El portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby, pidió a Rusia que responda “al mundo” sobre “lo que están haciendo, con qué fuerzas, con qué capacidades y cuáles son sus intenciones” en el este de Ucrania, donde la “concentración militar solo causa inestabilidad y más inseguridad”.
Los funcionarios de la Casa Blanca clasificaron el “crecimiento militar” ruso en la región de Crimea y a lo largo de la frontera de Rusia con Ucrania como “el más grande desde 2014”.
Kirby aseguró que no cree que los rusos “hayan sido totalmente transparentes sobre lo que están haciendo”.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, conversó este viernes con sus homólogos francés y alemán sobre la “importancia de apoyar a Ucrania contra las provocaciones unilaterales rusas a lo largo de la ‘línea de contacto’ en el este del país”.
En su llamada con el alemán Heiko Maas y el francés Jean-Yves Le Drian, Blinken enfatizó en la “necesidad de que Rusia cese de inmediato su acumulación militar y su retórica incendiaria”.
Asimismo, el secretario de Estado hizo hincapié en poner fin a la concentración militar rusa en la zona, confirmando su apoyo “inquebrantable a la soberanía e integridad de Ucrania”.
El crítico escenario de la frontera
Las autoridades ucranianas criticaron durante los últimos días a Rusia por el despliegue de militares en una zona cercana a la frontera común, lo que fue rechazado desde Moscú, que argumenta que puede trasladar a sus militares por su territorio sin restricciones.
En la zona, los conflictos se han mantenido desde hace años por las tensiones entre Ucrania y Rusia. En el caso de Crimea, Rusia se anexionó este territorio durante el conflicto con Ucrania de 2014, antes de que la población decidiera su incorporación en un referéndum.
Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, sin embargo no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia. Las hostilidades han dejado hasta la fecha al menos 13.000 muertos, según estimaciones de la ONU.