El cementerio más famoso de Londres, el lugar de descanso final del socialista revolucionario Karl Marx, está buscando una nueva vida recuperando tumbas abandonadas hace mucho tiempo para poder venderlas nuevamente para nuevos entierros.
El cementerio de Highgate, de la época victoriana, repleto de tumbas cubiertas de hiedra y monumentos de piedra ornamentados, se extiende a lo largo de 15 hectáreas del norte de Londres y es una atracción popular, especialmente para los visitantes de izquierda que desean presentar sus respetos en la tumba de Marx.
En una práctica que el padre del comunismo tal vez no apruebe, el cementerio cobra una tarifa de entrada porque, a diferencia de la mayoría de los otros cementerios, no está financiado por una autoridad local. Pero esos ingresos por sí solos no son suficientes y el cementerio espera que la capacidad de entierro adicional genere el dinero que necesita para seguir siendo un cementerio en funcionamiento.
“Es el paso más grande que el cementerio ha dado jamás para lograr un camino sostenible a futuro”, dijo Ian Dungavell, director ejecutivo de Friends of Highgate Cemetery Trust, que opera el sitio.
En muchos casos, la llamada renovación de tumbas implica levantar y volver a enterrar los restos anteriores a mayor profundidad para dar cabida a un segundo entierro.
Esto se practicaba ampliamente en los cementerios de la Inglaterra medieval y es una práctica habitual en otras partes de Europa, pero hoy en día las tumbas antiguas rara vez se reutilizan en Gran Bretaña. Alrededor del 80% de los británicos eligen ahora ser incinerados cuando mueren.
Highgate, hogar de más de 53.000 tumbas, incluidas las del cantante George Michael y el escritor Douglas Adams, ha reservado unas 460 tumbas iniciales que no se han utilizado durante 75 años o más.
El cementerio colocó un aviso la semana pasada en la portada del periódico Times, dando a los propietarios o familiares seis meses para presentar cualquier objeción.
Dado que una parcela de entierro cuesta entre 5.000 y 25.000 libras (entre 6.300 y 31.700 dólares), el proyecto de renovación de tumbas, autorizado por la Ley del Cementerio de Highgate de 2022, es de vital importancia, dijo Dungavell.
“Sin él, el verdadero peligro es que se habría convertido en un viejo y espeluznante cementerio de interés limitado para cualquiera”.