El expresidente nacional de Proud Boys, Enrique Tarrio, fue sentenciado el martes a 22 años de prisión por orquestar el ataque de su grupo de extrema derecha al Capitolio de Estados Unidos en un intento fallido de detener la transferencia del poder presidencial después de que Donald Trump perdiera las elecciones de 2020.

La sentencia de Tarrio es la más larga hasta ahora entre más de 1.100 casos de disturbios en el Capitolio, superando las sentencias de 18 años que recibieron el fundador de Oath Keepers, Stewart Rhodes, y el exlíder de Proud Boys, Ethan Nordean, después de que los jurados los declararon culpables de conspiración sediciosa y otros cargos.

La policía dispersa el edificio del Capitolio con gases lacrimógenos mientras partidarios de Donald Trump se reúnen afuera, en Washington, Foto: Reuters

Se produce mientras el Departamento de Justicia se prepara para juzgar a Trump en el mismo tribunal de Washington bajo cargos de que el entonces presidente planeó ilegalmente aferrarse a un poder del que sabía había sido despojado por los votantes.

El caso Tarrio -y cientos de otros similares- funciona como un vívido recordatorio del caos violento alimentado por las mentiras de Trump en torno a las elecciones y la medida en que sus falsas afirmaciones ayudaron a inspirar a los extremistas de derecha que finalmente irrumpieron en el Capitolio para frustrar el proceso pacífico de transferencia del poder presidencial.

Tarrio se puso de pie para hablar antes de que se dictara la sentencia y pidió indulgencia, describió el 6 de enero como una “vergüenza nacional” y se disculpó con los agentes de policía que defendieron el Capitolio y los legisladores que huyeron aterrorizados. Su voz se quebró cuando expresó remordimiento por decepcionar a su familia y juró que había terminado con la política.

“No soy un fanático político. Infligir daño o cambiar los resultados de las elecciones no era mi objetivo”, dijo Tarrio. “Por favor, tengan piedad”, agregó.

Los fiscales habían pedido 33 años tras las rejas para Tarrio, describiéndolo como el cabecilla de un complot para utilizar la violencia para romper la piedra angular de la democracia estadounidense y anular la victoria electoral del demócrata Joe Biden sobre Trump, el incumbente republicano.

Tarrio es el último líder de Proud Boys condenado por conspiración sediciosa para recibir su castigo. Tres compañeros de Proud Boys declarados culpables por un jurado de Washington del cargo de sedición, rara vez utilizado, fueron sentenciados a penas de prisión que oscilan entre 15 y 18 años.