“Dejé todo atrás. No sé lo que me espera. No tengo nada. No quiero nada”, dijo a la agencia Reuters Vera Petrosyan, una profesora jubilada de 70 años, mientras se encontraba en un hotel de la era soviética en el lado armenio de la frontera con Azerbaiyán, que ahora es su hogar.

“Podemos vivir en tiendas de campaña, simplemente dejar que los niños sigan con sus vidas”, añadió la mujer viuda con dos hijas, cuatro nietos y tres bisnietos.

Más de 50.000 personas -de una población de etnia armenia estimada en 120.000 personas- han llegado a Armenia desde Nagorno-Karabaj, anunció el gobierno de Ereván el miércoles en medio de un éxodo étnico-armenio provocado por una ofensiva azerbaiyana.

Azerbaiyán abrió la única carretera que va desde la región separatista a Armenia el 24 de septiembre, cuatro días después de un acuerdo de alto el fuego que puso fin a una operación militar relámpago que dio a Bakú el control total sobre Nagorno-Karabaj.

David Harapetyan, de 36 años, de etnia armenia y taxista que vino de la ciudad rusa de Stavropol para prestar asistencia, entrega alimentos y agua a refugiados de la región de Nagorno-Karabaj en la aldea fronteriza de Kornidzor, Armenia, el 27 de septiembre de 2023. Foto: Reuters

Asimismo, las autoridades azerbaiyanas anunciaron el miércoles que habían detenido al ex primer ministro de la región separatista, Ruben Vardanyan, en un cruce fronterizo, cuando intentaba escapar a Armenia.

Ruben Vardanyan, banquero y filántropo multimillonario, encabezó el gobierno separatista de Karabaj entre noviembre de 2022 y febrero de 2023. Su esposa, Veronika Zonabend, dijo en su canal de Telegram que había sido arrestado mientras intentaba huir como parte de una salida masiva de personas de etnia armenia.

El servicio fronterizo de Azerbaiyán dijo que lo habían llevado a la capital, Bakú, y entregado a otras agencias estatales.

Karabaj es reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán, pero está poblado principalmente por personas de etnia armenia que se separaron en la década de 1990 en la primera de dos guerras allí desde el colapso de la Unión Soviética.

Por temor a represalias azerbaiyanas debido a la sangrienta historia entre las dos partes, los armenios étnicos están abandonando sus hogares y huyendo en masa en automóviles y camiones a lo largo de la serpenteante carretera de montaña que conduce a Armenia.

Niños de etnia armenia de Nagorno-Karabaj miran a través de la ventanilla de un auto a su llegada a Goris, la ciudad de la región de Syunik, Armenia, el lunes 25 de septiembre de 2023. Foto: AP

Slava Grigoryan es una de las miles de personas que huyeron esta semana de Nagorno-Karabaj. En conversación con el diario The New York Times dijo que sólo tuvo 15 minutos para hacer las maletas antes de dirigirse a Armenia por una estrecha carretera de montaña controlada por tropas azerbaiyanas. En el camino, relató al periódico, vio a los soldados agarrar a cuatro hombres armenios de su convoy y llevárselos.

La mujer se llevó sólo unas pocas camisetas y negativos de fotografías familiares, dejando atrás su departamento y una casa de campo.

Según señaló al diario The New York Times, uno de sus últimos actos fue destruir una grabación de video personal del viaje de su patria desde el triunfo a la destrucción. Sus videos comenzaron en 1988, cuando tanto Armenia como Azerbaiyán eran parte de la Unión Soviética y Nagorno-Karabaj estalló por primera vez en violencia cuando los armenios étnicos exigieron y luego aseguraron la autodeterminación. “Con lágrimas en los ojos, quemé 100 casetes”, indicó.

Un equipo de la BBC vio familias hacinadas en los autos, con los portamaletas repletos, al igual que el techo de los automóviles. Convencidos de que están abandonando sus hogares para siempre, la gente está metiendo la mayor parte posible de sus vidas en sus vehículos.

En la plaza principal de Goris, una localidad a la que han llegado los armenios, la gente da vueltas, sin saber qué hacer, indicó la BBC. Los voluntarios reparten algunos alimentos básicos y mantas.

Los evacuados están registrados y ocasionalmente hay buses para trasladar a las personas a otra ciudad o pueblo. Pero pocos parecen tener un plan, más allá de llegar tan lejos.

Refugiados de Nagorno-Karabaj, una región habitada por personas de etnia armenia, se reúnen al borde de una carretera mientras sus vehículos hacen cola en la carretera que conduce hacia la frontera con Armenia, en Nagorno-Karabaj, el 26 de septiembre de 2023. Foto: Reuters

La semana pasada, indicó la BBC, durante dos días, Malina y su familia se escondieron en su sótano mientras su aldea estaba bajo fuego. Después de que las fuerzas de Karabaj se rindieran, Malina contó que las autoridades locales dijeron a todos que se fueran a Armenia por seguridad. Su aldea en la región de Martakert en Nagorno-Karabaj está ahora vacía.

Malina dice que su familia se fue porque, cualquiera que fueran las garantías, no se sentirían seguros bajo el dominio azerbaiyano.

Azerbaiyán dice que los residentes estarán seguros, pero el primer ministro de Armenia dice que ha comenzado la “limpieza étnica”.

El martes, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, instó al Presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, a proporcionar “protección incondicional y libertad de movimiento a los civiles” y pidió un “acceso humanitario sin obstáculos a Nagorno-Karabaj”.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también pidió que ambas partes respeten los derechos humanos.

Hasta ahora, sólo se ha permitido el paso de una entrega de ayuda de 70 toneladas de alimentos desde que los separatistas aceptaron un alto el fuego y acordaron desarmarse. Azerbaiyán anunció que otro convoy de ayuda, con 40 toneladas de harina y productos de higiene muy necesarios, estaba en camino al enclave.

Los líderes étnicos armenios dicen que miles de personas no tienen comida ni refugio y duermen en sótanos, edificios escolares o al aire libre.

El Ministerio de Salud de Armenia dijo que estaba enviando helicópteros para evacuar a los pacientes de los hospitales de la región. Azerbaiyán también dijo que había enviado suministros médicos.