Durante 11 años fue ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia y parte del círculo de hierro del expresidente Evo Morales. David Choquehuanca estuvo a un paso de transformarse en el candidato presidencial del MAS impulsado por las bases, pero finalmente la decisión giró hacia Luis Arce.
Con 59 años de edad, el compañero de fórmula de Arce habría sido clave en la victoria electoral del domingo, ya que fue la conexión del partido con “el mundo andino”. Antes del exilio, Morales era el vínculo con los movimientos indígenas, pero ahora la tarea recayó en el político aymara. Según el diario El País, Choquehuanca -un moderado que impulsa la erradicación del racismo- fue visto como el “sucesor natural” de Evo, pero este lo alejó del Palacio Quemado en 2017 para asegurar su propia candidatura.
La influencia del excanciller se plasmó en diversas charlas que dio en sectores populares indígenas. Las “disputas” que mantuvo cuando era ministro con el exvicepresidente Álvaro García Linera, de cuya figura difiere diametralmente, lo habrían beneficiado.
El diario paceño Página Siete señala que Choquehuanca llevó a cabo diálogos con Felipe Quispe, que asumió el liderazgo de los bloqueos carreteros en agosto y que días previos a las elecciones aseguró que votaría por el MAS para respaldar a Choquehuanca, lo que habría motivado a los votantes descontentos.
Además, la presidenta del Senado, Eva Copa, aseguró que el excanciller generó una “reconciliación con el área rural”.