En Manaos, el promedio de personas que fallecían a diario era de entre 20 y 30, pero la pandemia elevó esta cifra a 100 funerales por día. El aumento de decesos provocó el colapso en el sistema funerario, que obligó a la alcaldía a realizar entierros nocturnos y promover como opción la cremación ante el hacinamiento de cuerpos.
“Es una escena en vida de una película de terror. El estado ya no es de emergencia, sino de calamidad absoluta”, señaló el alcalde de Manaos, Arthur Virgilio Neto a la agencia France Presse.
En las últimas semanas, la situación en los hospitales de la urbe ha empeorado ante el aumento de casos. Por esto, instalaron cámaras frigoríficas para conservar los cadáveres en las afueras de los centros médicos ya que las morgues rebalsaron su capacidad. Brasil es el país más afectado de América Latina con 71.886 casos y 5.017 víctimas fatales.
Manaos, ciudad capital del estado de Amazonas, realizó el domingo 140 funerales y dos cremaciones en 24 horas, la cifra más alta desde el inicio del virus.
Un día después, las autoridades “reorganizaron el diseño de tumbas” y ordenaron comenzar a apilar los cuerpos unos sobre otros “por capas” en fosas comunes más profundas en el cementerio Nuestra Señora da Aparecida para disminuir la emergencia sanitaria.
Sin embargo, la presión de las familias contra la medida que acusaron de “inhumano” obligó este martes a dar marcha atrás a la normativa. Los brasileños denuncian que ante la crisis sanitaria, los cadáveres de sus familiares están siendo enterrados “unos encima de otros y sin identificación”.
Según la cadena brasileña Globo, los cementerios en Manaos están comenzando a mostrar signos de que no hay una estructura o mano de obra para atender la demanda. La situación ha llegado a tal punto que el domingo, debido a una falta de sepultureros, una familia debió enterrar con sus propias manos a su padre.
Amazon Network captó el lunes por la noche a trabajadores de un cementerio en turno nocturno, donde apoyados por reflectores y máquinas enterraban cuerpos en fosas comunes para “acelerar el proceso”.
La municipalidad de Manaos informó este martes que regresarán al sistema anterior, para realizar cinco entierros a la vez en una fosa común, con los ataúdes colocados uno al lado del otro.
Los datos oficiales sostienen que solo el lunes hubo 109 funerales y nueve cremaciones, pero la preocupación apunta a que solo un escaso porcentaje de las víctimas fatales son identificados como casos positivos de coronavirus.
Así, del total de fallecidos el lunes: 10 fueron por Covid-19; 47 por síndrome o insuficiencia respiratoria; 30 por causa “indeterminada o desconocida”; y 31 no tenían detalle alguno sobre causa de muerte.
A pesar de esto, ningún familiar tiene permitido una despedida directa con el fallecido. Al momento del funeral, un “máximo de cinco personas puede dar un breve y último adiós”, de acuerdo a la Unión de Empresas Funerarias Estatales (Sefeam).
Según la agencia France Presse, el peak de la pandemia se espera a partir de mayo, pero Manaos ya tiene el 90% de las camas de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) utilizadas y escasez de insumos médicos.