La entrada del Ejército israelí a Rafah, la última ciudad en el sur de la Franja de Gaza, ha sido ampliamente rechazada por la comunidad internacional, pero también por parte de la sociedad del mismo país. Miles de israelíes de distintas ciudades tomaron parte en manifestaciones llamando a que el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu aceptara el alto el fuego mediado por Egipto y Qatar, luego de la respuesta positiva de Hamas respecto a la propuesta.
Los manifestantes se instalaron cerca de los cuarteles generales de las Fuerzas de Defensa en Tel Aviv, pero también en Jerusalén, en la residencia de Netanyahu, con un gran cartel con el lema “La sangre está en tus manos”. Esto, en medio de la preocupación que causa la última etapa de la campaña en Gaza: la ofensiva en Rafah y el “corredor Filadelfia”.
Las protestas se producen justo cuando las divisiones en el gabinete de guerra de Netanyahu parecen ampliarse, y el primer ministro buscaba mantener unida su fragmentada coalición de gobierno. Las manifestaciones más grandes tuvieron lugar en la autopista Ayalon, en el centro de Tel Aviv: un foco frecuente de protestas, donde la policía desalojó dos veces a personas que tocaban tambores, portaban carteles y gritaban consignas. “Bibi está abandonando a los rehenes”, gritaron algunos de los manifestantes.
En Gaza, mientras tanto, la campaña militar avanza, y el Ejército israelí anunció que ya tiene el control del lado palestino del paso fronterizo de Rafah. Según la institución, se trata de una operación dirigida contra milicianos de Hamas, en la que ya han muerto más de 20 personas.
Según el comunicado del Ejército israelí relativo a la ofensiva, aviones militares “atacaron y destruyeron objetivos terroristas de Hamas, incluidos edificios militares, infraestructuras subterráneas y otras infraestructuras terroristas desde las que Hamas operaba en la zona de Rafah; hasta ahora, aproximadamente 20 terroristas han sido asesinados”.
La ofensiva tuvo lugar durante la noche, luego de ordenar a los residentes del este de Rafah una evacuación inmediata en la mañana del lunes. El paso de Rafah tiene una importancia estratégica vital: es el único punto que conecta con Egipto, y a través del cual llega la ayuda humanitaria. Además, solo por ahí han podido salir civiles palestinos desde el 7 de octubre.
En medio de este ataque, se supo de la muerte de un rehén israelí de 70 años, que falleció a causa de las heridas provocadas por un bombardeo israelí, anunció un portavoz de Hamas a Reuters. Hasta el momento, el nombre de la víctima no ha sido publicado.
Las imágenes publicadas por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) mostraban tanques con grandes banderas israelíes atravesando el paso y aplastando un cartel de hormigón que decía “Amo Gaza”, según consigna el diario The Guardian.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, dijo que la ofensiva continuaría hasta que las fuerzas de Hamas en Rafah “y toda la Franja de Gaza” fueran “eliminadas” o la organización militante islamista comience a liberar rehenes. Un portavoz del gobierno describió la primera etapa de un esfuerzo más amplio dirigido a Hamas.
El Ministerio de Salud de Gaza informó que los ataques israelíes en todo el territorio habían matado a 54 palestinos e herido a otros 96 en las últimas 24 horas.
Mientras la guerra avanza en Gaza, la diplomacia se estanca en Egipto, donde Israel había enviado a una delegación para negociar. Esto, después de que el grupo islamista anunciara haber aceptado una propuesta de cese el fuego diseñada por Egipto y Qatar, conocida como una “propuesta en tres fases”. Rápidamente, Israel señaló que, en los términos actuales, es un acuerdo “inaceptable”.
A Reuters, un funcionario israelí aseguró que la propuesta que venía de aceptar Hamas partía, en efecto, de una propuesta israelí hecha el 27 de abril, pero “estirada hasta extremos inaceptables”. “Esta delegación está compuesta por enviados de nivel medio. Si hubiese una posibilidad real de acuerdo a la vista, encabezarían la delegación los dirigentes”, señaló el funcionario.
Entre los detalles de este trato, en la primera fase Hamas se comprometería a liberar a 33 rehenes israelíes, en una tregua que duraría 42 días. De momento, se cree que hay 128 rehenes en las manos de Hamas actualmente, no estando todos ellos vivos.
A pesar de que Israel haya enviado una delegación a El Cairo, dentro de su propio gobierno ven con malos ojos tal acción: el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, aseguró que ha sido un error enviar ese equipo de negociación. En un comunicado aseguro: “Es un error y cae en la trampa manipuladora que han puesto Hamas y Qatar junto a Egipto. Este es el momento de presionar más y más en el cuello de Yahya Sinwar y Hamas, hasta que estén destruidos”.
“No debemos ceder frente a la presión internacional, y no debemos parar hasta la victoria y la sumisión del enemigo. Esta es nuestra guerra de independencia y debemos ganarla”, indicó el ministro, perteneciente a la sección más radical de extrema derecha del gobierno de coalición de Netanyahu.
Desde la ONU, el secretario general, António Guterres, llamó a Israel a “detener cualquier escalada y participar constructivamente en las conversaciones diplomáticas en curso. Un asalto a Rafah sería un error estratégico, una calamidad política y una pesadilla humanitaria”, advirtió.
En un paso inusual, el líder chino Xi Jinping lanzó un comunicado adjunto con el presidente francés, Emmanuel Macron, pidiendo a Israel no avanzar en Rafah. El raro momento de coincidencia chino-europea sería parte de un esfuerzo de Beijing por dejar su huella en una región en la que tiene profundos intereses económicos, pero amarres diplomáticos más superficiales.
Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, fue uno de los primeros líderes mundiales en pedir que Israel aceptara el alto el fuego. Hablando después de una reunión de gabinete el lunes por la noche, instó a los países occidentales a aumentar la presión sobre los líderes de Israel para que acepten: “Acogemos con satisfacción la declaración de Hamas de que aceptaron el alto el fuego con nuestra sugerencia. Ahora Israel debe dar el mismo paso”.