
El polémico contrato militar con Israel que puso en jaque a la coalición de gobierno en España
Luego de que Izquierda Unida amagara con salirse del gobierno, la Moncloa “rescindió” el contrato de municiones, entre celebraciones de Sumar y críticas de la derecha.

“El gobierno se dispara balas israelíes al pie”. Con esas palabras, el diario El País describía la situación que este miércoles puso al borde de la ruptura el gobierno del socialista Pedro Sánchez. Esto, luego que se supiera que desde el Ministerio de Interior se había formalizado la adjudicación a una empresa israelí de un contrato de 6,6 millones de euros por 15 millones de balas para la Guardia Civil.
La tensión empezó con el partido Izquierda Unida (IU), que pertenece a Sumar y a la coalición oficialista, amenazando con salirse del gobierno si se mantenía el contrato, considerando la contradicción de este con las posturas contra la guerra en Gaza que ha tomado el Ejecutivo español. Esto tuvo lugar precisamente en un momento en que Pedro Sánchez había anunciado el incremento del gasto militar, con el fin de alcanzar el 2% del PIB, el compromiso que España tomó con la OTAN.
Al final, de miércoles a jueves, el gobierno de Sánchez terminó “rescindiendo de manera unilateral” el contrato de compra de balas israelíes, tras “haber agotado todas las vías negociadoras”. Ahora, tanto la abogacía del Estado como los ministerios relacionados con la situación estudian las posibles reacciones legales de la compañía israelí, que podría exigir el pago de los 6,6 millones de euros de todas maneras y una posible penalización.

Primero fue el aumento del gasto militar, luego fueron las balas: a la izquierda del Partido Socialista, los diferentes partidos socios de Sánchez criticaron la decisión del Ministerio de Interior de avanzar con la compra de 15 millones de balas a Israel, en un contrato valorado que ya se había acordado entre Madrid y la empresa. Ese acuerdo se había decidido anular el pasado 24 de octubre, a causa de la guerra en Gaza, pero el miércoles Interior reconoció que no había anulado de verdad la compra, y que seguía adelante con ella.
Al final, “firmemente comprometidos con la causa palestina”, los partidos del gobierno decidieron terminar con este contrato. En un comunicado, la Moncloa anunció que “tras haber agotado todas las vías negociadoras, la Presidencia del Gobierno, la Vicepresidencia Segunda y los ministerios competentes han decidido rescindir de forma unilateral el contrato de compra de munición a la empresa israelí IMI Systems”.
Para eso, la entidad que otorga los permisos para el comercio de armas “denegará a dicha empresa el permiso de importación de este material a nuestro país por razones de interés general y, acto seguido, el Ministerio del Interior rescindirá el contrato”.
Luego de saberse de la anulación, la líder de Sumar, Yolanda Díaz, celebró el fin del “contrato de la vergüenza”, y atribuyó a su partido la revocación: “Hemos sido claros desde el principio y lo hemos hecho. Nuestro compromiso con los derechos humanos es inamovible”. A través de un comunicado, Díaz aseguró: “No se puede armar ni financiar a la entidad terrorista de Israel que comete un genocidio contra el pueblo palestino”.
Por su parte, el coordinador del partido Izquierda Unida, Antonio Maíllo, se declaró “satisfecho” por la reacción del gobierno al dar un paso atrás con el contrato. “Nos damos la enhorabuena, y damos la enhorabuena a todas aquellas personas de conciencia que se han movilizado en solidaridad con Palestina, porque Gaza es una brújula que apunta a la justicia”, indicó el líder que había amenazado el día anterior con salirse del gobierno.
En su opinión, la mantención del contrato era una falta al acuerdo entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y su colectividad, y respecto a la revocación aseguró: “Es lo que Izquierda Unida lleva pidiendo desde que surgió este incumplimiento del acuerdo. Se estaba produciendo una deslealtad que damos por zanjada”.
Por su parte, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, no terminó de contentarse y declaró: “Cancelar el contrato solo cuando te pillan es lamentable”.
Mientras la izquierda celebraba el fin del contrato, el líder del opositor Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, lamentaba lo que llamaba un movimiento de “Estados de otras latitudes”. En su opinión, la compra de material balístico a un “Estado democrático” como Israel era totalmente legítima, y la anulación, impropia. “Todo lo que está pasando ahora en España parecería imposible hace una década”, criticó.
En opinión del líder opositor, todo esto no tiene que ver con Gaza ni con los 50 mil muertos que ya se ha llevado la ofensiva israelí, sino con un “problema personal” de Sánchez y por la inestabilidad de su gobierno de coalición entre PSOE y Sumar.
“Es evidente que el gobierno mintió y que mintió en sede parlamentaria diciendo que no había ningún contrato con Israel. ¿Cuánto vale la rescisión de ese contrato? ¿Quién va a pagar la rescisión de ese contrato? ¿Cuántas viviendas podríamos haber hecho con ese dinero?”, se preguntó Núñez Feijóo en una conferencia de prensa.

De todas formas, como aún no corría la revocación unilateral del contrato, el Boletín Oficial del Estado publicó este jueves la formalización de aquel acuerdo, que consignaba la adquisición de 15 millones de balas para la Guardia Civil. Adjudicado por la empresa israelí el pasado 21 de octubre, Interior indicó haber intentado anularlo, aunque con dificultades a causa de lo avanzada que estaba su tramitación.
Según el boletín, se trata de 15,3 millones de balas de 9 mm, suministradas por la compañía israelí Guardian Homeland Security S.A. La empresa matiz de esta compañía es IMI Systems, la principal proveedora de equipos terrestres y drones al Ejército israelí, muchos usados en Gaza.
Respecto a IMI Systems, la empresa era pública hasta 2018, año en que fue adquirida por Elbit Systems. La compañía tiene sede en Israel, unos 20 mil trabajadores en decenas de países e ingresos de unos 1.700 millones de dólares en 2024, según su web.
El centro de investigación independiente “Who Profits” asegura que “decenas de sistemas de armas de Elbit Systems han sido utilizados por el Ejército israelí en su actual invasión y ataque terrestre en Gaza, algunos por primera vez”.
El armamento de Elbit Systems que, según este centro, se ha utilizado contra palestinos incluye drones de ataque y vigilancia Hermes 900 y Hermes 450, morteros de 120 mm “Iron Sting” guiados por GPS, munición de mortero, cohetes de artillería guiados y tecnologías implementadas al Merkava Mark IV, el principal tanque de batalla utilizado por el Ejército israelí, equipado con sensores y capacidades de inteligencia artificial.
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