El escándalo que sacude a Guinea Ecuatorial: funcionario de gobierno arrestado tras grabar cintas sexuales con figuras públicas
Investigado inicialmente por fraude, el Director General de la Agencia Nacional de Investigación Financiera del país africano fue detenido por contar con más de 400 vídeos explícitos junto a las esposas de importantes figuras públicas del país.
En Guinea Ecuatorial, ubicado al oeste de África y justo en la línea del Ecuador, un escándalo ha sacudido al país esta semana. El Director General de la Agencia Nacional de Investigación Financiera (ANIF) de Guinea Ecuatorial, Baltasar Engonga, fue arrestado este lunes tras ser acusado de haber grabado más de 400 vídeos explícitos en los que aparecían las esposas de importantes figuras públicas del país, según informó esta semana la compañía Africanews.
Inicialmente, Engonga, de 54 años, estaba siendo investigado por acusaciones de fraude, pero las autoridades descubrieron una colección de CDs que contenían material explícito durante los registros de su casa y su oficina, según explicó la cadena de televisión estatal TVGE.
Entre las personas implicadas en las grabaciones se encuentran esposas de altos funcionarios, incluida la esposa del Director General de la Policía, familiares cercanos y parientes de altas figuras del gobierno, incluida la hermana del presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo y esposas de varios ministros del gobierno.
Según la prensa guineoecuatoriana, los videos muestran encuentros en varios lugares, incluida la oficina de Engonga, a veces con la bandera nacional visible de fondo. Las grabaciones fueron, al parecer, consensuales, pero luego se filtraron en Internet, lo que provocó una indignación pública generalizada y un intenso escrutinio por parte de los medios locales.
El periódico local del país, AhoraEG, describió las revelaciones como algo sin precedentes en la historia del país, y exponen lo que calificó como “violaciones flagrantes” de las normas éticas por parte de un alto funcionario público. Conocido localmente por el apodo de “Bello” debido a su buena apariencia, de acuerdo con la Agencia France-Presse (AFP), la posición de Engonga se ha convertido ahora en un foco de controversia nacional, con acusaciones que abarcan a múltiples individuos de alto perfil.
La reacción de los demás actores políticos
El caso ha puesto de relieve la dedicación del gobierno a mantener un estándar ético y profesional en todas sus instituciones. Los funcionarios han declarado que su objetivo es evitar futuras violaciones de la confianza pública y reforzar una cultura de respeto en el lugar de trabajo.
Siguiendo esa línea, el gobierno promulgó rápidamente una suspensión de los funcionarios involucrados en cualquier conducta sexual dentro de las oficinas del ministerio como parte de una postura más amplia de “tolerancia cero” sobre el comportamiento que compromete la confianza pública.
La semana pasada, el vicepresidente Obiang dijo que los “videos pornográficos” habían estado “inundando” las redes sociales y ordenó a las compañías de telecomunicaciones que frenaran su difusión. Desde entonces, el flujo del tráfico de Internet, y en particular la descarga de imágenes, se ha visto gravemente interrumpido en el país, dijeron residentes en Guinea Ecuatorial a la agencia de noticias AFP.
En tanto, el vicepresidente Teodoro Nguema Obiang Mangue condenó las acciones en una declaración en X, subrayando que “la ética y el respeto son fundamentales en nuestra Administración” y reafirmando el compromiso de la nación de hacer cumplir la integridad del servicio público.
También advirtió que los funcionarios que sean sorprendidos manteniendo relaciones sexuales en sus oficinas se enfrentarán a “medidas severas”. En detalle, afirmó que cualquier funcionario que sea encontrado participando en actos sexuales en el trabajo será suspendido porque esto es una “flagrante violación del código de conducta”.
Asimismo, ordenó la instalación de cámaras de vigilancia en juzgados y ministerios para combatir “actos indecentes e ilícitos”. Un comunicado de la oficina del vicepresidente dijo que la decisión se había tomado a raíz de los videos ampliamente difundidos que habían “denigrado la imagen del país”.
Por su parte, el Fiscal General de Guinea Ecuatorial, Nzang Nguema, comentó el escándalo, aclarando que las relaciones consentidas sin coerción no son criminales según las leyes actuales. Sin embargo, expresó su preocupación por los riesgos para la salud pública y destacó la importancia de un entorno de apoyo para denunciar cualquier caso de encuentros no consentidos o abusos.
También destacó el riesgo potencial de enfermedades de transmisión sexual derivadas de las presuntas actividades de Engonga, añadiendo urgencia a la respuesta del gobierno.
¿Estrategia de poder?
Según un análisis publicado por BBC News, este incidente podría ser el último episodio del drama de la vida real sobre quién se convertirá en el próximo presidente de Guinea Ecuatorial. Ello, porque una teoría es que las filtraciones fueron una forma de desacreditar al hombre en el centro de la tormenta: el señor Engonga es sobrino del presidente Teodoro Obiang Nguema y uno de los que supuestamente aspiran a reemplazarlo.
Obiang es el presidente con más años en el poder en el mundo, habiendo permanecido en el poder desde 1979. Este hombre de 82 años ha supervisado un auge económico que se ha convertido en una crisis como resultado de la ahora menguante demanda de las reservas de petróleo. Hay una élite pequeña y extremadamente rica, pero muchos de los 1,7 millones de habitantes del país viven en la pobreza.
Por otro lado, muchas de las mujeres filmadas eran esposas y familiares de personas cercanas al centro del poder y algunos teóricos en el país sospechan que sabían que las estaban filmando “debido a su buena apariencia”. Todo esto es difícil de verificar ya que Guinea Ecuatorial es una sociedad muy restringida donde no existe prensa libre. A pesar de las elecciones regulares, no hay una oposición real en Guinea Ecuatorial, ya que los activistas han sido encarcelados y exiliados y aquellos que aspiran a ocupar cargos públicos son vigilados de cerca.
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