Las negociaciones entre Reino Unido y la Unión Europea (UE) para lograr un acuerdo comercial se encuentran en un punto candente. Un día después de que ambas partes anunciaran que el domingo era el plazo máximo para conseguir un entendimiento sobre la futura relación, el primer ministro británico, Boris Johnson, advirtió que el “acuerdo del Brexit que está sobre la mesa en este momento no es el adecuado para Reino Unido”, y que existe “una gran posibilidad” de que no haya acuerdo.
El premier encabezó ayer una reunión adicional de gabinete y, tras este encuentro, señaló: “Me dijeron que esto era un poco como lo que ocurre con los gemelos. Reino Unido es un gemelo, la Unión Europea es otro y si la UE decide cortarse el pelo, Reino Unido se cortará el pelo o se enfrentará a un castigo. O si la UE decide comprar un bolso caro, Reino Unido también tiene que comprar un bolso caro o, de lo contrario, enfrentará una tarifa. Claramente, esa no es la forma sensata de proceder y es diferente a cualquier otro acuerdo de libre comercio”.
Reino Unido dejó de formar parte de la Unión Europea el 31 de enero de este año. Sin embargo, se estableció un período de transición como parte del Acuerdo de Retirada de octubre del año pasado, en el que la situación se ha mantenido sin cambios, tanto en la UE como en Reino Unido.
Durante el período de transición sigue aplicándose a Reino Unido la legislación de la UE como si fuera un Estado miembro. El plan era que durante estos meses ambas partes negociarían un acuerdo comercial para su relación una vez consumado el divorcio. El plazo para llegar a este acuerdo vence el 31 de diciembre, que es la fecha hasta cuando dura el período de transición.
Ante la posibilidad de un Brexit sin acuerdo, la Comisión Europea presentó ayer su plan de emergencia en materia de derechos pesqueros y para proteger el transporte aéreo y terrestre.
En concreto, la Comisión planteó que durante los primeros seis meses tras la ruptura el 1 de enero, se garanticen servicios aéreos considerados básicos entre Reino Unido y la UE, siempre que la parte británica garantice las mismas facilidades de conectividad aérea. También pide proteger la conectividad esencial durante los primeros seis meses en el caso de transporte de pasajeros y mercancías por carretera.
En cuanto a la seguridad aérea, la propuesta comunitaria apunta a un reglamento que garantice que se pueden seguir utilizando sin interrupciones determinados certificados de seguridad para productos en aviones europeos, con el objetivo de que la flota aérea se deba quedar en tierra.
El sector pesquero, una de las principales trabas para el acuerdo porque la UE reclama seguir accediendo a las aguas británicas como hasta ahora, algo que Londres rechaza de plano, también necesitará medidas específicas para contener el daño de un Brexit sin acuerdo, en opinión del Ejecutivo comunitario.
Los medios de todo el continente siguen expectantes las negociaciones. El semanario Der Spiegel publicó un extenso comentario en el que responsabiliza a la canciller alemana, Angela Merkel, por no hacer lo suficiente para evitar un Brexit sin acuerdo y pidió que se hiciera cargo de las negociaciones que está llevando adelante la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El artículo acusa a la UE de persistir en tratar de obligar a los británicos a repensar y celebrar un segundo referendo cuando ya quedó claro que esa opción ha fracasado.
Mientras que el diario conservador Le Figaro señaló que el Palacio del Elíseo es más optimista que la Comisión Europea en poder conseguir un acuerdo antes del 31 de diciembre. “Boris Johnson se ha mantenido fiel a su método: mantener una pistola sobre la mesa, jugar la carta de la confrontación hasta el final, empujar las cosas hasta el punto de ruptura antes de potencialmente ceder terreno”, concluyó el periódico.