El Gobierno de República Democrática del Congo (RDC) ha cifrado a última hora de este sábado en 773 muertes y 2.800 heridos en cinco días a raíz de los enfrentamientos entre el grupo rebelde congoleño Movimiento 23 de Marzo (M23), respaldado por Ruanda, y las fuerzas gubernamentales en el este de República Democrática del Congo.
“Hasta el 30 de enero de 2025 (desde el 26), se registraron casi 773 muertes y 2.880 heridos en centros sanitarios”, ha aseverado el portavoz gubernamental y ministro de la Comunicación congoleño, Patrick Muyaya, en su cuenta de la red social X.
Posteriormente, ha calificado de “carnicería” las acciones que está llevando a cabo “el Ejército ruandés en Goma”. “¡Ninguno de estos crímenes quedará impune!”, ha asegurado.
El pasado viernes la ONU informó de que alrededor de 700 personas han muerto y 2.800 habían resultado heridas en un conflicto en el cual las fuerzas del M23, tras tomar Goma, se encuentran a unos 60 kilómetros al norte de Bukavu, la capital de la provincia de Kivu Sur.
Esto se produce después de que el líder de la Alianza Río Congo encabezada por el M23, Corneille Nangaa, amenazara con llegar a la capital del país, Kinshasa en medio del repunte del conflicto con el Ejército congoleño, que ha hecho saltar las alarmas sobre la situación humanitaria.
El M23 es un grupo rebelde integrado principalmente por tutsis congoleños que lanzó una nueva ofensiva a finales de 2022, tras el conflicto entre 2012 y 2013, que se saldó con un acuerdo de paz, lo que ha elevado las tensiones entre RDC y Ruanda, que acusa a Kinshasa de reprimir a los tutsis congoleños con apoyo de grupos armados como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) --fundada por hutus huidos del genocidio en 1994 en territorio ruandés-- y otras milicias locales.