El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos reanudó este viernes los vuelos de expulsión acelerada para familias de inmigrantes que accedieron al país de forma ilegal a través de la frontera sur con México.

“Se han reanudado hoy los vuelos de expulsión acelerada para ciertas familias que llegaron recientemente a la frontera sur, no pueden ser expulsadas bajo el Título 42 y no tiene una base legal para permanecer en Estados Unidos”, señaló el organismo en un comunicado.

Aunque las autoridades estadounidenses han afirmado que “el asilo y otras vías de migración legal deben estar fácilmente disponibles para quien las necesite”, han remarcado que “aquellos que no busquen protección o que no califiquen, serán devueltos de inmediatos a su país de origen”.

De este modo, las familias detenidas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza han sido trasladadas, a través de operaciones aéreas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, a sus países de origen, especialmente Guatemala, El Salvador y Honduras.

“El proceso de expulsión acelerada es un medio legal para administrar de manera segura nuestra frontera, y es un paso hacia nuestro objetivo más amplio de lograr un procesamiento de inmigración seguro y ordenado”, han defendido desde el Departamento de Seguridad Nacional, ya que, con este proceso, se está “dejando en claro” que aquellos que no cumplan los requisitos para permanecer en Estados Unidos, “serán deportados de inmediato”.

Finalmente, el Departamento ha recordado que la administración del presidente, Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris, trabaja con el fin de “gestionar la migración segura, ordenada y humana en América del Norte y Central”

“La migración irregular a Estados Unidos es peligrosa y puede tener consecuencias migratorias a largo plazo. El viaje es especialmente peligroso para las familias y los niños, incluidos los adolescentes”, puntualizaron a modo de aviso desde el Gobierno estadounidense.