Sin duda la semana que termina será difícil de olvidar para los miembros de Hamas y Hezbolá. La madrugada del miércoles, líder político del movimiento islamista palestino, Ismail Haniyeh, fue asesinado en Irán. Y este jueves, el Ejército israelí confirmó del deceso del jefe del ala militar de Hamas, Mohammed Deif. Sindicado como uno de los autores intelectuales del ataque del 7 de octubre al sur de Israel que desencadenó la guerra de Gaza, Deif murió en un ataque aéreo israelí en Gaza el mes pasado. Y el miércoles el grupo miliciano libanés ratificó la muerte de Fouad Shukur, un comandante de alto rango en un inusual ataque en el sur de Beirut. Israel lo había responsabilizado de la muerte de 12 niños en un ataque con cohetes el fin de semana pasado en los Altos del Golán.
Y cuando Medio Oriente aún se estremecía por estos asesinatos y las anunciadas represalias por parte de Irán, el Ejército de Israel anunció ayer que mató a Mohamed al Jaabri, alto cargo de Yihad Islámica, en un ataque perpetrado contra la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, y que se enmarca en una ofensiva que comenzó hace ya 10 meses y que ha dejado casi 39.500 muertos en el enclave palestino.
Las fuerzas israelíes indicaron en un comunicado que Al Jaabri había participado en la fabricación de armas para reforzar las capacidades balísticas de la organización. Asimismo, indicaron que la Yihad Islámica había confiado a Al Jaabri la “producción de armas en el norte de Gaza y la entrega de salarios a los terroristas de la organización”, por lo que lo acusaron de haber tomado “parte activa en el intento de restaurar las capacidades e infraestructuras de la producción de cohetes” del grupo.
El conflicto actual en Gaza se ha intensificado, con repercusiones que se extienden por todo Medio Oriente. Los recientes asesinatos de alto perfil han aumentado significativamente las tensiones regionales, afectando a ciudades desde Teherán hasta Beirut y extendiéndose a Bagdad y Saná.
Pero la política de asesinatos selectivos se remonta a varias décadas atrás. Las muertes de los líderes de Hamas, Sheikh Ahmed Yassin y Abdel Aziz al-Rantisi en 2004, y del comandante de Hezbolá, Imad Mughniyeh, en 2008, fueron parte de operaciones israelíes destinadas a desbaratar a estos grupos.
De acuerdo con el libro Asesinatos selectivos y el derecho internacional, de Nils Melzer, Israel fue probablemente el primer país del mundo en reconocer una política de asesinatos selectivos en 2000.
Pero Israel no es el único país que recurre a los asesinatos selectivos. Los juristas afirman que, desde el 11 de septiembre de 2001, estos son cada vez más aceptados. De hecho, en enero de 2020, bajo el gobierno de Donald Trump, EE.UU. dio muerte al general Qasem Soleimani, el comandante de la fuerza élite Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, cerca del aeropuerto de Bagdad, en Irak.
Ismail Haniyeh
Aunque Israel aún no ha reconocido la autoría del ataque, Hamas recibió un duro golpe la madrugada del miércoles, cuando su líder político Ismail Haniyeh fue asesinado en Irán, según informó el grupo militante palestino.
La Guardia Revolucionaria de Irán confirmó la muerte de Haniyeh, horas después de que asistiera a una ceremonia de juramentación del nuevo presidente del país. Los medios iraníes informaron que se alojaba en “una residencia especial para veteranos de guerra en el norte de Teherán”.
La bomba que le dio muerte había sido escondida hace aproximadamente dos meses en la casa de huéspedes, según cinco funcionarios de Medio Oriente citados por el diario The New York Times.
El líder de la Yihad Islámica Palestina, Ziyad al-Nakhalah, se alojaba en la habitación de al lado, según dos de funcionarios iraníes. Su habitación no sufrió daños graves, lo que sugiere una planificación precisa del ataque contra Haniyeh.
Mohammed Deif
Al asesinato de Haniyeh este jueves se sumó la confirmación del deceso del jefe del ala militar de Hamas, Mohammed Deif. Según informó el Ejército israelí, murió en un ataque aéreo israelí en Gaza el mes pasado. Se cree que Deif fue uno de los autores intelectuales del ataque de Hamas del 7 de octubre al sur de Israel que desencadenó la guerra de Gaza.
“Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anuncian que el 13 de julio de 2024 aviones de combate de las FDI atacaron la zona de Khan Yunis y, tras una evaluación de inteligencia, se puede confirmar que Mohammed Deif fue eliminado en el ataque”, dijo el Ejército.
El escurridizo Deif había sobrevivido a siete intentos de asesinato por parte de Israel, según la agencia Reuters.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, afirmó que el ataque que se cobró la vida de Deif fue un “hito significativo” para lograr los objetivos de la guerra.
Saleh al-Arouri
El número dos de la oficina política de Hamas, Saleh al-Arouri, murió el 2 de enero pasado por el bombardeo de un dron israelí contra una sede del movimiento islamista palestino a las afueras de Beirut, donde también fallecieron otras cinco personas, informó la Agencia Nacional de Noticias de Líbano.
“El ataque hostil que tuvo como objetivo la oficina de Hamas, donde se celebraba una reunión de las facciones palestinas, causó la muerte del alto cargo de Hamas en Cisjordania Saleh al-Arouri”, aseguró el medio estatal.
El hombre de 57 años era jefe adjunto de la oficina política del grupo militante palestino, el cual ayudó a crear el ala militar, las Brigadas Izz al-Din al-Qassam. Había estado muy implicado en los asuntos militares del grupo, destacó la BBC.
Según la cadena británica, Saleh al-Arouri era uno de los funcionarios de Hamas más estrechamente relacionados tanto con Irán como con Hezbolá, la milicia respaldada por Teherán y Beirut.
Estuvo durante algún tiempo en cárceles israelíes, cumpliendo una condena.
Tras su liberación, Saleh al-Arouri fue uno de los negociadores de un acuerdo que supuso la puesta en libertad de más de 1.000 presos palestinos a cambio de la liberación del soldado israelí Gilad Shalit en 2011.
El 27 de octubre de ese año, el Ejército israelí demolió su casa en Cisjordania, en la localidad de Arura, cerca de Ramala.
Al Arouri vivía en Líbano en el momento de su muerte.
Qasem Soleimani
En un asesinato selectivo que puso en vilo a Medio Oriente, en enero de 2020, Washington mató en un ataque relámpago en Irak a Qasem Soleimani, el alto mando militar iraní que Teherán consideraba un héroe en vida y al que EE.UU. acusaba de la muerte de “cientos” de sus ciudadanos.
Según contaron fuentes de inteligencia a medios estadounidenses, la operación, que se realizó por órdenes del entonces presidente Donald Trump y consistió en un “ataque de precisión”, se produjo en horas de la madrugada en las cercanías del Aeropuerto Internacional de Bagdad, en Irak. Soleimani había llegado al país poco antes, al parecer de Siria o Líbano.
El convoy de dos vehículos donde también viajaban miembros de la milicia iraquí apoyada por Teherán fue atacado con un avión no tripulado: un MQ-9 Reaper, un dron también conocido como Predator B que puede alcanzar una velocidad máxima de 480 km/h.
Abdel Aziz Al-Rantisi
El asesinato del Dr. Abdel Aziz al-Rantisi marcó un importante revés para la causa palestina. Rantisi fue uno de los siete cofundadores del movimiento Hamas en los primeros días de la Primera Intifada y era conocido por su compromiso inquebrantable de defender los derechos del pueblo palestino y resistir la ocupación ilegal, lo que le valió el apodo de “León de Palestina”, según destaca el sitio Middle East Monitor.
El 17 de abril de 2004, Rantisi, de 56 años, fue asesinado por la Fuerza Aérea de Israel, cuando dispararon misiles Hellfire desde un helicóptero Apache AH-64 contra su auto. Otras dos personas, un guardaespaldas y Mohammed, el hijo de Rantisi, de 27 años, también murieron en el ataque y cuatro transeúntes resultaron heridos.
La radio del Ejército israelí declaró que esa era la primera oportunidad de atacar a Rantisi, sin daños colaterales significativos, desde que había asumido el liderazgo de Hamas.
Ahmed Yassin
Un mes antes del asesinato de Abdel Aziz al-Rantisi, el turno había sido para el jeque Ahmed Yassin, líder espiritual y miembro fundador del Hamas.
Yassin, de 67 años, murió el 22 de marzo de 2004 durante un ataque aéreo israelí en la Ciudad de Gaza, a causa del impacto de tres misiles disparados por un helicóptero Apache.
El líder de Hamas, que se desplazaba en silla de ruedas (un golpe en un partido de fútbol le lastimó la médula espinal y lo dejó tetrapléjico) y sufría de ceguera parcial, fue objetivo de los misiles cuando intentaba subir a un vehículo, después de su visita a una mezquita. Con él murieron otras siete personas impactadas por misiles, según la Deutsche Welle.
El ataque aéreo fue ordenado por el primer ministro israelí, Ariel Sharon. El jeque Ahmed Yassin habría sido responsable directo, según un comunicado de las Fuerzas Armadas de Israel, de decenas de atentados terroristas en los que perecieron gran número de civiles israelíes, miembros de las fuerzas de seguridad y ciudadanos extranjeros. De hecho, el diario español El País lo había bautizado como “El líder de los suicidas”.
Además, agrega la cadena alemana, Yassin fue comparado por el entonces ministro israelí Uzi Landau con el líder de Al Qaida, Osama bin Laden, y declaró que “quería lograr tranquilidad” matando al jefe de Hamas. El ministro de Interior israelí, Avraham Poraz, por su parte, juzgó el asesinato diciendo que “el daño es mayor que el beneficio, ya que la muerte de Yassin no acabará con Hamas”.
El entonces primer ministro palestino, Ahmed Qurei manifestó que “este acto cobarde es una locura y abre las puertas del infierno”. El representante de Hamas, Abdel Aziz al-Rantisi, dijo que, al matar a Yassin, los israelíes “mataron a un símbolo del islamismo”.
Mohammad Reza Zahedi
Un ataque atribuido a Israel contra el consulado iraní en Damasco, la capital de Siria, mató el 1 de abril pasado al general Mohammad Reza Zahedi, comandante de la Fuerza Quds, el brazo paramilitar de élite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. Junto al alto jefe militar fallecieron otras 12 personas.
De acuerdo con la agencia AFP basada en fuentes de Irán, en el bombardeo se usaron seis misiles disparados por cazas F-35. Según el diario El Mundo, se trató de la muerte del representante iraní de mayor rango jamás asesinado en suelo sirio. Asimismo, fue el primer ataque dirigido contra un edificio diplomático iraní en Siria, país que está en guerra civil desde 2011 y donde Irán y sus aliados apoyan al gobierno del presidente Bashar al Asad.
En 2008, Zahedi se reincorporó a la Fuerza Quds. Hasta el día de su muerte era el comandante de dicha organización en Siria y Líbano.
Jugaba un papel clave en la asistencia militar tanto al régimen de Bashar al Asad como a la milicia libanesa Hezbolá. Zahedi era considerado como uno de los principales responsables de la planificación de la ofensiva de Hezbolá en la primavera de 2000, que terminó con la retirada definitiva de las Fuerzas de Defensa de Israel de Líbano, poniendo fin así a un conflicto de 18 años. Su función consistía en proporcionar a Hezbolá armas y conocimientos técnicos de alto nivel para que pudiera llevar a cabo operaciones eficaces en el sur de Líbano, según AFP.