individuos y entidades implicadas en abusos contra los Derechos Humanos, incluido el trato a los manifestantes del 11 de julio.
En julio de 2021 miles de personas salieron a la calle en Cuba en una ola de protestas antigubernamentales en las que los asistentes exigían una mayor estabilidad económica y una mejor asistencia sanitaria. Esta primera manifestación masiva en décadas se saldó con más de un millar de detenidos y cientos de imputados, que llevó a la imposición de sentencias por delitos como sedición, sabotaje y robo con fuerza, que han sido condenadas por la comunidad internacional por considerarlas un intento de acallar a las voces disidentes.
El principal detonante de las marchas que tuvieron lugar entre la capital, La Habana, y Santiago de Cuba, fue la falta de recursos para hacer frente a la pandemia de coronavirus. Entonces, los manifestantes pedían más vacunas al Gobierno y hacían un llamado contra la represión y la censura. El Gobierno del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, pidió entonces a sus seguidores que salieran a las calles a responder a los manifestantes alegando que muchos estaban “confundidos” y señaló a Estados Unidos como el responsable de impulsar las protestas.
La ONG Prisoners Defenders ha publicado este año un nuevo informe que cifra en 1.047 los prisioneros políticos en Cuba, incluidos 35 menores (31 niños y 4 niñas). Además, ha denunciado que las mujeres trans en prisión están encarceladas entre hombres y que 209 de los 211 acusados de sedición han sido sentenciados a 10 años de prisión en promedio.