El Ejército israelí está contemplando pasar a su tercera fase de la guerra en Gaza, que podría extenderse por al menos seis meses, para lo cual anunció que comenzaría a retirar miles de tropas desde el enclave palestino de manera temporal para que se preparen para los combates que se avecinan.
Desde el ataque de Hamas el 7 de octubre contra Israel, en el que el grupo militante mató a 1.140 personas y tomó hasta otras 250 como rehenes, los funcionarios israelíes han dicho que planeaban llevar adelante la guerra en tres etapas. La primera fue un intenso bombardeo para despejar las rutas de acceso de las fuerzas terrestres con el llamado a los civiles a evacuar; la segunda fue la invasión que comenzó el 27 de octubre.
La respuesta de Israel ha provocado la muerte a más de 21.978 personas en Gaza, de las cuales el 70% son niños y mujeres, según la ONU. El organismo señaló que al menos 56.165 palestinos han resultado heridos y muchas personas se encuentran desaparecidas, presumiblemente enterradas bajo los escombros.
Un funcionario israelí dijo a Reuters que el ejército ahora estaba pasando a la tercera etapa, ya que los tanques y soldados israelíes han invadido gran parte de la Franja de Gaza. “Esto llevará al menos seis meses e implicará intensas misiones de limpieza contra los terroristas. Nadie habla de palomas de la paz que vuelan desde Shajaia”, dijo el funcionario, refiriéndose a un distrito de Gaza devastado por los combates.
Por su parte, la Agencia France-Presse (AFP) citó al portavoz militar del país Daniel Hagari quien señaló que el conflicto no llegará a su fin este año y que algunos de los 300.000 reservistas del ejército tendrán un descanso, pero sólo para prepararse para los “combates prolongados” que se avecinan. Se trata de la mayor retirada desde que comenzó la guerra.
El ejército “debe planificar con antelación, entendiendo que durante este año se nos requerirán tareas y guerras adicionales”, dijo Hagari a la agencia.
Así, los reservistas de al menos dos brigadas serán enviados a casa esta semana, dijo el ejército israelí en un comunicado, y tres brigadas serán llevadas de regreso para recibir entrenamiento.
“Se espera que esta medida alivie significativamente las cargas económicas y les permita reunir fuerzas para las próximas actividades del próximo año”, dijo el ejército israelí.
Según el diario The New York Times, se prevé que el Secretario de Estado Antony J. Blinken regrese a Israel a principios de enero para continuar con las conversaciones sobre la guerra, después de haberse reunido con un alto asesor de Netanyahu en Washington la semana pasada junto con Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional. Los tres discutieron pasar a una fase diferente de la guerra para “maximizar el enfoque en objetivos de alto valor de Hamas”, dijo un funcionario de la Casa Blanca.
Cuando Israel lanzó la guerra contra Hamas, autorizó la movilización de más de 350.000 reservistas y ese llamado “se sumó a la carga económica que enfrentan cientos de miles de israelíes que huyeron de sus hogares en las fronteras de Israel después de los ataques”, dijo el diario. En este contexto se espera –indicó el diario- que la economía israelí se contraiga un 2% este trimestre, según las proyecciones del Centro Taub de Estudios de Política Social, un grupo de expertos no partidista en Israel , ya que muchos abandonaron la fuerza laboral para realizar tareas de reserva o abandonaron negocios en sus ciudades de origen. En este sentido, el banco central de Israel bajó su tasa de referencia en un cuarto de punto, del 4,75% al 4,50%, por primera vez en cuatro años.
Si bien los líderes israelíes han seguido diciéndole al público que espere una larga campaña militar, algunos críticos han expresado escepticismo sobre si el objetivo de eliminar a Hamas es finalmente factible, sostuvo el periódico.
Los funcionarios israelíes han dicho que tienen la intención de hacer la transición a una nueva etapa de la guerra, en la que se producirían más ataques dirigidos contra Hamas en lugar de la invasión terrestre total que se ga visto hasta ahora.
Un funcionario israelí dijo a Reuters que algunas de las tropas retiradas de Gaza en el sur estarían preparadas para rotar a la frontera norte con Líbano, donde militantes de Hizbulá han estado intercambiando disparos con Israel en solidaridad con los palestinos. Israel les ha advertido que si no da marcha atrás se avecina una guerra total en el Líbano.
“No se permitirá que continúe la situación en el frente libanés. Este próximo semestre es un momento crítico”, afirmó el funcionario.
Los combates continuaron durante la noche del lunes. Poco después de la medianoche, justo después de que israelíes y palestinos celebraran el Año Nuevo, Hamas asumió la responsabilidad de un lanzamiento de cohetes desde Gaza, los que hicieron que decenas de personas huyeran a refugios antiaéreos en el centro de Israel.
Las tropas israelíes también atacaron objetivos en el norte y centro de Gaza, dijo el lunes el ejército israelí, afirmando que eliminaron a un comandante militante de Hamas. No hubo confirmación inmediata por parte del grupo.
Retiro de tanques
La magnitud del sufrimiento en Gaza, donde el bombardeo ha obligado a casi todos los habitantes a abandonar sus hogares, ha llevado a los aliados occidentales de Israel, incluido Estados Unidos, a instarlo a reducir su ofensiva. De hecho, un reporte de Naciones Unidas dado a conocer el sábado reveló que la población del enclave enfrenta una “hambruna catastrófica” hasta el punto de que el 40% está en riesgo de caer en la hambruna.
“Cada día es una lucha por la supervivencia, por conseguir alimentos y agua”, destacó la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Medio Oriente (UNRWA), que pide “suministros regulares y seguros y acceso humanitario sostenido a la Franja de Gaza”, incluido el norte del enclave.
“Mi deseo para 2024 es no morir... Nuestra infancia se ha ido. No hay baño, ni comida ni agua. Sólo tiendas de campaña. No hay ningún lugar seguro. No hay nada. Nuestro deseo es volver a nuestras casas y acabar con esto”, dijo a Reuters Layan Harara, de 11 años, en Rafah, Gaza.
Los residentes del distrito Sheikh Radwan en la ciudad de Gaza, en la parte norte del enclave en el que se centró primero la ofensiva israelí, dijeron que los tanques se habían retirado después de lo que describieron como los 10 días de guerra más intensos desde que comenzó el conflicto.
“Los tanques estaban muy cerca. Podíamos verlos fuera de las casas. No podíamos salir a llenar agua”, indicó a Reuters Nasser, padre de siete hijos que vive en Sheikh Radwan y que no reveló su apellido por temor a represalias israelíes.
Los tanques también se retiraron del distrito de al-Mina de la ciudad de Gaza y de partes del distrito de Tel al-Hawa, aunque conservaron algunas posiciones en el suburbio que controla la principal carretera costera del enclave, dijeron los residentes a la agencia.
Sin embargo, los tanques permanecían en otras partes del norte de Gaza y funcionarios de salud dijeron que algunas personas que intentaban regresar a sus hogares en un distrito del sur de la ciudad de Gaza habían muerto por fuego israelí el domingo.
Los combates en las partes centrales del enclave continuaron sin cesar el lunes, dijeron los residentes allí, con tanques avanzando hacia al-Bureij y ataques aéreos contra al-Nusseirat, al-Maghazi y la ciudad sureña de Khan Younis. Los ataques contra Al Maghazi mataron al menos a 10 personas el lunes por la mañana, dijeron funcionarios de salud.