Últimamente, Donald Trump ha tratado desesperadamente de distanciarse del Proyecto 2025, el plan radical de la Heritage Foundation para rehacer el gobierno federal bajo su presidencia. “No tengo idea de quién está detrás de esto”, dijo a principios de julio sobre el plan, que reemplazaría a miles de empleados federales por partidarios leales, prohibiría el aborto y desmantelaría el Departamento de Educación. Un par de semanas después, aseguró sobre las personas detrás del Proyecto 2025: “Son extremistas, son seriamente extremistas, pero no sé nada al respecto”.
Pero entre esas dos negaciones, el 15 de julio, Trump tomó una decisión que socava su afirmación de no tener conocimiento del Proyecto 2025: eligió al senador J. D. Vance como su compañero de fórmula. Vance tiene profundos vínculos con la Heritage Foundation, y en particular con Kevin Roberts, quien ha sido presidente del think tank de derecha desde 2021 y es el arquitecto del Proyecto 2025. Vance ha elogiado a Roberts por ayudar a convertir la organización “en el hogar institucional de facto del trumpismo” y ha respaldado elementos del Proyecto 2025, asegura la revista The New Republic.
De hecho, Vance es el autor del prólogo del polémico libro de Roberts, Dawn’s Early Light: Taking Back Washington to Save America (La luz del amanecer: recuperar Washington para salvar a Estados Unidos), que llega este martes a las librerías estadounidenses. La publicación –cuyo subtítulo inicial era “Quemar Washington para salvar a Estados Unidos”- estaba prevista originalmente para el 24 de septiembre, pero se pospuso hasta una semana después de las elecciones presidenciales de la semana pasada, mientras la campaña de Trump intentaba en vano acabar con el furor en torno al Proyecto 2025.
Según The Guardian, que tuvo acceso al libro, la obra de Roberts emplea repetidamente imágenes de fuego y quema, incluido un llamado a los derechistas a “quemar la podredumbre” de las instituciones y organizaciones estadounidenses consideradas opuestas a los objetivos conservadores.
Así, el presidente de la Heritage Foundation aboga por una “quema prolongada y controlada” de objetivos que incluyen al FBI, el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, el New York Times, “todas las universidades de la Ivy League” e incluso los Boy Scouts de Estados Unidos.
Aunque el libro aún no estaba disponible en librerías, “ya ha causado polémica”, apunta el diario británico. “Este verano, los medios de comunicación utilizaron copias de reseñas para informar sobre imágenes violentas en una introducción del senador de Ohio J. D. Vance, el candidato a vicepresidente de Trump, y para destacar tanto el lenguaje violento del propio Roberts como su trabajo en el Proyecto 2025. El subtítulo original de Roberts –”Quemar Washington para salvar a Estados Unidos”– también atrajo la atención, al igual que el lenguaje incendiario en los materiales promocionales”, destacó The Guardian.
El libro comienza con metáforas sobre incendios, afirmando que en 2020 “nuestro país ardió en llamas” y ahora es el momento de “combatir el fuego con fuego”. Utilizando los enormes incendios forestales de California de 2020 como una metáfora cruda y vívida, Roberts sostiene que las instituciones de Estados Unidos se han convertido en “madera muerta en un bosque” y que los conservadores “no pueden simplemente seguir apagando incendios”; deben ser “lo suficientemente valientes para pasar a la ofensiva, encender el fósforo y comenzar una quema prolongada y controlada”.
“Decadentes y sin raíces, estas instituciones sólo sirven como refugio para nuestra élite corrupta (…) Mientras tanto, bloquean la luz y absorben los nutrientes necesarios para que crezcan nuevas instituciones estadounidenses. Para que Estados Unidos vuelva a florecer, no necesitan ser reformadas; necesitan ser quemadas”, insiste Roberts.
En ese escenario, el presidente de la Heritage Foundation plantea la lista de instituciones que deberían ser “quemadas”: “Todas las universidades de la Ivy League, el FBI, el New York Times, el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, el Departamento de Educación, el 80% de la educación superior ‘católica’, BlackRock, el sistema de escuelas públicas del condado de Loudoun, los Boy Scouts de Estados Unidos, la Fundación Bill y Melinda Gates, el Foro Económico Mundial, el Partido Comunista Chino y la Fundación Nacional para la Democracia”.
Roberts no ofrece más detalles sobre los requisitos para su lista, pero sí incluye un nombre que puede resultar chocante para los lectores de derecha: BlackRock, una importante firma financiera, ha sido un inversor clave en Trump Media & Technology Group, la empresa de redes sociales del presidente electo. Larry Fink, el multimillonario cofundador de BlackRock, ha sido vinculado con un nombramiento como secretario del Tesoro durante el gobierno de Trump, consigna The Guardian.
J. D. Vance respalda las ideas de Roberts como una “visión fundamentalmente cristiana de la cultura y la economía” y un camino “sorprendente, incluso discordante” para los conservadores, según escribe el ahora vicepresidente electo en el prólogo del libro. “Nunca antes una figura de la profundidad y la estatura de Roberts dentro de la derecha estadounidense había intentado articular un futuro genuinamente nuevo para el conservadurismo... Ahora todos nos estamos dando cuenta de que es hora de cerrar filas y cargar los mosquetes. En las luchas que nos aguardan, estas ideas son un arma esencial”, plantea.
En el prólogo, Vance encuentra paralelos entre su educación y la de Roberts, y entre sus visiones de lo que necesita Estados Unidos. Ambos crecieron en familias pobres en partes del país “en gran medida ignoradas por las élites estadounidenses”: Roberts en Louisiana, y Vance, en Ohio y Kentucky. Ambos son católicos, con Vance como un converso en su vida adulta. Ambos tuvieron abuelos que desempeñaron un papel importante en su educación. Ahora ambos están en Washington DC, con Roberts “a solo unos pasos” de la oficina de Vance.