“Pronto volaremos a nuestras casas, pero así como nuestros cuerpos están aquí y pronto estarán en casa, nuestros corazones, nuestras mentes y nuestra alma se han quedado con nuestros compañeros y compañeras, con los palestinos, en esa jaula inhumana en la que se ha convertido la Franja de Gaza”.
Raúl Incertis es un anestesista español de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) que fue evacuado el pasado miércoles de Gaza gracias a la apertura del Paso de Rafah, único acceso disponible actualmente hacia la Franja desde Egipto, siendo el primer español en salir de la zona.
Al salir de Gaza, Incertis entregó su testimonio de lo que vivió las últimas semanas tras los continuos bombardeos que ha sufrido la zona a causa de la ofensiva del Ejército de Israel en respuesta a los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas).
En un video difundido por MSF, el anestesista reveló las difícil situación que se vive en el lugar, en donde la electricidad y el agua están limitados y los insumos médicos más básicos escasean.
“Os decimos que estamos bien, estamos descansando en un lugar seguro y que pronto volaremos a nuestras casas. Pero así como nuestros cuerpos están aquí y pronto estarán en casa, nuestros corazones, nuestras mentes y nuestra alma se han quedado con nuestros compañeros y compañeras, con los palestinos, en esa jaula inhumana en la que se ha convertido la Franja de Gaza. Este castigo colectivo, cruel y desmedido, debe terminar ya. Esta pérdida de vidas humanas, esta pérdida de vidas de niños tiene que terminar ya”, sostiene al comenzar el video.
Estos días, señala en la grabación, han vivido con “frustración y con impotencia, y con una sensación de escándalo apabullante por lo que estábamos presenciando”.
“Los palestinos están insuficientemente alimentados, están pasando sed y están pasando enfermedades infecciosas por culpa de las condiciones higiénicas. Estuvimos en un campo de desplazados junto con otros 35.000 desplazados del norte, y muchos de ellos se nos acercaban porque nos querían contar por lo que habían pasado. Recibimos relatos de padres que habían perdido a sus hijos, de hijos que habían perdido a sus padres, de pérdidas de hermanos, de pérdidas de abuelos y de pérdidas de vidas humanas, en definitiva”. sostuvo.
Asimismo, denuncia, lugares que debían ser seguros, como los refugios de la ONU, terminaron siendo de igual forma bombardeados.
“No quedan fármacos para sedar, no queda material quirúrgico para poder operar ni para hacer operaciones en condiciones de esterilidad”
“También estuvimos en un refugio de la ONU habilitado como zona desmilitarizada, en la que teóricamente no deberían de haber caído bombas cerca. Pero no fue el caso, ni es el caso, porque cayeron muchas bombas cerca matando a la gente que estaba fuera del refugio, a escasos metros del refugio. Y amedrentando a la gente que estaba dentro”, detalló el profesional.
Junto con esto, también lamentó que tienen compañeros que han perdido a sus seres más queridos, expresando “nuestro compañero Mohamed perdió a su hijo de tres años. Lo tuvo que recoger de los escombros el otro día. Tarek perdió en un único bombardeo a 23 miembros de su familia hace ocho días. Ibrahim ayer perdió a su hermano”.
En esta línea, el médico denuncia que finalmente “la situación de los hospitales en la Franja es insostenible”
“No se puede aguantar más. Más de la mitad de los hospitales están inoperativos y la cuenta va creciendo cada día. La cantidad de material que está entrando es insuficiente. Es una aguja en un pajar. No quedan fármacos para sedar, no queda material quirúrgico para poder operar ni para hacer operaciones en condiciones de esterilidad. No queda fuel. Están racionando las horas de luz a servicios mínimos; solo para la UCI o las urgencias. Se han desconectado pacientes de ventilación mecánica. Las incubadoras corren peligro. Es decir, esto no hay quien lo aguante”.
Pese a las condiciones y el riesgo que significa para sus familias o para ellos mismos, ya que desconoce cuándo una bomba podría caer y ningún lugar es seguro, “Médicos Sin Fronteras continúa trabajando en la Franja de Gaza”, añade.
“Desde Médicos Sin Fronteras hacemos el enésimo llamamiento para que se acabe esta barbarie que está diezmando y mutilando el alma y los cuerpos de personas, de niños que no tienen la culpa de nada”, sostiene. “Hacemos un llamamiento para que por favor dejen entrar más camiones de ayuda, porque los camiones que entran ahora son totalmente insuficientes. Y que dejen entrar a más personal médico y humanitario desde afuera”.
“El último llamamiento es, por favor, que dejen a los palestinos salir de Gaza, de ese cuello de botella horrible, de esa ratonera en la que los han metido y en la que están muriendo”, añade.
Junto con esto, Incertis también recuerda que parte de los equipos de MSF han tenido que ser evacuados, “hay más trabajadores internacionales de Médicos Sin Fronteras (cirujanos, médicos, etc.) y equipamiento médico a la espera de poder entrar dentro de la Franja cuando sea posible”.
“Se debería permitir salir de la Franja a todo aquel que lo desee, tanto palestinos como personal internacional. Y, en el caso de los palestinos, con las garantías de poder regresar cuando todo esto termine. La evacuación de los hospitales del norte, con sus heridos, con sus pacientes críticos, es inviable”, afirma.