El Ministerio de Salud de Gaza declaró una epidemia de polio en el enclave palestino, tras hallarse muestras del virus en las aguas residuales. Aunque no ha anunciado ningún caso humano, el hallazgo se produce 25 años después de que Palestina fuera declarada libre de esta enfermedad altamente infecciosa.
Christian Lindmeier, de la OMS, dijo en una conferencia de prensa en la ONU que probablemente ya había gente infectada en Gaza, pero indicó que detectar contagios puede ser difícil porque la mayoría de los casos de la enfermedad viral potencialmente mortal son asintomáticos.
“El hecho de que el virus de la polio esté presente en las aguas residuales probablemente signifique que está presente en algún lugar de la población”, afirmó. “Por lo tanto, el riesgo de que se propague aún más existe y sería un revés indudable (para los esfuerzos mundiales)”, añadió.
Las campañas de inoculación en el enclave se detuvieron tras el inicio de la guerra con Israel, que destruyó la infraestructura de alcantarillado e interrumpió los servicios de recolección de residuos, indicó el portal The National. Desde entonces se han acumulado miles de toneladas de basura, creando condiciones propicias para la propagación de enfermedades.
La crisis se ha visto agravada por el desplazamiento de la mayoría de la población de Gaza, una situación que los ha privado de agua potable y servicios de saneamiento, dijo el Ministerio de Salud de Gaza al declarar la enfermedad endémica.
“Esto representa una amenaza para la salud de los residentes de la Franja de Gaza y los países vecinos, y un revés para el programa mundial de erradicación de la polio”, afirmó el Ministerio.
El doctor Medhat Abbas, director general del Complejo Médico Al Shifa, dijo a The National que las calles estaban llenas de aguas residuales. “No hay higiene personal. No te puedes lavar las manos, ni siquiera después de haber ido al baño”, afirmó. “Por lo tanto, hay contaminación y esta enfermedad se transmite a través de las heces”.
Antes de que se detectara el poliovirus, los médicos extranjeros tenían que quemar su ropa antes de regresar a sus países después de que se detectaran la hepatitis A y otras enfermedades transmisibles, dijo otro médico a The National.
El poliovirus afecta los nervios de la médula espinal y causa parálisis lentamente.
“La gente puede sufrir fiebre y fatiga durante hasta 10 años”, afirmó Abbas. “El impacto es desastroso, para los países vecinos e incluso para los propios israelíes”.
La propagación de enfermedades de la piel se ha vuelto desenfrenada debido a que los hospitales y las clínicas están superpoblados, añadió.
Los casos de polio han disminuido en un 99% en todo el mundo desde 1988 gracias a las campañas de vacunación masiva y continúan los esfuerzos para erradicarla por completo.
La OMS ha enviado más de un millón de vacunas para evitar que los niños se infecten en Gaza. El Ejército israelí, que lucha contra Hamas en Gaza después de que el grupo matara a 1.200 personas y secuestrara a 253 en ataques transfronterizos el 7 de octubre, dijo la semana pasada que comenzaría a ofrecer vacunas contra la polio a sus soldados allí.
Israel, que controla las mercancías que entran en Gaza y está a cargo de otorgar autorización de seguridad para los convoyes de ayuda dentro del país, culpa a la ineficiencia de la ONU por los retrasos en la entrega de ayuda.
El Ministerio de Salud de Gaza asegura que más de 39.000 personas han muerto en la ofensiva militar israelí. Los trabajadores humanitarios afirman que la cifra real de muertos, incluidos los que han fallecido por enfermedades, es probablemente mucho mayor, dado el elevado número de casos de hepatitis A, disentería y otras enfermedades entre las personas desplazadas por el conflicto.
Crisis hospitalaria en Gaza
Por otro lado, la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) señaló que los combates en Khan Younis se aproximan cada vez más al hospital Nasser, lo que pone en peligro y compromete el acceso de la población a la atención médica.
Sólo en julio, los equipos de MSF de los hospitales de Nasser y Al Aqsa han atendido 10 afluencias masivas de heridos graves tras los bombardeos en la zona. En medio de este contexto, la organización hace un llamado urgente “a todas las partes beligerantes para que garanticen el acceso seguro de la población a la atención médica y eviten la evacuación del hospital Nasser, lo que pondría en peligro a cientos de pacientes”.
“Cualquier escalada de los combates cerca del hospital obstruirá el acceso de pacientes y personal médico, imposibilitando la atención”, indicó Jacob Granger, coordinador de proyectos de MSF en Gaza.
“El sistema sanitario está completamente diezmado y evacuar a cientos de pacientes y el material médico, precipitadamente o no, sería una tarea imposible. (El cierre del Nasser) tendría consecuencias devastadoras para la población de la zona, que no tiene a dónde ir. Cerrar el hospital Nasser no es una opción”, añadió.
El hospital Nasser atiende a unos 550 pacientes, entre ellos personas con quemaduras graves y lesiones traumáticas, recién nacidos y mujeres embarazadas. Los pacientes ingresados actualmente en el hospital necesitan un tratamiento vital continuo, incluidos quienes requieren un alto nivel de cuidados, oxigenoterapia o una estrecha vigilancia. Como último hospital principal del sur de Gaza, el hospital Nasser también proporciona apoyo esencial, incluida la producción de oxígeno, a varios otros centros sanitarios de los alrededores.
“Cada día de julio ha sido una conmoción tras otra”, afirmó el doctor Javid Abdelmoneim, responsable del equipo médico de MSF. “(El 24 de julio) corrí una cortina y allí había una niña sola, muriéndose sola. Y ese es el resultado de un sistema sanitario colapsado: una niña de ocho años muriendo sola en una camilla de urgencias. En un sistema sanitario que funcionara se habría salvado”, añadió.
Según el Ministerio de Salud, los niveles del banco de sangre del hospital Nasser son críticamente bajos tras cinco oleadas sucesivas de pacientes, con cerca de 180 muertos y 600 heridos. Una de cada 10 personas que se ofrecieron voluntarias para donar sangre durante una actividad de recogida de sangre organizada por el Ministerio de Salud y apoyada por MSF, no eran aptas para donar debido a anemia o desnutrición.
En el hospital de Al Aqsa, el servicio de urgencias no ha podido funcionar correctamente porque está desbordado de pacientes. Antes de la guerra, el hospital Al Aqsa tenía unas 220 camas para pacientes. Actualmente, el centro tiene entre 550 y 600 pacientes ingresados.