Un día después del balotaje chileno que convirtió en presidente electo a Gabriel Boric, América Latina comienza a sacar cuentas sobre el futuro de sus liderazgos, en lo que algunos analistas coinciden podría ser el inicio de un nuevo periodo político.
Hace 10 años, la región vio la cúspide de la llamada marea rosa o pink tide, cuando todo el mapa latinoamericano estaba teñido por gobiernos progresistas, con la excepción en ese momento de México, Honduras, Panamá, Colombia y Chile. Tras años de declive y después de una serie de estallidos sociales durante sus administraciones, la izquierda perdió terreno. Sin embargo, el triunfo de Boric se suma a la reciente llegada al poder de Alberto Fernández en Argentina (2019), Luis Arce en Bolivia (2020) Pedro Castillo en Perú (2021).
Y el próximo año otros dos países sudamericanos podrían cambiar de signo político. En 2022, Brasil y Colombia vivirán unas elecciones clave en las que los sondeos sugieren una alta probabilidad de giros a la izquierda tras Ejecutivos conservadores. De concretarse, el próximo año Sudamérica podría tener siete países con gobiernos izquierdistas.
Desde la noche del domingo, las figuras de izquierda latinoamericana celebraron el regreso de Chile al club, al que actualmente pertenecen ocho países de América Latina. El mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que fue electo en 2018 y estará en el cargo hasta 2024, saludó al diputado de Magallanes durante la conferencia “mañanera” de ayer, asegurando que “nuestra alegría es inocultable por el triunfo en Chile. Ya lo felicité en la mañana”. A juicio de expertos, esto abre la puerta a una mayor cercanía con el gobierno chileno entrante que asumirá en marzo.
El peronismo que volvió a la Casa Rosada en 2019 de la mano de Alberto Fernández y Cristina Kirchner también se cuadró ante Gabriel Boric. Según el diario argentino Clarín, el Presidente Fernández habló por al menos 10 minutos con el líder chileno, conversación en la que se presentó como “un amigo” y lo invitó a que el primer viaje al extranjero sea hacia Buenos Aires, convocando a “fortalecer los lazos de hermandad que unen a nuestros países”.
Además, en las últimas horas se viralizó entre los argentinos un antiguo tuit del candidato electo de Apruebo Dignidad. En 2013, el entonces embajador británico en Chile, Jon Benjamin, se refirió en la red social a “una linda foto del pleno verano en las Islas Falkland con sus pingüinos felices!”. El comentario fue refutado por Boric en esa oportunidad, tras señalar: “Malvinas viejo, Malvinas Argentinas”. “Un orgullo que el nuevo presidente de la hermana República de Chile defienda la soberanía argentina sobre Malvinas. ¡América Latina unida!”, celebró Daniel Filmus, Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina, según consignó ayer el diario Página/12.
Desde Bolivia, el mandatario Luis Arce y el expresidente Evo Morales aplaudieron la elección de Boric señalando que “fortalece la democracia latinoamericana”. De acuerdo con la agencia EFE, la victoria del magallánico despierta interés en La Paz por lo que podría representar una nueva etapa en las difíciles relaciones bilaterales por la afinidad ideológica con el Movimiento al Socialismo (MAS).
Este año, Perú, Nicaragua y Honduras celebraron elecciones presidenciales. Mediante una segunda vuelta, el 6 de junio, Pedro Castillo dio la sorpresa al ganar el sillón presidencial peruano y en las últimas semanas logró revertir una moción de vacancia en el Congreso. El 7 de noviembre pasado, Daniel Ortega ganó su quinto mandato, en medio de duras críticas internacionales a la legitimidad del proceso electoral ante la persecución y detención de sus competidores. Justamente, durante la campaña, Boric condenó al orteguismo acusando un “autoritarismo familiar”. Y finalmente, el 28 de noviembre, la izquierdista Xiomara Castro se impuso en las urnas y en enero se convertirá en la primera mujer presidenta de Honduras.
Aún con la permanencia de Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores de Venezuela y el “heredero” de los Castro, Miguel Díaz-Canel, en el poder en Cuba, para el politólogo brasileño Alberto Aggio “no estamos ante una nueva versión de la marea rosa”. “Como metáfora, lo que vemos es una planta distinta. No es la primera versión de la ola rosa, que era una suerte de tradición un poco rara del castrismo guevarismo, con Hugo Chávez a la cabeza. Yo creo que Boric debe presentarse simbólicamente, como es el memorial de América Latina en Sao Paulo, Brasil, que se hizo cuando se acabó la dictadura. O sea, una Latinoamérica democrática. Estamos ante un nuevo florecer”, afirmó el experto.
Después de la destitución de la exmandataria brasileña, Dilma Rousseff en 2016, las posteriores victorias de la derecha en la región llegaron rápidamente. En agosto de 2018, asumió Iván Duque en Colombia y días después lo hizo Mario Abdo Benítez en Paraguay; Jair Bolsonaro arribó al Palacio de Planalto el 1 de enero de 2019; después fue el turno de Uruguay, con la llegada, el 1 de marzo de 2020, de Luis Lacalle Pou, y de Guatemala, con Alejandro Giammattei. Finalmente, este año, se sumó Ecuador, país que optó por posicionar como presidente a Guillermo Lasso, después de 14 años de correísmo.
Durante este período de gobiernos de derecha nacieron instancias regionales, como el Grupo de Lima en 2017 -que logró reunir hasta 14 países para buscar una salida pacífica a la crisis venezolana- y el Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur) -con nueve integrantes- en 2019, lo que debilitó a iniciativas previas, como el Foro de Sao Paulo y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Elecciones clave para 2022
En este resurgimiento de gobiernos izquierdistas en la región, dos citas electorales se robarán las miradas durante el próximo año. El miércoles, Colombia emitirá la lista oficial de candidaturas aceptadas y desde el 13 de enero iniciará la campaña en la que los colombianos acudirán al menos dos veces a las urnas, primero para las legislativas y después para las presidenciales del 29 de mayo de 2022.
Un sondeo de Invamer publicado la primera semana de diciembre señala que el senador y líder del partido Colombia Humana, Gustavo Petro, alcanza un 42% de intención de voto. Su mayor competidor es del exalcalde de Medellín, Sergio Fajardo, con un 18%. En el caso de una segunda vuelta, en todos los escenarios Petro sale victorioso frente a candidaturas de centroderecha. “El triunfo del progresismo chileno marca el fin de la era Pinochet, y para América Latina el fin de un sistema de ideas neoliberal que convirtió los derechos de las gentes en negocios de particulares poderosos”, defendió Petro en un mensaje con elogios para Gabriel Boric.
Según la revista Semana, el diputado chileno Miguel Crispi, cercano al presidente electo chileno, en una entrevista con la emisora Blu Radio comparó el “fenómeno Boric” en Chile con el “fenómeno Petro” en Colombia. “Nos parece que hay una necesidad de fortalecer el vínculo con otros países de la región y que no ande cada uno en la suya. Esperamos que le vaya muy bien a Petro”, apuntó Crispi.
En uno de los comicios más esperados en la región, el 2 de octubre de 2022, Brasil decidirá entre la reelección del ultraderechista Jair Bolsonaro o el regreso de Luiz Inácio Lula da Silva. En una fotografía donde lució un sombrero de la campaña del candidato de Apruebo Dignidad, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) felicitó al “compañero Boric”, en lo que la prensa brasileña catalogó como un mensaje con cierto tono de paralelismo.
El excandidato presidencial del PT, Fernando Haddad, utilizó sus redes sociales para señalar: “Boric es parte de la generación de chilenos que salieron a las calles a luchar por acceso a la educación superior. Fue una inspiración para el trabajo del MEC (Ministerio de Educación) en el gobierno de Lula, impulsado aquí por el movimiento negro y estudiantil. Eligieron a Boric, elegirán a Lula”.
En las últimas semanas, Lula no solo ha sido destacado por su poderío electoral en las encuestas, sino también por haber realizado una gira internacional en la que comenzó a tejer alianzas a nivel latinoamericano, que incluyó un acto masivo en Buenos Aires, que incluyó la presencia de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y el expresidente uruguayo, José “Pepe” Mujica. Un sondeo de Ipec, realizado entre el 9 y 13 de diciembre, apunta a que el exmandatario brasileño obtendría entre un 48%-49% de votos frente a un 21%-22% de Bolsonaro, mientras una encuesta de Datafolha vaticina un 47%-48% para Lula y un 21%-22% para el actual mandatario brasileño.
Si el próximo año Colombia y Brasil -países con altos niveles de descontento con las políticas actuales y que durante la pandemia profundizaron sus divisiones internas desatando masivas movilizaciones- giran a la izquierda , instancias como el Grupo de Puebla -activo desde 2019 y que reúne a representantes de la izquierda latinoamericana- podrían recibir un espaldarazo que los transforme en un nuevo mediador en la región, sostienen los analistas.