El proceso de globalización es irreversible
ESPECIAL 70 AÑOS LT: VERDADES QUE YA NO SON
Según Ian Bremmer, autor de Us vs Them, the failure of globalization, este proceso está en riesgo. Varios de sus problemas, asegura, se agravaron con la pandemia, pero la principal razón es la guerra tecnológica entre China y Estados Unidos.
Ian Bremmer, escritor y presidente de Eurasia Group: “Hoy no podemos asegurar que la globalización es un fenómeno que se mantendrá en el futuro”
“Es la hora de la revolución local... Los países ya no son naciones, son mercados. Las fronteras se están eliminando... cualquiera puede venir a nuestro país... esto diluye nuestra identidad cultural”. Con esa cita de Marine Le Pen parte el último libro de Ian Bremmer, Us vs Them, the failure of globalization (Nosotros contra ellos, el fracaso de la globalización). Y no es casualidad. Allí se condensan todos los temores que han puesto en cuestión el proceso de globalización.
Pero el libro fue escrito en 2018 y desde entonces mucha agua ha pasado bajo el puente. Por eso, hoy la pregunta es aún más válida: ¿En qué estado está hoy la globalización? Desde Nueva York, Bremmer, uno de los más reconocidos analistas internacionales, aceptó conversar con La Tercera para abordar ese tema y explicar porqué, lo que hace algunos años parecía un fenómeno irreversible, hoy está seriamente cuestionado.
Las protestas de los últimos años y especialmente la pandemia parecen haber ahondado la crisis de la globalización. ¿Está de acuerdo con ello? ¿Cree que el futuro de la globalización está en riesgo?
Creo que algunas partes están en riesgo y se aceleraron con la pandemia. Hay dos grandes cosas que están cambiando. La primera es que tenemos una Guerra Fría tecnológica entre Estados Unidos y China. Los chinos no dejan operar a compañías estadounidenses clave en China, como Amazon, Google, Facebook y los estadounidenses están haciendo lo mismo. EE.UU. asegura que las compañías chinas son riesgosas por razones de seguridad nacional y les dice a sus aliados que tampoco las usen, empezando por el 5G y aplicaciones de inteligencia artificial. Esa es una parte importante de la globalización. Piensa en el uso de la world wide web, donde todos operaban en un solo sistema. Hoy éste se encuentra crecientemente dividido por razones políticas y pasamos de un G-0 a un T2, con dos superpoderes tecnológicos. Eso es muy importante. Eso no acaba con la globalización, pero sí significa que algunas de las compañías más importantes en el campo de la innovación no tienen acceso a datos globales y a mercados globales.
Y ¿cuál es el segundo factor?
El segundo punto es que a partir de toda la disrupción producida por la tecnología hay una gran cantidad de trabajos que también se están viendo alterados, que no volverán. La mayoría de los CEO aseguran que pueden hacer incluso más dinero en los próximos cinco o 10 años con menos personas. Una de las grandes razones por las que la globalización explotó fue porque desplazaba el trabajo desde las democracias occidentales a otros países donde el trabajo era más barato. Pero si no tienes necesidad de trabajo entonces no hay razón para tener tu fábrica global o tu producción en China. No hay razón para externalizar tus servicios, por ejemplo, a India. Eso también reduce la globalización. Pero hay un tercer factor. Tienes a muchas personas al interior de los países, de clase trabajadora y clase media, que siente que el libre comercio no los beneficia y no lo apoyarán. Ellos quieren una mejor distribución de la riqueza y van a sumar apoyo para que empresas nacionales inviertan en casa. Vemos algo de eso en varios países a lo largo del mundo, incluyendo Estados Unidos. Yo sigo pensando que se obtiene todo tipo de ventajas al comerciar en el mundo y que pese a todo la globalización continuará. Pero estos son grandes cambios.
Y ¿cree que la pandemia está acelerando este proceso?
Lo está acelerando porque está haciendo más poderosas a las empresas de tecnología. Si las empresas de tecnologías se vuelven más poderosas y aceleran la alteración de la globalización, también se aceleran los trabajos perdidos, se acelera el abandono de las compañías de ladrillos y la economía real se mueve hacia una economía digital. Como se sabe la pandemia afecta más a los sectores más pobres de la sociedad, esas son las personas que no pueden mantener la distancia social, que no pueden perder sus trabajos y, por ello, crece la rabia. Esa desigualdad llevará más respaldo a políticas que no apoyen la globalización. Esa es una de las razones, por ejemplo, de que si bien Biden es uno de los arquitectos del TPP no tratará de apoyarlo ahora. Cuando pase la pandemia -y eso va a pasar, vamos a tener vacunas en cosa de meses- la situación va a mejorar, pero los problemas generales de los que hablé al principio no desaparecerán.
¿Usted dice que una vez que asuma la presidencia de EE.UU. Joe Biden no va a apoyar el TPP?
Creo que a él le encantaría, pero no hay manera de que con el actual Partido Demócrata, que se ha corrido hacia la izquierda, lo logre.
El nacionalismo ha sido otro factor que puso en cuestión la globalización. ¿Cree que éste seguirá aumentando?
Depende de donde se mire. Sin duda en Estados Unidos donde Trump dice que la elección se la robaron, va a haber mucha más confrontación y nacionalismo. En Europa, donde los países se pusieron de acuerdo y ofrecieron importantes medidas de alivio creo que el nacionalismo se reducirá y el escepticismo se reducirá. En Japón nunca ha sido un gran problema después de la Segunda Guerra Mundial, pero en China sí lo es. Xi Jinping, especialmente con la reacción que vemos contra China globalmente, creo que alimentará mucho el nacionalismo. Lo vemos en las relaciones con Estados Unidos, lo vemos en Hong Kong, lo vemos con Taiwán. Hay nacionalismo en India también, en Turquía, en Rusia. Creo que hay muchos países en el mundo donde veremos más nacionalismo.
¿La derrota de Trump limitará el creciente proteccionismo que se había visto en los últimos años o estamos frente a un asunto mucho más estructural?
Escribí sobre el G-0 hace 10 años y eso fue mucho antes de Trump. Obama quiso aprobar el TPP, pero fracasó. Y eso fue antes que de Trump se retirara del tratado. Había mucha oposición porque la desigualdad en Estados Unidos ha crecido mucho durante décadas y porque la gente está enojada con las guerras en Irak y Afganistán y porque las instituciones políticas en Estados Unidos se han erosionado y no se perciben tan legítimas para cumplir sus objetivos como sucedía en el pasado. Creo que todo eso generó mayor apoyo a la política de America First. Biden no va apoyar esa política, pero va a estar limitado por esas presiones.
Hoy no podemos asegurar entonces que la globalización es un fenómeno que seguirá creciendo.
No, no podemos asegurar eso, no cuando el futuro de la tecnología se está dividiendo en dos y la importancia de eso se va a expandir. Si no podemos encontrar una forma de trabajar juntos con los chinos en el ámbito de la tecnología no podemos decir que en el futuro la globalización se mantendrá como ha sido hasta ahora.
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