El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, mantuvo este lunes una conversación telefónica con el secretario general de la ONU, António Guterres, para tratar la situación de la central nuclear de Zaporiyia, situada en pleno frente de la guerra en Ucrania.
Ambos “trataron las condiciones para que la central nuclear de Zaporiyia pueda funcionar en condiciones de seguridad”, ha informado el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
Ambos plantearon, además, sus puntos de vista sobre la posible “misión de investigación” sobre el ataque sobre Elenovka, en el que murieron prisioneros de guerra ucranianos apresados en Mariúpol. También revisaron las propuestas de la ONU para simplificar la exportación de productos alimentarios y fertilizantes rusos, según la nota de prensa.
La central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, está bajo control de Rusia desde marzo aunque es el personal ucraniano el que sigue realizando el mantenimiento de las instalaciones.
Está pendiente una inspección del OIEA, pero la ONU, Rusia y Ucrania no han logrado pactar una agenda para la visita. Hasta ahora la ONU no ha autorizado la visita del secretario general del OIEA, Rafael Grossi, no solo por razones de seguridad sino también por disputas sobre su itinerario. Rossi podría viajar a la región por el mar Negro, hasta la zona controlada por Moscú en Crimea, lo cual sería percibido como una afrenta por Kiev.
Ucrania acusa a Rusia de utilizar la central nuclear como bastión para disparar contra las localidades de Nikopol y Marhanez, al otro lado del río Dnipró. Mientras, Rusia denuncia bombardeos ucranianos contra la central utilizando drones, artillería pesada y lanzacohetes. Incluso, este mismo domingo ambas partes denunciaron un muerto por bombardeos atribuidos a la parte contraria.