
El Papa que nunca volvió a casa: el impacto de Francisco en Argentina y su compleja relación con los presidentes
Desde su tensa relación con los Kirchner, Macri y Milei, hasta su decisión de no regresar a Argentina para evitar ser usado políticamente, el fallecimiento de Jorge Bergoglio sacudió al país que lo vio nacer y que nunca volvió a visitar como Pontífice.

El impacto fue total en todo el mundo. Pero en Argentina la reacción por la muerte del Papa Francisco a los 88 años este lunes fue mayor. Horas después del fallecimiento de Jorge Mario Bergoglio, originario de Buenos Aires, el Presidente argentino, Javier Milei, anunció que decretará siete días de duelo nacional por su deceso y que además viajará a Roma para los funerales en el Vaticano, según anunció el portavoz presidencial Manuel Adorni.
El 13 de marzo de 2013 el cardenal Jorge Bergoglio fue electo como Pontífice de la Iglesia Católica. Así se convirtió en el primer Papa argentino, americano, jesuita y del hemisferio sur. Sucedió a Benedicto XVI.
“Adiós. Con profundo dolor me entero esta triste mañana que el Papa Francisco, Jorge Bergoglio, falleció hoy y ya se encuentra descansando en paz. Como Presidente, como argentino y, fundamentalmente, como un hombre de fe, despido al Santo Padre y acompaño a todos los que hoy nos encontramos con esta triste noticia”, expresó el mandatario argentino la mañana de este lunes.
No sin destacar la turbulenta relación que tuvo con el Pontífice. “A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí”, recalcó el Presidente transandino, apuntando al conflicto que se intensificó cuando Milei asumió la presidencia el 10 de diciembre de 2023.
En sus 12 años de pontificado, Francisco se encontró varias veces con presidentes argentinos en el cargo: siete con Cristina Fernández de Kirchner, dos con Mauricio Macri, dos veces con Alberto Fernández y una vez con Javier Milei. En esos años no se concretó su visita a la Argentina como Papa. En su entorno dicen que la grieta que divide políticamente a los argentinos fue el principal motivo.
Ello, porque él quería hacer una contribución a la unidad de sus compatriotas y para eso el clima debía ser mejor, indica el diario Clarín. Según afirmó a BBC Mundo Gustavo Vera, un activista contra el trabajo esclavo y la trata de personas que era muy amigo de Bergoglio, el verdadero motivo detrás de la ausencia de Francisco era que quería evitar que se le diera un uso político a su presencia.
Francisco tenía asumido que volver a su país natal sería un trofeo político para el inquilino que estuviera de turno en la Casa Rosada. “Siempre decía que iba a ir a Argentina cuando sintiese que era un instrumento para colaborar en la unión nacional, para colaborar en superar la grieta, para tratar de que los argentinos se reencuentren”, afirmó Vera.
El comunicado oficial
Cuando el Papa fue internado y su salud se deterioró, ni Milei ni su gobierno habían enviado algún mensaje en pos de su recuperación, como destacó el diario Página/12. Este lunes, además del tuit de Milei, la reacción de la Casa Rosada se concentró en un comunicado de la Oficina del Presidente, en el que se afirma que Francisco “condujo con entrega y amor a la Iglesia desde el Vaticano”.
El texto resaltó “la incansable lucha del papado de Francisco para proteger la vida desde la concepción, promover el diálogo interreligioso y acercar la vida espiritual y virtuosa a los más jóvenes”. Destacó también “su voluntad de llevar austeridad a la Santa Sede con sus gestos pastorales”.
“Requiem aeternam dona ei Domine. Et lux perpetua luceat ei. Requiescat in pace” (“Concédele, Señor, el descanso eterno. Y brille para él la luz perpetua. Que descanse en paz”), concluye en latín el mensaje de la Presidencia.
La relación en zigzag del Papa y los Kirchner
“Te vamos a extrañar, Francisco, la tristeza que tenemos es infinita”, escribió Cristina Kirchner en su mensaje de despedida al Papa en redes sociales. La expresidenta (2017-2015) y titular del Partido Justicialista calificó al Pontífice como “el rostro de una Iglesia más humana, con los pies en la tierra sin dejar de mirar el cielo”.
La relación con Cristina al mando fue positiva, pero en un principio fue crispada por la decisión del anterior presidente Néstor Kirchner (2003-2007) de llevar el tedeum a las provincias, esquivando la tradición de realizarlo en la Catedral metropolitana en 2006, cuando Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires. La elección de Bergoglio en 2013 molestó a Cristina, quien lo había enfrentado políticamente junto a su esposo Néstor.
Las malas relaciones y los enfrentamientos verbales llevaron a Néstor a criticar abiertamente a la Iglesia. “Nuestro Dios es de todos, pero cuidado que el diablo también llega a todos, a los que usamos pantalones y a los que usan sotanas”, dijo. Luego los Kirchner lo acusaron de vínculos con la dictadura y el Papa incluso debió prestar declaración en calidad de testigo en la casa Espacio Memoria y Derechos Humanos (ESMA) ante un tribunal oral con el riesgo de quedar imputado, si bien los jueces consideraron que no había fundamento.
El Papa se distanció por el uso político excesivo de la relación y por decisiones como la candidatura de Aníbal Fernández a gobernador de Buenos Aires, a quien los curas villeros acusaban de tener vínculos con el narcotráfico. Los medios de comunicación argentinos hablaron de una relación “conflictiva” que se relajó durante la presidencia de Cristina Fernández, aunque los enfrentamientos nunca llegaron a desaparecer.
Francisco se encontró siete veces con Cristina, no solo en el Vaticano sino también en Paraguay, Brasil y Cuba. El primer encuentro fue un día antes de la ceremonia formal de consagración de la Iglesia en la residencia Santa Marta, en el cual Cristina le regaló al Papa un mate, recuerda el diario La Nación. El 28 de julio de 2013 fue el segundo encuentro en Río de Janeiro, Brasil. En este el Pontífice le obsequió a Cristina un par de zapatos y medias blancas para su nieto, el hijo de Máximo Kirchner.
“La primera vez que estuve con Francisco, en marzo del 2013, le dije que, como a Megafón, lo esperaban batallas celestiales. Se rió mucho y me dijo: ‘Es mi libro preferido, me encanta Marechal’. Coincidimos en que Megafón, o la guerra, emblemática literatura de Leopoldo Marechal, era una de nuestras novelas preferidas”, reseñó la expresidenta en su tuit de despedida este lunes.
El 17 de marzo de 2014 volvieron a verse en un almuerzo en la Santa Sede. Duró dos horas y media y el motivo fue la celebración del primer aniversario de papado de Francisco. El 19 de septiembre del mismo año se reencontraron para otro almuerzo en la residencia Santa Marta. El 7 de junio de 2015 se reunieron en el salón de audiencias de la sala Paulo VI del Vaticano.
En julio y septiembre de 2015 Cristina viajó a Paraguay y Cuba para encontrarse con el Pontífice. En Paraguay asistió a una misa multitudinaria celebrada por Francisco en el parque Ñu Guasú para saludarlo, lo mismo hizo en Cuba. Sin embargo, el vínculo se vio perjudicado luego de que Bergoglio acusara a su gobierno de alimentar la “crispación social” y afirmara que “desde hace años el país no se hace cargo de la gente”, recuerda el periódico Perfil.
“Precisamente en Pascuas nos ha dejado el mejor discípulo de Jesús”
Con Mauricio Macri (2015-2019) la relación fue tensa desde el inicio: aunque el Papa lo ayudó indirectamente en el pasado, se sintió traicionado cuando Macri no apeló el fallo que habilitaba el matrimonio igualitario en la Ciudad de Buenos Aires. La relación institucional durante el gobierno de Macri fue fría y tensa, indica Clarín.
Pese a ello, Macri expresó una sentida despedida en X, recordando a Bergoglio como un “religioso de una talla sin igual, un político severo y, especialmente, un pastor bueno. Su vida estuvo marcada por las enseñanzas que dio con la palabra, con su compromiso y sus gestos. Él mismo, con su trayectoria, es una enseñanza para todos. Fue un honor sin comparación haberlo conocido. Para mí, su nombre merecerá para siempre admiración y respeto”.
Con Alberto Fernández (2019-2023) el vínculo comenzó bien, pero se rompió por la legalización del aborto y la manipulación política de la cercanía con el Papa.
“La Iglesia debía estar al lado de los desposeídos, de los marginados y los perseguidos. La Iglesia debía abrazar a quienes estaban condenados a ser minorías o perseguidos en sus tierras. La Iglesia debía alzar su voz contra los que acumulan riqueza y reparten pobreza. Sin embargo, la Iglesia solo fue capaz de hacerlo cuando Francisco, el Jesuita, fue Papa”, valoró Fernández.
Y lamentó: “Precisamente en Pascuas nos ha dejado el mejor discípulo de Jesús en esta maldita modernidad del narcisismo. Los argentinos le debemos lo mucho que en silencio hizo por nosotros. Se fue Francisco, el mayor líder moral de la humanidad. Lo lloro en silencio. Los olvidados de esta tierra también deben estar haciéndolo”.
La disputa con Milei: “Imbécil” y “representante del maligno en la Tierra”
Bergoglio intentó redefinir el rumbo de la Iglesia Católica, haciendo hincapié en la inclusión y la atención a los marginados por encima de la doctrina más formal, lo que le trajo no pocos ataques en diferentes ámbitos. En reiteradas ocasiones Francisco lanzó críticas indirectas al rumbo del gobierno de La Libertad Avanza y dejó una serie de mensajes que reivindican la “justicia social” en contraparte al modelo que predica Milei.
En concreto, el enfrentamiento del presidente Milei con Bergoglio se remonta a la campaña electoral, cuando el libertario tildó a Francisco de “comunista” y dijo que “el Papa es el representante del maligno en la Tierra, ocupando el trono de la casa de Dios”. No solo eso, sino que también tildó a Francisco de “imbécil”, “zurdo hijo de puta”, “sorete mal cagado” y “pregonador del comunismo”.

No fue menor que el libertario calificara al líder espiritual católico de 1.400 millones de ciudadanos como “el representante del maligno en la Tierra”, declaraciones por la que luego pidió disculpas. Milei, quien se define como un “anarcocapitalista”, considera que el mercado debe ser regulador de la mayoría de los aspectos de una sociedad y dijo en varias ocasiones que la justicia social como la que pregonaba el Papa Francisco era “una aberración”.
Inclusive en los años previos a su elección a finales de 2023, el Presidente ultraliberal argentino había expresado fuertes críticas e insultos al Papa, a quien consideraba de izquierda, antes de ser recibido calurosamente en El Vaticano y reconciliarse con él a principios de 2024.
Allí, aquel 11 de febrero, con un abrazo y palabras afectuosas, Milei pasó página a los ataques que en el pasado había dirigido a Francisco, recuerda el diario Página/12.
Próximamente, la partida del Presidente hacia Roma se hará cuando el Vaticano confirme las fechas de las ceremonias para la despedida final del Pontífice, según informó Infobae.
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