El presidente surcoreano destituido admite haber ordenado el envío de tropas a la Comisión Electoral

El presidente destituido de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha admitido este martes durante su comparecencia ante el Tribunal Constitucional que ordenó el despliegue de tropas en las oficinas de la Comisión Nacional Electoral durante la polémica ley marcial decretada el pasado mes de diciembre y que ha llevado a su cese.

Yoon ha justificado el envío de estas tropas por considerar que existían acusaciones de fraude electoral que ponían en peligro la estabilidad y democracia surcoreanas. Así se ha pronunciado durante la que es ya la quinta vista judicial ante la corte, que estudia si ratificar su destitución o si restituirle, por contra, en el cargo.

No obstante, ha vuelto a negar que pidiera a los comandantes del Ejército irrumpir aquel día en la sede del Parlamento para llevarse a la fuerza a los diputados de la oposición en un intento por bloquear la votación sobre la ley marcial y lograr su completa imposición.

“Pedí al ministro de Defensa, Kim Yong Hyun, que enviara las tropas a la sede de la comisión, pero no buscaba llevar a cabo investigación alguna sino revisar el funcionamiento del sistema”, ha explicado Yoon, que ha añadido que dicha orden fue emitida días antes de declarar la ley marcial y tras abordar el asunto con Kim.

“Cuando trabajé como fiscal vi muchas papeles falsas, lo cual me resulta incomprensible. Ya llevaba mucho tiempo pensando en estos posibles problemas de fraude electoral”, ha manifestado antes de volver a poner en tela de juicio la credibilidad de la comisión ante posibles ciberataques supuestamente perpetrados por ‘hackers’ norcoreanos.

Sin embargo, la Comisión Electoral ha rechazado estas acusaciones, las cuales considera que carecen de consistencia alguna, y ha vuelto a tildar de ilegal el despliegue de tropas en sus dependencias.

Yoon, que hace frente a cargos por presunta incitación a la insurrección y abuso de poder, sigue detenido a medida que avanza la investigación en su contra por haber planeado, además, el arresto de figuras relevantes de la política surcoreana tras haber acusado a la oposición de mostrar su “connivencia” con las autoridades norcoreanas al presentar mociones de destitución contra altos cargos del Gobierno y probar de forma unilateral --y debido a que cuentan con la mayoría en la Cámara-- medidas presupuestarias.