El Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, autorizó el domingo a los cuerpos de seguridad a usar “la fuerza letal” para combatir a pandilleros en el empobrecido país centroamericano en medio de una inusual ola de violencia.

El Salvador registró el viernes 24 homicidios atribuidos a las pandillas llamadas “maras” y se convirtió en la jornada más sangrienta desde que Bukele asumió su mandato el 1 de junio de 2019.

El domingo fueron reportados otros 16 crímenes.

Bukele aseguró que las pandillas están aprovechando que la policía y el Ejército se encuentran avocados en contener la pandemia del coronavirus en el país para cometer delitos, por lo que dijo que iba a destinar mayores esfuerzos para “combatirlos”.

“La policía y la Fuerza Armada deberán priorizar el resguardo de sus vidas, de sus compañeros y de los ciudadanos honrados. El uso de la fuerza letal está autorizado para defensa propia o para la defensa de la vida de los salvadoreños”, escribió Bukele en su cuenta de Twitter. El mandatario salvadoreño de 38 años prometió a policías y soldados que el Gobierno se encargará de la defensa legal de quienes sean procesados por “defender la vida”.

El Gobierno también decidió aglutinar el domingo a miembros de pandillas rivales en celdas comunes en un intento por cortar la comunicación entre sus integrantes. Bukele ordenó el viernes el confinamiento de todos los pandilleros, enviar a los cabecillas a encierro solitario y suspender todas las actividades en las prisiones.

Durante el fin de semana, las autoridades realizaron además requisas en al menos cinco cárceles. En todo el sistema de cárceles están recluidos unos 12.862 pandilleros, informó la Dirección de Centros Penales.