El modelo de vacunación de Israel comienza a dar sus frutos

Israelíes reciben la vacuna Pfizer-BioNTech contra el Covid-19 de profesionales médicos en un centro de inoculación instalado en el estacionamiento de un centro comercial en Givataim. Foto: AP

Los casos de Covid-19 entre los mayores de 60 años se han reducido un 35% y las hospitalizaciones han descendido un 30%, según Eran Segal, experto del Instituto de Ciencia Weizmann. “La magia ha empezado en Israel”, asegura.


Las cifras publicadas el jueves por el Ministerio de Salud de Israel son categóricas. A un mes y medio de haber iniciado la inoculación contra el Covid-19, unos 3,3 millones de personas, de los casi 9,3 millones de habitantes del país, han recibido al menos la primera dosis de la vacuna. Y entre ellos, 1,9 millones a los que también se les ha administrado la segunda. Este es el resultado de la más rápida campaña de vacunación en el mundo, que calcula llegar a la ansiada inmunidad de rebaño entre marzo y mayo.

“La exitosa campaña de vacunación -iniciada el 20 de diciembre- fue posible a través de tempranas negociaciones de compra con Pfizer y Moderna, la profunda implicación personal de nuestro primer ministro en el proceso de compra y principalmente por el hecho de que Israel tiene una Ley de Seguro Nacional de Salud por la cual cada ciudadano tiene que pertenecer a una de las cuatro Organizaciones de Mantenimiento de Salud (HMO)”, explicó el mes pasado a La Tercera Jonathan Halevy, presidente del Centro Médico Shaare Zedek en Jerusalén, sobre las razones que tienen a Israel hoy como el modelo a seguir al momento de planificar la estrategia de inoculación. “Las HMO tienen la capacidad logística para administrar una gran cantidad de vacunas diariamente y completar la inoculación de nueve millones de personas en cerca de cuatro meses”, vaticinó.

Una joven recibe una vacuna contra el coronavirus en un centro temporal de la organización de mantenimiento de la salud (HMO) de Clalit, en un estadio en Jerusalén, el 4 de febrero. Foto: Reuters

Al respecto, Zev Chafets, periodista israelí que fue un asistente principal del primer ministro Menachem Begin, señaló en una columna publicada en Bloomberg que “el gobierno planea haber vacunado a cinco millones de ciudadanos, más de la mitad de la población adulta, para mediados de marzo”.

Un análisis realizado por Maccabi Healthcare Services encontró que solo 31 de 163.000 israelíes vacunados por el organismo fueron diagnosticados con Covid-19 en sus primeros 10 días de protección completa. Es decir, el 92% estaba libre de Covid después de ese período (y el 8% restante mostró sólo síntomas leves). Se descubrió que los miembros de un grupo de control no vacunados resultaron 11 veces más infectados.

“Si bien estos son datos muy tempranos, son datos importantes y con una amplia relevancia, ya que todo el mundo está mirando a Israel en busca de indicaciones sobre cómo funcionará la vacuna”, comentó Anat Ekka Zohar, la principal analista de estadísticas de vacunas del Maccabi Healthcare Services y responsable de la investigación, citada por el diario The Times de Israel.

Un profesional médico examina a un soldado israelí para detectar el coronavirus en Elad, el 2 de febrero. Foto: AP

Y es que la vacunación se ha traducido en mejoras reales en los índices epidemiológicos en Israel. “Lo decimos con precaución: la magia ha empezado en Israel”, tuiteó el lunes Eran Segal, experto en análisis de datos del Instituto de Ciencia Weizmann, en Rehovot. Según el investigador, en las últimas dos semanas, los casos entre los mayores de 60 años se han reducido un 35%. Además, los positivos en coronavirus en este grupo de población son menos graves. Las hospitalizaciones han descendido un 30%, y los casos críticos de la enfermedad han bajado también un 20%.

A pesar de estos resultados y un confinamiento en vigor desde finales de diciembre, que comenzará a levantarse a partir de mañana, el número de contagios de Covid-19 continúa siendo elevado (6.500 diarios). Las autoridades apuntan a los judíos ultraortodoxos o a la minoría árabe que realizan grandes reuniones a pesar de las reglas sanitarias. “Sabemos que la vacuna reduce el impacto de la enfermedad (...), pero no sabemos si la vacuna reduce la transmisión”, señala Gabi Barbash, investigador del Instituto de Ciencia Weizmann.

Con el programa de vacunación masiva de Israel aparentemente perdiendo fuerza, el país abrió el jueves la vacunación a cualquier persona mayor de 16 años. “Aproveche la oportunidad que casi ningún país del mundo tiene”, tuiteó el ministro de Salud, Yuli Edelstein. Israel ya está vacunando a los reclusos extranjeros en las cárceles, así como a periodistas y trabajadores internacionales, con el objetivo de obtener la inmunidad de rebaño cuanto antes.

Trabajadores palestinos cargan alimentos distribuidos por la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas, en el barrio Sheikh Redwan de la ciudad de Gaza. Foto: AP

Sin embargo, una de las mayores polémicas que han saltado a la escena internacional es la de la población palestina. Varios millones de palestinos en los territorios ocupados no han sido vacunados, a pesar de las palabras del ministro Edelstein, quien afirmó “que los palestinos se encuentren en una mala situación (sanitaria) va en contra de nuestros intereses”. Así, tras las presiones de la ONU y de las ONG, el lunes, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) aseguró haber recibido 2.000 dosis de la vacuna Moderna, de las 5.000 que Israel se había comprometido en transferirle. La ANP comenzó este martes la campaña de vacunación del personal de salud en Cisjordania.

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