Este miércoles, Ecuador se convirtió en el segundo país latinoamericano en despenalizar la eutanasia después de Colombia, luego que la Corte Constitucional emitiera una histórica sentencia a favor una demanda de Paola Roldán, una paciente con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad incurable y terminal. Con siete votos a favor de sus nueve magistrados, el tribunal dio luz verde para que los médicos puedan ayudarla a morir sin ir a la cárcel.

En agosto de 2023, Roldán interpuso una demanda contra el artículo 144 del Código Orgánico Integral Penal, que considera el procedimiento como un homicidio simple y prevé una pena de entre 10 y 13 años de cárcel. En septiembre, la Corte Constitucional de Ecuador, país tradicionalmente conservador y de mayoría católica, admitió la demanda y evaluó los alegatos, explicando que “sería irrazonable imponer a quien atraviesa esta situación una obligación de mantenerse con vida”.

Este miércoles, la sentencia le dio la razón sobre la “inconstitucionalidad” del artículo, convirtiendo así a Ecuador en el noveno país del mundo en despenalizar la muerte asistida en circunstancias extremas, destaca la BBC.

Sin embargo, el Ministerio de Salud todavía debe presentar un proyecto de ley al Congreso para reglamentar la eutanasia. “La lucha por los derechos humanos nunca es un camino asfaltado, agradezco a todos porque hoy el Ecuador es un país un poco más acogedor, más libre y más digno”, dijo Roldán en una conferencia de prensa virtual.

A través de la red social X, la paciente había escrito el pasado viernes que “varias veces pensé que no lograría ver los frutos de esta demanda, como quien planta un árbol para que alguien más se siente bajo su sombra”, tras conocerse que su solicitud estaba en la etapa final del análisis. Con el fallo de este miércoles, Roldán expresó haberse sentido “muy conmovida y con alivio” al recibir la noticia.

“He vivido una vida plena y sé que lo único que merezco es una muerte con dignidad”, declaró la ecuatoriana en noviembre, en medio del trámite legislativo.

Antes Roldán tenía una vida saludable, sin sobresaltos, pero todo cambió cuando extraños síntomas comenzaron a aparecer en el 2020, cuenta el diario local El Universo. Un día mientras empujaba el coche de su hijo, sintió que se ahogaba y no pudo seguir. Tras exámenes llegó el temible diagnóstico, ese mismo año. Luego, la enfermedad progresó y deterioró en meses su salud. Perdió el control de su cuerpo, su autonomía, y sólo es capaz de mover los músculos de su cara.

La ELA es una enfermedad progresiva que no tiene cura, destaca la BBC, Se considera una de las enfermedades motoneuronales que padecen dos de cada 100.000 personas en el planeta, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según reseña la cadena británica, se produce cuando las neuronas de los pacientes afectados por la enfermedad se desgastan o mueren y ya no pueden enviar mensajes a los músculos. Esto provoca a corto y medio plazo el debilitamiento de los músculos, contracciones involuntarias e incapacidad para mover los brazos, las piernas y el cuerpo.

En medio de su dolor -y acompañada de su esposo, Nicolás, y de su hijo pequeño, Oliver, de casi 4 años- Paola decidió emprender una lucha pública para que la eutanasia fuera un derecho en su país, Ecuador.

Así, el hogar de Paola en Cumbayá se convirtió en una especie de sala hospitalaria. Allí se adaptó una cama y los aparatos que la asisten para mantenerla respirando. Actualmente tiene una discapacidad del 95%, por lo que depende de una máquina de respiración, asistencia de enfermería, cuidados paliativos y una cama hospitalaria, entre otros recursos de ayuda, según informa CNN. Los ecuatorianos conocieron su historia cuando decidió contarla en octubre pasado al diario español El País.

En la conferencia de prensa virtual, Paola Roldán estuvo acompañada de su padre, Francisco Roldán, y de sus abogados patrocinadores, Farith Simon y Ramiro Ávila. La paciente indicó que pasará los siguientes días con su familia y sus abogados asimilando todo lo que significa el dictamen de la corte, pues “recibir la información es distinto a soñar con ello”. Su padre afirmó que en la familia tienen sentimientos encontrados, al ser consultado sobre cómo recibieron esta noticia.

“Con sentimientos ambivalentes de satisfacción, de que Paola haya podido conseguir un hecho histórico, es un legado para la sociedad ecuatoriana”, señaló el progenitor. “Es un acontecimiento importantísimo para la familia, pero también de tener el corazón medio partido porque se puede producir un desenlace que sabemos en la familia, que hemos venido procesando, como es la muerte de mi hija. Eso es fuertísimo, es fuertísimo, pero allí estamos, acompañándole a Paola”, agregó.

Farith Simon, uno de los abogados, señaló en la conferencia de prensa conjunta que la decisión del tribunal es de “cumplimiento inmediato” y que es “un hito” para la nación, y agradeció a la Corte Constitucional “por la rapidez” con la que resolvió esta causa. Ramiro Ávila, otro de sus defensores, expresó que, si Roldán lo decide “podría hacerlo cuando considere oportuno”. En las calles, las opiniones se mostraron divididas, indicó el medio francés RFI.

En América Latina, solo Colombia despenalizó la eutanasia, en 1997. Uruguay, Chile y Cuba debaten proyectos al respecto y en México existe la llamada ley del “buen morir”, que autoriza al paciente o su familia a solicitar que la vida no sea prolongada por medios artificiales.