Estados Unidos se mostró este jueves partidario de valorar una “pausa humanitaria” en la Franja de Gaza para permitir la entrada de ayuda humanitaria en el marco de los enfrentamientos que estallaron el pasado 7 de octubre entre Israel y Hamas.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, explicó que “es una idea que vale la pena explorar” y que equivale a una solución “temporal, localizada y específica en el campo de batalla para que la asistencia humanitaria llegue a las personas que lo necesitan”.

Sus declaraciones se producen después de que los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete de la Unión Europea hayan acordado este mismo jueves pedir “pausas y corredores humanitarios” a Israel y Hamas, así como apoyar la celebración de una conferencia de paz “pronto”, como reclamaba el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

La necesidad de decantarse por el alto el fuego o una pausa humanitaria ha dividido a la comunidad internacional, con países en contra de la primera opción, como Estados Unidos y Reino Unido, y otros que apoyan el cese de las hostilidades, fundamentalmente los países árabes.

El manual de la ONU sobre mediación describe que “no existe una definición única y universalmente aceptada” con respecto a lo que es un alto el fuego, si bien normalmente incluye “un acuerdo formal y escrito” en el que se expone su objetivo, se define su área geográfica de aplicación así como la fecha de entrada en vigor y su duración. Además, suele recoger “las actividades militares y no militares permitidas y prohibidas” y también cómo se va a monitorizar y verificar su cumplimiento.