El Ejército de Israel ha matado este viernes a tres periodistas en un bombardeo contra el edificio en el que se estaban alojando en la ciudad de Hasbaya, en el sureste de Líbano, en el marco de los bombardeos contra el partido-milicia chií libanés Hezbolá.
La cadena de televisión Al Manar, vinculada al grupo, ha confirmado el fallecimiento de uno de sus fotógrafos, identificado como Wisam Qasim. Por su parte, la cadena de televisión Al Mayadeen ha anunciado la muerte del fotógrafo Ghassan Nayar y del técnico Muhamad Reda.
El presidente de la junta directiva de Al Mayadeen, Ghassan bin Yido, ha señalado que Israel es “plenamente responsable de este crimen de guerra en el que han sido atacados varios equipos de periodistas”, incluido el de su medio de comunicación, y ha agregado que el Ejército israelí “se deleita en matar”.
Tal y como ha sostenido, entre los objetivos de Israel se encuentran periodistas que “han expuesto sus crímenes y, por lo tanto, los odia con sadismo y placer”. Además, ha agregado que el ataque contra la residencia de los periodistas ha sido deliberado.
El ataque ha tenido lugar sin que se anunciaran órdenes de evacuación en la zona por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). En la víspera, la sede en Beirut de Al Mayadeen fue bombardeada, si bien esa oficina había sido desalojada semanas antes.
Las FDI recientemente identificaron a varios periodistas de la cadena panárabe de noticias Al Yazira como presuntos “terroristas” del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) y de Yihad Islámica. Militares israelíes han llegado a ingresar en las oficinas de la cadena en los territorios palestinos y han incautado material periodístico.