Este domingo los franceses volverán a las urnas en el marco de las elecciones municipales, que serán clave para entregar señales de los apoyos a los partidos políticos, de cara a las próximas elecciones presidenciales de 2022. En esta intensa campaña es que la figura de la política de ultraderecha ha reaparecido. Marine Le Pen, que fue la rival de Emmanuel Macron para las presidenciales de 2017, tuvo una importante figuración durante aquel período, en especial debido a sus polémicos dichos sobre la inmigración. Y su figura pretende mantenerse nuevamente en primer plano, puesto que en enero anunció que presentará su candidatura para 2022.
“En Francia no daría un trabajo a un español si lo puede cubrir un francés”; “Creo que el matrimonio está reservado para una mujer y un hombre. Que es así como se han construido nuestras sociedades, que es lo que ha preservado el equilibrio de nuestra civilización”, fueron algunas de las frases que la líder del partido Agrupación Nacional mencionó ese año.
Así, su discurso hoy sigue con las mismas ideas, lo que se ha demostrado en recientes apariciones públicas, como un discurso en un evento de campaña este fin de semana en Marsella, donde un senador de su partido, Stéphane Ravier, es el candidato a la alcaldía.
Sin embargo, sus palabras no convencieron a los asistentes, según cuenta Le Monde, ya que sus éstas se enfocaron exclusivamente en el tema migración, y no en las temáticas que aquejaban a los ciudadanos. De hecho, en el encuentro, la actual diputada francesa advirtió sobre “los vínculos entre la inmigración masiva y la delincuencia”.
Marine Le Pen exige una suspensión inmediata de los acuerdos de Schengen, asegura que Frontex, la guardia en las fronteras, son “anfitriones para acoger a los migrantes”. Frente a la situación de Turquía, señaló que es “un país asiático que quiere islamizar a Europa”, y criticó una “Unión Europea que le dio las llaves”.
Hoy mismo, la líder ultraderechista hizo un llamado a la Unión Europea a “amenazar” con sanciones al Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan y a Emmanuel Macron para “restaurar nuestras fronteras”.
Frente a la epidemia por el coronavirus que enfrenta al mundo, y que tiene a Europa con altas cifras de contagiados, la excandidata francesa también ha esgrimido opiniones. Según el diario Le Figaro, cuando casi todos los líderes del partido mostraban su confianza en la acción de Macron ante la crisis del coronavirus, Marine Le Pen ha preferido culparlo por la “falta de anticipación”. “El gobierno ha tratado de minimizar esta crisis de salud”, señaló esta mañana.
Sobre este mismo tema también ha señalado que “me sorprendió ver que la Unión Europea, que no ha dicho una palabra sobre este asunto, por lo que no sabemos para qué sirve, lo único que ha hecho es condenar aquellos que considerarían dominar las fronteras, incluso temporalmente. Esto demuestra la fuerza de la ideología, casi de la religión sin fronteras de los líderes de la Unión Europea”.
A dos años de las próximas elecciones, Le Pen ya adelanta que la migración volverá a ser su principal batalla, con el objetivo de imponer mayores restricciones para ella.
Con todo, luego de que los comicios de 2017 demostraran un éxito sin precedentes para la dirigente ultraderechista, Le Pen espera superar el 33,9 % que consiguió en la segunda vuelta, frente al 66,1% de Macron. Incluso ha querido renovar la imagen de su partido con un cambio de nombre al antiguo “Frente Nacional”.
De hecho, un sondeo publicado en noviembre por el Le Journal du Dimanche, ubicaba a Macron y Le Pen en un empate, con un 27 o 28% de intenciones de voto en la primera vuelta de la próxima elección presidencial. Según el barómetro anual Kantar-OnePoint para “Le Monde” y Franceinfo, de fines de febrero y principios de marzo, el 56% de los franceses cree que el partido de Le Pen podría algún día llegar al poder.