El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, ha afirmado que es un “momento decisivo” para la historia del país y ha instado a establecer una transición “estable e inclusiva” tras la caída del régimen del presidente sirio Bashar al Assad.

Pedersen ha instado en un comunicado a trazar un camino para satisfacer las “aspiraciones legítimas” del pueblo sirio y que se pueda llegar a una “Siria unificada” con “soberanía, independencia e integridad territorial” a fin de que el país pueda recibir el apoyo de toda la comunidad internacional.

“Este oscuro capítulo ha dejado profundas cicatrices, pero hoy esperamos con cautela la esperanza de que se abra uno nuevo, uno de paz, reconciliación, dignidad e inclusión para todos los sirios”, ha subrayado, agregando que el fin del Gobierno sirio pone fin a “casi 14 años de sufrimiento implacable y pérdidas indescriptibles”.

Un hombre sube a una escultura del sultán Pasha al-Atrash, un guerrero druso que encabezó una revuelta contra el dominio francés en 1925, después de que se colocara en ella una bandera de la oposición siria, mientras la gente celebra después de que los rebeldes sirios anunciaran que habían derrocado al presidente Bashar. al-Assad, en Majdal Shams, una aldea drusa en los Altos del Golán ocupados por Israel, 8 de diciembre de 2024. REUTERS/Stoyan Nenov.

En este sentido, Pedersen ha “tomado nota” de las declaraciones públicas por parte de la alianza de yihadistas y rebeldes sirios, que han garantizado que protegerán a sus compatriotas, así como las instituciones estatales frente a “represalias y daños”.

“Insta a todos los sirios a dar prioridad al diálogo, la unidad y el respeto por el Derecho Humanitario y los Derechos Humanos en sus esfuerzos por reconstruir su sociedad. Subraya que debe haber un sentir colectivo para garantizar la paz y la dignidad de todos”, ha zanjado el enviado de la ONU.

La gente celebra desde un vehículo mientras porta una bandera de la oposición siria y una bandera libanesa en el cruce fronterizo de Masnaa, después de que los rebeldes sirios anunciaran que habían derrocado al presidente Bashar al-Assad, Líbano, el 8 de diciembre de 2024. REUTERS/Amr Abdallah Dalsh.