Las fuerzas israelíes hallaron lo que consideran el mayor centro de producción de armas descubierto hasta la fecha en Gaza, con talleres subterráneos que, según afirmaron, se utilizaban para fabricar misiles de largo alcance capaces de alcanzar objetivos en el norte del Estado judío.
Los militares afirmaron que, además de misiles, en los talleres se fabricaban copias o adaptaciones de municiones estándar, como granadas de mortero, y que se conectaban mediante pozos subterráneos a una red de túneles utilizada para transportar las armas a las unidades de combate de toda la Franja de Gaza.
Este lunes, el Ejército israelí condujo a un grupo de periodistas a visitar el lugar en la zona de Bureij, en el centro del estrecho enclave costero, asolado por semanas de bombardeos y combates terrestres.
En un taller subterráneo se apilaban tubos y componentes metálicos, así como casquillos de proyectiles, mientras que en otra área se podían ver largas estanterías metálicas que contenían misiles, y un ascensor que descendía hasta el túnel.
“Desde el ascensor, contienen los cohetes en un lugar que es seguro y luego se baja a otras zonas dentro del sistema de túneles”, dijo el portavoz militar jefe, contralmirante Daniel Hagari. “En un lugar se fabrican los cohetes y en otro se lanzan”.
El sitio fue el último de una serie de extensas instalaciones de túneles capturadas por el Ejército desde la invasión de Gaza, iniciada tras el ataque del 7 de octubre de Hamás contra el sur de Israel.
Las autoridades israelíes sostienen que Hamas sitúa infraestructura militar, incluidos túneles, en zonas civiles para dificultar sus ataques, acciones que el grupo niega, acusando que Israel ataca objetivos civiles indiscriminadamente.
Más de 22.000 palestinos han muerto en la operación israelí, según las autoridades sanitarias palestinas, y la mayoría de los 2,3 millones de habitantes de la Franja de Gaza han tenido que huir de sus hogares a una pequeña zona del sur.
Israel lanzó su mayor operación en Gaza tras el ataque perpetrado el 7 de octubre por hombres armados de Hamas, que causaron la muerte de más de 1.200 personas en el sur de su territorio y capturaron a unas 240 como rehenes, según recuentos israelíes.