Este domingo, las mujeres presentadoras y periodistas de todos los canales de televisión afganos salieron al aire con sus caras cubiertas, siguiendo así las órdenes del régimen talibán. Esto, debido a una orden del Ministerio de la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio, donde se estableció que no había espacio a discusiones.

Luego de la toma de Kabul por parte de los talibanes el año pasado, se pensó que el régimen fundamentalista sería más flexible respecto de los derechos de las mujeres que durante su primer periodo, entre 1996 y 2001. Sin embargo, luego de que hace dos semanas se instaurase la obligatoriedad de la burka, con castigos para los hombres familiares de quien viole la normativa, aquellas especulaciones han sido rápidamente descartadas.

Una mujer recibiendo una ración de aceite en la fila de un grupo humanitario en Kabul. Foto: AP

La orden de que la mujeres que trabajen en televisión usen velos fáciles vino de parte del Ministerio de la Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio, firmado por el viceministro y los talibanes, además del Ministerio de Información y Cultura. El canal Tolo News, uno de los más importantes del país asiático, hizo pública la decisión el jueves pasado, señalando que el documento se refería a la orden como “final y no negociable”.

El comunicado fue enviado al grupo Moby, que es el dueño de Tolo y una variedad de medios tanto televisivos como radiales. El tuit también indicó que la decisión corría para todos los medios afganos. Asimismo, según The Guardian, el empleado de un medio local confirmó que su estación había recibido la orden, y que no había margen para discusión alguna. Junto con decir que su medio no tenía otra opción, el empleado señaló que hablaría con la condición de que no se especificara ni su estación ni a él mismo, por el miedo a tener problemas con las autoridades.

En un principio, algunas de las presentadoras televisivas desafiaron el decreto manteniendo sus caras visibles. Una contó a BBC que, a causa de esto, sus empleadores habían acusado presiones.

Thamina Usmani, periodista de Tolo News, durante una transmisión en vivo. Foto: AP

Hasta el momento, el uso de hijab y velos para cubrir la cabeza eran normales entre las mujeres en los boletines de noticias y otros programas, en los canales como Tolo News, Ariana Television, Shamshad TV y 1TV. La presentadora de Tolo News, Farida Sial, contó a la BBC: “Está bien, somos musulmanas, vestimos hijab y nos tapamos el pelo, pero es muy difícil para un presentador el esconder su cara durante dos o tres horas consecutivas y hablar así”.

Sial también hizo un llamado para que la comunidad internacional ponga presión sobre el régimen talibán, y se pueda revertir el decreto. “Quieren borrar a las mujeres de la vida social y política”, indicó la periodista.

Sonia Niazi, también de Tolo News, habló con la agencia AFP. “Hemos resistido, y estamos en contra de usar el velo en la cara”, indicó, señalando que su canal había sido presionado, y que las presentadoras mujeres deberían ser movidas a otros trabajos o despedidas si es que no se cuadraban con la norma.

Otra periodista afgana, que pidió no ser nombrada, señaló a la BBC: “Hoy es un día negro para las mujeres de mi país”. Un alto funcionario de televisión indicó que muchas mujeres presentadoras temen que el siguiente paso sea que las saquen del aire completamente.

Durante el primer mandato de los talibanes, entre 1996 y 2001, se impuso una gran cantidad de restricciones a las mujeres afganas, obligándolas a vestir burkas que las cubriesen de cuerpo y rostro entero, a excepción de una malla que cubriese los ojos. En ese entonces, se retiró a las mujeres de toda la vida pública, dejándolas sin posibilidad de acceso a la educación.

Gran parte de los musulmanes en el mundo no considera como parte obligatoria de su religión el que las mujeres cubran sus rostros en público, y en un principio los talibanes parecían haber adoptado un enfoque más flexible, luego de tomar el poder del país. Ahora, sin embargo, el régimen ha ido imponiendo restricciones cada vez más severas en las vidas de las mujeres, estando entre estas el separar el uso de los parques públicos por días y hacer ilegal el hacer viajes largos sin un hombre que las acompañe.