El nuevo impulso de Biden lo transforma en el favorito de la reñida carrera demócrata

Supporters of Democratic U.S. presidential candidate and former Vice President Joe Biden arrives to speak at his Super Tuesday night rally in Los Angeles, California, U.S.
Democratic U.S. presidential candidate and former Vice President Joe Biden arrives on stage with his wife Jill and his sister Valerie before speaking at his Super Tuesday night rally in Los Angeles, California, U.S., March 3, 2020. REUTERS/Elizabeth Frantz

El exvicepresidente ha ganado en 11 estados en lo que va de las primarias del Partido Demócrata, incluyendo Texas. La carrera por la nominación presidencial está ahora dividida entre un moderado (Biden) y un progresista (Sanders).


Como si no hubiese sido suficiente con ganar en 10 de los 14 estados en juego en las primarias del Partido Demócrata del Super Martes, el exvicepresidente Joe Biden recibió otra buena noticia, luego que el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg le diera su respaldo al señalar que el político de 77 años era el “mejor” candidato para recuperar la Casa Blanca.

“Esta carrera es más grande que los candidatos y más grande que la política. Se trata de derrotar a Donald Trump y con su ayuda, lo haremos”, tuiteó Biden al agradecerle a Bloomberg.

Millones de estadounidenses fueron convocados a votar en el Super Martes, cuyos resultados otorgan 1.357 delegados a la Convención Nacional que elegirá al candidato en julio, un tercio del total. Al menos 1.991 son necesarios para ganar la nominación presidencial. Tras la cita del martes, Biden quedó con 501 delegados y Sanders con 438, convirtiendo así la carrera por la nominación en un duelo entre un moderado y un progresista. En todo caso, la contienda está lejos de estar definida, ya que el promedio de encuestas a nivel nacional que realiza Real Clear Politics le otorga un empate técnico a ambos precandidatos.

En lo que va de primarias, el exvicepresidente ha ganado en 11 estados, mientras que el senador por Vermont ha logrado triunfos en seis, entre los que se incluye California, una suerte de joya de la corona.

Los analistas concuerdan que Biden consiguió su impulso luego del triunfo contundente que obtuvo el sábado en Carolina del Sur, el que gatilló el respaldo de figuras del establishment del partido que derivaron en victorias inesperadas como en el estado de Minnesota y en Texas (la segunda joya), donde recibió el espaldarazo de Amy Klobuchar y Beto O’Rourke, respectivamente.

El electorado afroamericano le entregó el respaldo a Biden de manera consistente en parte importante del país, especialmente en el sur. El político de 77 años obtuvo el voto de este electorado en cada estado en que los sondeos mostraban una considerable población afroamericana. Según el portal Politico, esto iba desde el 33% en California hasta el 72% en Alabama. Mientras que a nivel general el diario The New York Times señaló que el 60% de este electorado le dio su respaldo, algo que se pudo comprobar cuando ganó en Virginia, Carolina del Norte, Alabama, Arkansas y Tennessee. Esto es justamente una de las debilidades del senador de Vermont, que no ha podido extender su influencia entre los votantes negros.

Primarias demócrata

Los buenos resultados tras Carolina del Sur, también le reportaron una gran cobertura mediática con buenos comentarios, lo que -según Politico- tiene un valor de US$ 100 millones. En otras palabras, los buenos comentarios en la prensa se convirtieron en algo mejor que una propaganda pagada. Esto no le vino nada mal a su campaña, que es cuestionada por su mala organización y por carecer de presupuesto. De hecho, para el Super Martes, Biden solo se concentró en California. En todo caso, muchos especulaban que luego del apoyo de Bloomberg la campaña de Biden podría estar en mejor forma, ya que no se trata de un apoyo retórico, sino que también implicaría recursos, según señaló The New York Times.

Aportes de campaña

El dinero no parece ser un problema para Sanders, que es prácticamente líder en la donación individual. El senador por Vermont en enero tenía disponible US$ 18,2 millones, según el reporte que entregó su campaña a la Comisión Federal de Elecciones. Una recaudación que se debía principalmente a las donaciones online. Mientras que en febrero recaudó US$ 46 millones. A ello se suma una campaña más organizada.

Considerando que la carrera está lejos de estar definida, los analistas concordaban que Sanders no tendría un camino fácil para ganar más delegados.

Una de las sorpresas de la jornada del martes es que el exvicepresidente no solo tuvo el esperado respaldo del votante negro, sino que también del blanco con educación universitaria. Según The New York Times, incluso conquistó el viejo voto rural moderado que había votado por Sanders hace cuatro años.

Pero nada está dicho. Para el martes 10 se realizarán primarias en Idaho, Michigan, Mississippi, Missouri, Dakota del Norte y Washington que podrían terminar por “quebrar a Sanders”, especialmente en Michigan.

Fue en ese estado donde el senador tuvo su “milagro” hace cuatro años frente a Hillary Clinton, cuando lanzó su agenda populista en el Medio Oeste.

Pero el panorama ha cambiado y ahora las encuestas lo colocan con un liderazgo de siete puntos por sobre Sanders, incluso antes de su buen desempeño en el Super Martes. En comparación con la cita del martes, las primarias de la próxima semana no entregan la misma cantidad de delegados, pero podrían ser claves para la dirección que quiere tomar el partido.

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