Mientras el National Mall de Washington se llenaba este martes de banderas norteamericanas para preparar la ceremonia que transformaría este miércoles a Joe Biden en el 46º Presidente de EE.UU., Donald Trump no se veía por lado alguno. Sin apariciones públicas en casi dos semanas, la última vez que se lo divisó fue durante la tarde del 6 de enero, cuando llamó a la calma tras la violenta irrupción de un grupo de manifestantes en el Capitolio, en Washington.
Según la agencia The Associated Press, el Mandatario saliente pasó su último día en el cargo encerrado en la Casa Blanca junto a sus asesores. Pero durante la tarde el silencio de Trump se interrumpió. La Casa Blanca subió un video del Presidente emitiendo un mensaje de despedida, donde además de agradecer a los estadounidenses por confiar en su gestión, a su señora, Melania -que emitió un mensaje de despedida el lunes-, y al vicepresidente Mike Pence y su familia, repasó lo que, según él, fueron los mayores logros de su administración. “Arreglamos nuestros acuerdos comerciales rotos, nos retiramos de la horrible Asociación Transpacífica y del imposible Acuerdo Climático de París”, dijo en el video de 20 minutos de duración. Además, señaló que está “especialmente orgulloso de ser el primer presidente en décadas que no se ha involucrado en nuevas guerras”.
Sorpresivamente, también llamó a rezar por el gobierno de Biden, a quien todavía no felicita por haber ganado las elecciones. “Esta semana, inauguramos una nueva administración y oramos por su éxito en mantener a Estados Unidos seguro y próspero”, afirmó Trump.
Con respecto a la pandemia, Trump destacó la rapidez con la que su gobierno apoyó la producción de vacunas, tildándolo de “milagro médico”. “Otra administración habría llevado tres, cuatro, cinco, tal vez incluso hasta 10 años para desarrollar una vacuna. Lo hicimos en nueve meses”, dijo el Mandatario.
“Salgo de este majestuoso lugar con un corazón leal y alegre, un espíritu optimista y una confianza suprema de que para nuestro país y para nuestros niños, lo mejor está por llegar”, expresó, asegurando que “el movimiento que empezamos acaba de empezar”.
El último día de Trump a la cabeza del gobierno no estuvo exento de polémicas. Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, afirmó que los manifestantes que asaltaron el Capitolio a principios de mes “estaban provocados por el Presidente y otras personas poderosas”. Además, sostuvo que la ceremonia de investidura de Biden será “segura y exitosa”.
Por otro lado, durante su última jornada en la Casa Blanca, la administración de Trump anunció, por primera vez desde junio de 2020, nuevas sanciones a individuos y embarcaciones que han ayudado a la petrolera estatal venezolana a comercializar millones de dólares en crudo. Específicamente, Washington congeló los activos de tres individuos y 14 entidades por ayudar a revender petróleo de origen venezolano. Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, dijo en un comunicado que “aquellos que facilitan los intentos del régimen ilegítimo de Maduro por eludir las sanciones de EE.UU. contribuyen a la corrupción que consume a Venezuela”.
Se esperaba que durante el día el Mandatario entregara entre 50 y 100 indultos y conmutaciones de pena a distintas personas procesadas a través de la ley federal. “Esto es algo común”, afirma Gerald Rosenberg, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Chicago. La polémica radicaba en si el gobernante indultaría a personas de su círculo cercano, lo que es permitido por la Constitución, o incluso si se autoindultaría, un acto presidencial sin precedentes que plantearía cuestiones legales y éticas.
Durante su última semana en el cargo, la Casa Blanca publicó una orden ejecutiva firmada por Trump para construir el “Jardín Nacional de Héroes Estadounidenses”, una promesa que el Mandatario había hecho en julio del año pasado.
Se planea que en este lugar se destaque a 244 figuras relevantes para la historia estadounidense, donde se incluirá a políticos, músicos, científicos, deportistas, presidentes, idealistas e inventores. Serán 192 hombres y 52 mujeres -casi cuatro hombres por cada mujer-, entre los que se considera a Kobe Bryant -basquetbolista fallecido en un accidente aéreo el año pasado-, el físico Albert Einstein, la filósofa Hannah Arendt, Walt Disney, la cantante Aretha Franklin, entre otros. La fecha límite para su construcción es el 4 de julio de 2026, cuando se cumplirían 250 años de la Declaración de Independencia de EE.UU. Aún no se sabe dónde se ubicará el recinto.
Lo que se viene este miércoles
Es tradición que el presidente que sale acompañe al entrante a la ceremonia de investidura en el Capitolio. Esto ha simbolizado durante años una transición pacífica del poder. También se acostumbra que el mandatario saliente tome un helicóptero desde el Capitolio hasta una base de la Fuerza Aérea ubicada a las afueras de Washington para marcar su salida de la Casa Blanca. Se espera que nada de esto ocurra este miércoles.
El 8 de enero, dos días después de la toma del Capitolio, Trump posteó -en uno de sus últimos tuits antes de que la plataforma diera de baja su cuenta- que “no iré a la toma de posesión el 20 de enero”. Con esto se transformará en el primer Presidente desde Andrew Johnson, en 1869, en negarse a asistir a la investidura de su sucesor.
Se espera que antes de la ceremonia Trump vuele a Florida, a residir en un lujoso complejo en Palm Beach. El Mandatario está a la espera de un segundo juicio político en el Senado y deja la Casa Blanca con un 34% de aprobación, según Gallup. Esta es la peor evaluación en sus cuatro años de gobierno, que en promedio marcó un 41% de aceptación.