Una suerte de déjà vu es lo que han vivido los peruanos desde el jueves, cuando estalló un nuevo escándalo en la política local después que se revelaron tres audios en el Congreso en los que se escucha al mandatario Martín Vizcarra acordar con dos asesoras la versión que entregarían sobre los vínculos con el cantante Richard Cisneros, más conocido como “Richard Swing”, investigado por contratos irregulares. Las acusaciones derivaron en la presentación de una moción de vacancia por “incapacidad moral” contra el Presidente, que finalmente fue aprobada por 65 votos a favor, 36 en contra y 24 abstenciones. Esto, tensionaba aún más al país, ya que es el primer paso para eventualmente destituir a Vizcarra en los próximos días.

“Se ratifica un complot contra la democracia”, dijo Vizcarra este viernes. La noche del jueves, el mandatario se dirigió al país en una cadena televisiva en la que aseguró que no renunciaría al cargo que lo mantiene en el poder hasta julio de 2021.

La trama sobre “Swing” se remonta a mayo, cuando la prensa local reveló que el cantante había recibido pagos por US$ 50 mil por una serie de presentaciones y charlas motivacionales, en plena pandemia.

“El desconocido cantante que podría dejar a Perú sin Presidente”. Así lo denominó el diario Gestión. “Swing” y Vizcarra se habrían conocido en la campaña presidencial de 2016 y el cantautor se ha vanagloriado de su supuesta cercanía con el Presidente. Pese a no tener ningún tipo de experiencia, Cisneros fue contratado por el Ministerio de Cultura en 2018.

De acuerdo con el diario Gestión, uno de los puntos más llamativos que hicieron estallar las dudas fue que dos de los contratos se generaron con fecha de abril, en plena crisis sanitaria producto de la pandemia y que tiene al país como uno de los más afectados del mundo, con 710 mil casos y 30 mil fallecidos.

Ante las sospechas, la Comisión de Fiscalización del Congreso convocó a declarar al cantante, que en esa oportunidad rechazó la cercanía que alguna vez dijo tener con Vizcarra y aseguró que después de la campaña “lamentablemente” no tuvo más comunicación con el jefe de Estado.

Sin embargo, en los audios presentados por el congresista y presidente de esa comisión, Edgar Alarcón, las asesoras de Vizcarra tratan sobre las visitas del cantante al Palacio Pizarro registradas en el portal de Transparencia.

“¿Me he reunido con Richard Swing? Sí. ¿Cuántas veces? Cinco veces definitivamente no. Lo que me acuerdo será un par de veces”, se escucha que dice el mandatario peruano, que luego da indicaciones a las dos funcionarias sobre lo que deben responder del tema.

En un tercer audio se escucha al propio cantante con la exasistente presidencial Karen Roca, a quien “Swing” apunta que se ha tomado selfies con Vizcarra y la primera dama, Maribel Díaz Cabello, poniendo énfasis en la cercanía con ellos, y acusa que si algo le ocurre a él será culpa del mandatario, sobre quien, además, está escribiendo un libro que se titularía El amigo en las sombras.

“Vizcarra es una persona muy desconfiada. Él se rodeaba de un circulo muy pequeño que llamaban la muralla moqueguana, que trabajaron con él desde que era gobernador. Los audios los habría grabado una de sus asistentes y todo indica que ha traicionado a Vizcarra. O sea, ahora en quién puede confiar el Presidente”, señala Martin Riepl autor del libro Vizcarra, una breve historia de lealtad y traición.

La bomba política generó que la Fiscalía anticorrupción que investiga el Caso Swing solicitó que los audios sean remitidos a la oficina y reiteraron la solicitud para tomar la declaración del jefe de Estado y de las funcionarias involucradas.

En un giro a las acusaciones, el cantante -que debía declarar este viernes- abrió una nueva arista. “No me han querido recibir. Ahora yo voy a sacar todo, él quería hablar de audios, yo voy a sacar un montón de audios”, amenazó “Swing”, que defendió que siempre supo que lo estaban grabando en los audios y que por eso “exageró y mintió”.

De esta manera, Cisneros dijo que “me están usando para un golpe disfrazado de una vacancia”, ya que a su juicio el Congreso habría “orquestado” la nueva crisis política, por lo que publicaría 178 audios en los que presuntamente aparece el congresista Alarcón con el presidente del Congreso, Manuel Merino, tratando “sobre ponerse la banda presidencial”. Esto, porque si vacan a Vizcarra y debido a la renuncia de la segunda vicepresidenta Mercedes Aráoz, sería Merino el que asuma el gobierno.

“En el debate sobre la vacancia, lo que acusan es que ha habido una obstrucción a la justicia por parte de Vizcarra. El gobierno no tiene bancada en el Parlamento. Ahora el Presidente debe ir a defenderse en el Congreso, lo que puede demorar una semana. El actuar de casi todas las bancadas estaba en duda. Solo hay dos o tres partidos que suman 35 curules de 130 que están muy jugados por la vacancia”, señala el analista político peruano Augusto Alvarez Rodrich a La Tercera.

En horas de la tarde, el Partido Morado y el Frente Popular Agrícola del Perú (FREPAP) habían rechazado adherirse a la moción. El Congreso y Vizcarra mantienen una fuerte disputa desde hace meses (ver secundaria). Todo esto, además, se ha dado en medio de algunas denuncias de un supuesto intnto de “golpe” de parte de sectores disgustados con Vizcarra.

El sucesor de Pedro Pablo Kuczynski alcanzó hasta un 80% de aprobación después de liderar la “lucha contra la corrupción” que tuvo un referéndum con alta adhesión social para impulsar reformas políticas, que entre otras limitan la reelección y entrega protocolos para el financiamiento de partidos políticos.

Según las últimas encuestas, Vizcarra mantiene una aprobación del 60% y una desaprobación del 35%, los mismos índices, pero a la inversa, del Congreso.

Filtraciones de larga data

La publicación de audios o videos no son artimañas nuevas en la política peruana. El primer gran escándalo estalló el 14 de septiembre de 2000 con los “vladivideos”, una serie de videos ocultos grabados por el entonces asesor de Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos, al interior del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), lo que dejó al descubierto los sobornos que recibían políticos y empresarios para alinearse con el gobierno. Poco después y tras unas elecciones fraudulentas, Fujimori renunció desde Japón, donde se autoexilió. A su vez, el Congreso declaró vacante el cargo presidencial por “incapacidad moral permanente”, el 21 de noviembre de 2000.

Otro escándalo similar tuvo lugar en 2018, con los “kenjivideos” en los que se observa al entonces congresista Kenji Fujimori negociar con sus pares los votos para evitar la vacancia de Kuczynski, a cambio del indulto a su padre. Esto generó la salida de PPK y Martín Vizcarra debió asumir el poder en su calidad de Vicepresidente.

Hace apenas dos años atrás, el Congreso abrió una segunda moción de vacancia contra PPK. La primera fue en diciembre de 2017 tras la revelación de presuntos pagos de Odebrecht entre 2005 y 2006 a consultoras vinculadas a Kuczynksi, que no tuvo los votos necesarios. La segunda fue en marzo de 2018 tras los “kenjivideos”, que obligaron a PPK a renunciar un día antes de la sesión legislativa en su contra.