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El rockero de Mali que se convirtió en el líder de Al Qaeda en África Occidental

Iyad ag Ghali perteneció a la famosa banda Tinariwen, que incluso participó en la inauguración de la Copa Mundial de Fútbol de 2010, pero su vida sufrió un giro y se convirtió en líder yihadista. La CPI lo acusó de crímenes de guerra y lesa humanidad.

Una captura de imagen, tomada el 25 de junio de 2016, de un video publicado por el líder del grupo islamista Ansar Dine, Iyad Ag Ghaly, muestra a Ag Ghaly reiterando amenazas contra Francia y la misión de paz de las Naciones Unidas en Mali. Foto: AFP HANDOUT

La vida de Iyad ag Ghali, un tuareg de Mali, ha sufrido un vuelco radical, pasó de dar forma al sonido de Tinariwen, la mundialmente famosa banda de blues que pasó de ganar un Grammy y tocar junto a leyendas del rock, a liderar una de las franquicias de Al Qaeda más mortíferas del mundo. El mismo desierto que una vez bailó al son de su música ahora tiembla bajo su mando.

Proviene de la tribu ifoghas y de la región de Kidal, en el noreste de Mali, según el diario The Wall Street Journal, tenía nueve años cuando su padre, una prominente entre las familias tuareg, fue asesinado en el levantamiento. Al crecer, Ag Ghali se unió a una legión de voluntarios tuareg, bajo el patrocinio del líder libio Muamar el Gadafi, en busca de la independencia de Mali.

El diario indicó que Gadafi utilizó a los tuareg para promover sus propias ambiciones geopolíticas. En 1980, le pidió a Ag Ghali que supervisara a los reclutas tuareg en un campamento cerca de Trípoli, Libia. Entre los voluntarios había músicos, entre los que estaba Ibrahim ag Alhabib, fundador de la banda Tinariwen, a quien le gustaba escuchar a Elvis, James Brown y músicos pop árabes.

Finalmente se separó de Gadafi, porque el líder libio había puesto en primer lugar sus propios intereses sobre la independencia tuareg. Así, en junio de 1990, Ag Ghali y sus combatientes abandonaron Libia y se infiltraron en Mali, donde cantaban por las noches. Después de las victorias iniciales en el campo de batalla, Ag Ghali negoció una paz en 1991 que condujo a una mayor autonomía tuareg respecto de las autoridades malienses.

El líder del grupo islamista Ansar Dine, Iyad Ag Ghaly (der.), habla junto al ministro de Asuntos Exteriores de Burkina Faso, Djibrille Bassole (izq.), el 7 de agosto de 2012 en el aeropuerto de Kidal, al norte de Mali. Foto: AFP ROMARIC HIEN

En 1999, instó al manager de Tinariwen, Manny Ansar a organizar conciertos de música tuareg, que finalmente se transformaron en el Festival en el Desierto. Ese año, un grupo de predicadores pakistaníes vestidos de blanco llegó al norte de Mali y tuvieron gran influencia en Ag Ghali con su mensaje de extremismo islámico, quien cambió drásticamente su actitud, dedicó más tiempo a rezar, leer el Corán, se dejó crecer la barba y comenzó a usar túnicas blancas.

Así, sus dos facetas coexistieron por algún tiempo y de a poco la popularidad del grupo fue creciendo e incluso tocaron en vivo en el Concierto de Inauguración de la Copa Mundial de la FIFA 2010 en Sudáfrica, donde había distintos artistas como Alicia Keys o Shakira.

Con Bono

Entonces, la banda actuó ante una bandera argelina, lo que llevó a muchos a creer que representaban a la selección argelina, señaló la página oficial de la banda. En 2011, Tinariwen lanzó Tassili, el álbum que ganó un Grammy y al año siguiente Ag Ghali tocó con Bono de U2 en el último Festival del Desierto celebrado en las fueras de Tombuctú.

Según la BBC, entre finales de 2007 y principios de 2010 ocupó un puesto en el consulado de Malí en Yedda, Arabia Saudita, aunque en ocasiones durante este período se informó que se encontraba en Malí y otros lugares negociando liberaciones de rehenes. Varios informes de prensa malienses indican que dejó este puesto después de que Arabia Saudita lo declarara persona non grata por tener contactos con elementos terroristas.

Iyad Ag Ghali, líder del grupo islámico Ansar Dine (izq.), observa en el aeropuerto de Kidal antes de reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores de Burkina Faso, Djibrille Bassole, el 7 de agosto de 2012. Foto: AFP ROMARIC OLLO HIEN

Cuando el líder libio Gadafi fue derrocado en 2011, los combatientes tuareg abandonaron Libia y llegaron a Mali. The Wall Street Journal indicó que “muchos jóvenes tuareg se volvieron contra Ag Ghali, considerándolo un vendido que vivía en el lujo y se alineaba con el gobierno de Mali. Marginado por sus antiguos compañeros, Ag Ghali fundó su propio grupo militante islamista”.

Se trataba de Ansar Dine o Defensores de la Fe. “Esto podría verse como una respuesta a los reveses que experimentó en la lucha interna por el poder tuareg, pero junto a este nacionalismo tuareg también se puede rastrear el desarrollo de fuertes creencias religiosas”, escribió la BBC.

En 2012, mientras los combatientes Tuareg e islamistas arrasaban en el norte de Mali, las fuerzas de Ghali tomaron ciudades clave. De hecho, Tombuctú, cayó bajo la bandera de Ansar Dine. Cuando Francia intervino en 2013 expulsando a los yihadistas de las ciudades, Ghali se retiró a las montañas.En 2017, Ghali resurgió con una agenda más amplia. Fusionó varios grupos vinculados a Al Qaeda en Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM) y se autoproclamó su emir y lo presentó como un grupo más razonable que el Estado Islámico.

Los combatientes de JNUM lanzaron ataques mortales contra soldados y civiles por igual. Emboscaron convoyes, colocaron artefactos explosivos improvisados e impusieron impuestos a aldeas enteras. Según The Times of India, el caos desatado por la guerra que Ghali ha generado incluso ha derrocado gobiernos. Mali, Burkina Faso y Níger han sido testigos de golpes de Estado desde 2020, con juntas militares cuyas políticas, a menudo, benefician Ag Ghali.

Ahora llegaron mercenarios rusos de Wagner, cuya brutalidad ha provocado que la población local se vuelva aún más contra las fuerzas estatales. Ghali, al ver las consecuencias, se ha posicionado como un protector del pueblo, pero hace emboscadas y extorsiona a las comunidades. Con más de 70 años tiene una orden de arresto de la Corte Penal Internacional, emitida en agosto, en la que se le acusa de crímenes de guerra y de lesa humanidad. Mientras, indicó The Wall Street Journal, su expanda sigue tocando e incluso ha hecho una gira por Estados Unidos.

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