El exvicepresidente Mike Pence presentó el lunes la documentación necesaria para hacer ingreso a la campaña a la presidencia en 2024 por el Partido Republicando, planteando un claro desafío a su antiguo jefe, Donald Trump, apenas dos años después de que su trabajo en la Casa Blanca terminara con una insurrección en el Capitolio de Estados Unidos y la huida de Pence para salvar su vida.
Pence lanzará su candidatura a la presidencia en 2024 en un acto en Des Moines, Iowa el miércoles, confirmó la prensa la semana pasada. Luego se dirigirá a New Hampshire y otros estados que poseen votación anticipada para presentar su mensaje a los votantes. También participará en un acto de CNN en Iowa con Dana Bash luego de su mitin oficial de lanzamiento el miércoles, que también coincide con su 64 cumpleaños.
El exvicepresidente se une así a una carrera con varios aspirantes republicanos, incluido el expresidente Donald Trump, el gobernador de Florida Ron DeSantis; la exembajadora ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, el senador Tim Scott, el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson y el empresario Vivek Ramaswamy. También se espera que el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, se una a la carrera el miércoles.
El político, según el portal The Hill, ingresa a la carrera con uno de los mayores reconocimientos en comparación a otros aspirantes republicanos, después de servir como vicepresidente en la administración Trump durante cuatro años. Anteriormente se desempeñó como congresista y gobernador de Indiana, y su equipo cree que su larga trayectoria conservadora resonará entre los votantes que se encuentran más enfocados en los temas contingentes.
En la misma línea, los asesores de Pence, indicó The New York Times, ven a Iowa como un estado geográficamente bueno para el tipo de conservadurismo que practicaba antes de la era Trump. Y están apostando a que quedan suficientes vestigios del viejo Partido Republicano para que su mensaje sea más atractivo, se espera que sus posturas conservadoras de línea dura sobre temas como el aborto podrían atraer a los votantes evangélicos.
Firme opositor al derecho al aborto, Pence apoya una prohibición nacional de este procedimiento y ha hecho campaña contra las políticas de afirmación de género en las escuelas. De hecho, dice con frecuencia que se considera “cristiano, conservador y republicano, en ese orden”. Ha argumentado que los cambios a la Seguridad Social y al Medicare, como el aumento de la edad para poder ser aptos a este programa, deben estar sobre la mesa para mantenerlos de manera solvente - a lo que tanto Trump como DeSantis se han opuesto, y criticó a DeSantis por su creciente enemistad con Disney. También ha dicho que Estados Unidos debería ofrecer más apoyo a Ucrania contra la agresión rusa, al tiempo que ha amonestado a los “apologistas de Putin” en el partido que no están dispuestos a enfrentarse al mandatario ruso.
En las encuestas nacionales de votantes republicanos, el exvicepresidente se encuentra consistentemente detrás de Trump y DeSantis y en algunos casos está detrás Haley, quien se unió a la carrera en febrero. Una encuesta de CNN publicada a fines de mayo reveló que Pence era la primera opción del 6% de los votantes primarios republicanos y de tendencia republicana, detrás de Trump, quien fue la primera opción del 53% de los votantes, y DeSantis fue la primera opción del 26%. La encuesta también encontró que el 54% de los encuestados dijo que apoya o consideraría apoyar a Pence.
Los expertos estiman qur los mayores desafíos de Pence como candidato probablemente serán si puede obtener suficiente apoyo entre los votantes de las primarias que a menudo parecen más obsesionados con la personalidad que con la política, y si puede lograr el apoyo del ala del partido que permanece leal a Trump.
Ascendió en las filas del Partido Republicano en Capitol Hill a principios de la década de 2000 y finalmente se convirtió en el tercer republicano de la Cámara de Representantes de 2009 a 2011. Fue elegido gobernador de Indiana en 2012.
Pence fue un firme partidario y defensor de Trump durante la segunda mitad de la campaña presidencial de 2016 como su compañero de fórmula. De hecho, fue el defensor más leal de Trump durante el tiempo que estuvieron juntos en el cargo. Según CNN, promocionó los éxitos del gobierno como los del presidente. Presidió el grupo de trabajo sobre coronavirus de la Casa Blanca, que coordinó la respuesta de la administración a la pandemia de covid-19 y sentó las bases para la distribución de vacunas poco después de que Trump y Pence dejaran el cargo.
Sin embargo Trump, dijo The New York Times, comenzó una campaña de presión sobre Pence para impedir que se certificara la victoria del Colegio Electoral de Joe Biden después de que Trump perdiera las elecciones de 2020. Pence se negó a utilizar su función ceremonial de supervisar la certificación en el Capitolio el 6 de enero de 2021 para promover los objetivos de Trump.
En abril, Pence testificó en la investigación del fiscal especial, la primera vez en la historia moderna que un vicepresidente se vio obligado a testificar sobre el presidente al que sirvió. Había ofrecido detalles sobre sus conversaciones con Trump antes y después del 6 de enero en su autobiografía, So Help Me God.
Pence dijo que lo que ha transmitido en entrevistas y en sus memorias es “la misma historia que contaría en ese escenario, y es la verdad”. Ha criticado a Trump en ocasiones mientras sopesaba una candidatura presidencial, incluso en un discurso de febrero de 2022 que mostró la brecha duradera entre los dos hombres.
“El presidente Trump estaba equivocado”, dijo Pence entonces. “No tenía derecho a anular la elección”.
Trump, por su parte, ha dicho que Pence “me decepcionó mucho” el día que se certificaron los votos electorales.