Los gobiernos de Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido han pedido este jueves colaboración “urgente” a las comunidades locales de Kosovo para conseguir una “solución política”, después de que las elecciones locales se celebraran bajo el boicot completo de los serbios en un nuevo episodio del repunte de tensión que domina el territorio desde hace aproximadamente un año y medio.

“Hacemos un llamado a todos los actores para que colaboren urgentemente entre todas las partes interesadas, incluidas las comunidades locales, hacia una solución que proporcione una democracia representativa participativa sostenible en estos municipios”, reza un comunicado conjunto.

En este sentido, estos países han remarcado que “no debe haber acciones ni iniciativas -incluidas las de los alcaldes y asambleas municipales recién elegidos- que no estén al servicio de la población o que puedan aumentar las tensiones”.

“Todas las partes deben abstenerse del uso de la fuerza o de acciones que exacerben las tensiones o fomenten el conflicto”, han señalado, agregando que apoyan el diálogo facilitado por la Unión Europea para normalizar las relaciones entre Kosovo y Serbia.

Los países firmantes han hecho referencia a las elecciones celebradas el 23 de abril en el norte de Kosovo, en las que se votaba a cuatro alcaldías y dos asambleas municipales. “Tras el boicot de una parte significativa de la comunidad serbia, los resultados no suponen una solución política a largo plazo para estos municipios”, han lamentado.

Solamente un 3,4 por ciento de la población depositó su voto en las elecciones locales de municipios de mayoría serbokosovar, cuya población y su partido insignia, Lista Serbia, boicotearon de manera abrumadora. Los responsables electorales de Serbia y Kosovo coincidieron en sus cifras de participación al declarar solamente 1.557 papeletas depositadas.

Las elecciones tuvieron lugar precisamente por el vacío institucional dejado por los alcaldes serbokosovares que renunciaron a sus cargos para denunciar una campaña de hostigamiento por parte del Gobierno de Kosovo, representativo de la población albanokosovar. Esta renuncia no fue sino un episodio más de la crisis que estalló en septiembre de 2021 entre Serbia y Kosovo sobre las competencias de la matriculación de los vehículos y que fue agravándose con el paso de las semanas.

El norte de Kosovo se convirtió así en escenario de ataques a patrullas de la misión de la UE, detenciones de ex policías serbokosovares y, en el apogeo de las hostilidades a finales del año pasado, el levantamiento de barricadas por parte de la población serbokosovar.

Esta maniobra llevó a Kosovo a desplegar sus fuerzas en la frontera norte, decisión respondida por Belgrado con una iniciativa prácticamente inaudita: una solicitud a la OTAN para desplegar al Ejército serbio en la zona, que nunca terminó de fructificar.

EUROPAPRESS