Los regalos de una autoridad a otra, actividad de buena fe y comúnmente realizado en los círculos políticos, ahora tienen al expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en el ojo público, judicial y político. Su intento por introducir sin declarar previamente y sin pagar los impuestos correspondientes unas joyas avaluadas en 16,5 millones de reales brasileños –aproximadamente 3 millones de dólares– que Arabia Saudita le regaló durante 2021, según acusa la Policía Federal de Brasil en una investigación abierta durante la semana pasada, le está causando involucrarse con la Justicia y la creación de molestias al interior de las Fuerzas Armadas.
Esto, debido a la participación de cuatro miembros implicados directamente con el caso. Según el portal O Globo, el enojo se relaciona especialmente por las posibles implicancias que puedan generar en la imagen de las instituciones de Defensa, considerando que se habrían utilizado aviones de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) para intentar recuperar las joyas.
Las implicancias de la investigación abierta el lunes 6 de marzo por la Policía Federal forzaron a la ex primera dama, Michelle Bolsonaro, a viajar a Estados Unidos para reencontrarse con su esposo, quien se halla en ese país desde antes del cambio de mando en enero, y así planificar juntos los próximos pasos. Viaje que podría ocurrir entre la noche del lunes o el martes, según dijeron aliados del expresidente a O Globo.
El caso reventó a inicios de la semana pasada cuando O Estado de Sao Paulo reveló que el gobierno del polémico político derechista intentó –numerosas veces– ingresar ilegalmente las joyas regaladas por las autoridades saudíes en octubre de 2021 a la entonces primera dama, Michelle Bolsonaro.
La fallida operación fue descubierta por funcionarios del Fisco de Brasil, quienes requisaron los objetos en el aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo. Fue desde la mochila de un antiguo asesor de Bolsonaro que integraba la comitiva del ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, donde se encontró una lista de joyas compuesta por “un collar, un anillo, un reloj y un par de pendientes de diamantes” de la exclusiva marca suiza Chopard, detalló O Estado.
Según el mismo periódico brasileño, este no habría sido el primer intento por ingresar las millonarias piezas de joyería al país. Bolsonaro intentó sin éxito liberar previamente los obsequios antes de que finalizara su mandato el pasado 1 de enero, cuando Luiz Inácio Lula da Silva asumió el poder. Al menos cuatro veces se habrían dado, lo que involucró incluso a los ministerios de Exteriores y Economía.
Según O Globo, habría un segundo paquete de joyas, el que estaba compuesto por un reloj, un bolígrafo y un anillo, todos de Chopard, que habría conseguido burlar la seguridad aduanera y logró ingresar sin ser declarado.
El Fisco, órgano responsable de las aduanas del país, aseguró que “el hecho puede configurar, en tesis, una infracción de la legislación aduanera por parte del otro viajero, por falta de declaración y recaudación de impuestos”, consignó Infobae.
El Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), ente fiscalizador del Estado brasileño vinculado al Congreso, ordenó que el expresidente no pueda ni usar ni vender las joyas entregadas por el Gobierno saudí, detalló el mismo medio, decisión tomada luego de que la Policía Federal abriera su investigación para esclarecer “el ingreso irregular” de los millonarios objetos. Según un comunicado emitido durante la noche del lunes 6, la indagatoria se tramitará “bajo secreto judicial” y cuenta con un “plazo inicial de treinta días, con posibilidad de prorrogarla en caso de que sea necesario”, la que se desarrollará paralela a la investigación del Fisco.
El magistrado Augusto Nardes, instructor del caso dentro del TCU, afirmó que Bolsonaro deberá “preservar intacto” el conjunto de joyas hasta que el organismo delibere al respecto, “absteniéndose de usar, disponer o alienar” todo el “acervo objeto del proceso”, relató Infobae.
O Estado explicó que la única manera de recuperar las joyas sería pagando el impuesto obligatorio – que Bolsonaro habría intentado evitar al ingresarlas sin declarar vía un excolaborador de Gobierno –, además de un 50% del valor del bien en cuestión y una multa del 25% extra por no haber transparentado el ingreso desde un principio. Otra opción sería el declarar los bienes como “regalo oficial al presidente de la República y la primera dama”, pero eso conllevaría que las joyas se transformaran en pertenencias del Estado de Brasil, y no de los Bolsonaro.
Desde la actual administración aseguraron a través del ministro de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, Paulo Pimenta, que “el reportaje de (‘O Estado de Sao Paulo’) revela detalles espantosos sobre cómo funcionaba el esquema de sobornos, regalos y ventajas ilegales de Bolsonaro, sus familiares y asesores cercanos. Todos merecen ser investigados y sancionados por los delitos cometidos”, escribió en Twitter. Según Infobae, el expresidente habría negado cualquier “ilegalidad” al respecto.
La situación también causó molestia al interior de las Fuerzas Armadas, espacio en el que temen verse perjudicados en su imagen tras la revelación de que al menos cuatro miembros de sus filas estarían involucrados en la polémica.
Según informó O Globo, sólo en los hechos centrales, es decir, en el ingreso sin declarar al Fisco, estarían involucrados el almirante de escuadra de la Marina y exministro Bento Albuquerque, el teniente primero de la Marina y ex asesor de Bento, Marcos Soeiro, el teniente coronel del Ejército y ex ordenanza de Jair Bolsonaro, Mauro Cid, y el sargento primero de la Marina, Jairo Moreira da Silva.
La preocupación de los altos mandos se da, además de por el uso de aviones de la Fuerza Aérea Brasileña y el transporte de fusiles y pistolas en aviones militares durante el pasado gobierno, debido a las previas acciones partidistas de algunos de los miembros de las ramas armadas. Miedo que se suma a posibles investigaciones de la Policía Federal por delitos como malversación de caudales públicos y promoción administrativa, aseguró el medio local. Para enfrentar este riesgo, la orden directa entregada a los militares sería la de guardar silencio y evitar manifestaciones al respecto, agregó O Globo.
El mismo medio fue el que conversó con aliados de Jair Bolsonaro, quienes confirmaron que Michelle Bolsonaro estaría preparando un viaje a Estados Unidos para a más tardar este martes 14, donde se reunirían a planificar los próximos pasos a dar. El reencuentro se daría luego de que la ex primera dama regresara a Brasil el 26 de enero, luego de un mes en la nación norteamericana, país en el que Bolsonaro aún se encuentra.
La instancia no sólo servirá para alinear la estrategia de cara a las complicaciones judiciales y políticas del caso. También serviría para detallar los siguientes movimientos de ella al interior del Partido Liberal (PL), donde está previsto que asuma durante el 21 de marzo la presidencia del PL Femenino.
Por otro lado, el expresidente habría demostrado dos preocupaciones principales sobre el caso Joyas a sus colaboradores, afirmó O Globo: evitar que se subasten las piezas e impedir que su sucesor, Lula da Silva, se quede con ellas.