Elección estatal de Virginia: el termómetro político de Joe Biden tras nueve meses de mandato
Después de una caída sostenida en los índices de popularidad de la Casa Blanca, la contienda por la gobernación del estado que enfrenta hoy al demócrata Terry McAuliffe y al republicano Glenn Youngkin se transformó en una prueba crucial para el futuro del mandatario de Estados Unidos.
La atención de Estados Unidos está centrada hoy en la cita electoral que definirá al próximo gobernador del estado de Virginia. Las encuestas adelantan que la elección estatal será dividida, los principales candidatos, el demócrata Terry McAuliffe y el republicano Glenn Youngkin, están igualados y ambas fuerzas políticas se desplegaron en los últimos días para convencer a los indecisos. La importancia del resultado es que más allá de determinar a las autoridades locales se considera como un plebiscito de los primeros nueve meses del Presidente de Estados Unidos, Joe Biden. La caída sostenida en los índices de popularidad hacen difícil la tarea del mandatario, que intenta asegurar la victoria, ya que de lo contrario será la primera derrota estatal del partido oficialista en 12 años.
La última encuesta nacional publicada el domingo por la cadena de televisión NBC News revela que la mayoría de los estadounidenses actualmente desaprueba el desempeño laboral de Biden con un 54% y siete de cada 10 adultos encuestados -un 71%- señaló que EE.UU. “va en dirección equivocada”. El margen de respaldo al líder demócrata ha ido a la baja en los últimos meses, en abril su aprobación marcó un 53%, en agosto se instaló en un 49% y este mes en un 42%, siendo la cifra más baja desde su arribo a la Casa Blanca el pasado 20 de enero.
Según NBC, usando datos históricos de la encuestadora Gallup, el índice de aprobación alcanzado por Biden en el reciente sondeo -42%- es más bajo que el de cualquier otro mandatario moderno durante el primer año, con la excepción del expresidente Donald Trump (2017-2021), que promedió en sus primeros meses de gobierno un 37%.
La negativa a las políticas del jefe de Estado norteamericano crecieron desde abril y las críticas estarían centradas en el manejo del país en temas clave: la pandemia del Covid-19, los golpes a la economía por el alza del desempleo y la inflación, así como consecuencia de la “caótica” retirada del Ejército estadounidense desplegado en Afganistán ante los talibanes.
Antes de partir una apretada agenda en el exterior que llevó al mandatario demócrata a viajar a Roma este fin de semana para asistir a la cumbre del G20, donde aprovechó para reunirse con el Papa Francisco y llevar adelante otros encuentros bilaterales clave, como con el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su homólogo de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el estadounidense hizo una parada obligada durante la semana pasada a Virginia.
El test electoral
El jueves pasado, Joe Biden, de 78 años, fue el protagonista del acto de campaña de Terry McAuliffe, en Arlington. Es la segunda vez en ocho meses que el mandatario aparece en mítines y su presencia ha sido utilizada con cuidado en el partido debido a que el mandatario no está en su mejor momento de popularidad. “Desafortunadamente, el Presidente es hoy impopular”, señaló en un encuentro con electores el candidato demócrata a gobernador por Virginia, que busca reelegirse en el cargo tras su periodo entre 2014 y 2018.
“Me postulé contra Donald Trump, y Terry se postula contra un acólito de Donald Trump”, defendió el Presidente Biden, el jueves, de cara a las elecciones que fueron calificadas por la prensa local como la contienda “más competitiva” desde que Trump dejó el poder. Desde septiembre, alrededor de un millón de personas ha emitido su voto por adelantado en Virginia, mientras que los otros casi ocho millones de habitantes lo harán por correo o de manera presencial en los colegios electorales hoy.
La importancia de la votación en el estado vecino a Washington DC radica en que los resultados entregarían las primeras luces del impacto de un eventual retorno a la política estadounidense de Donald Trump, especialmente porque la carta republicana para gobernar Virginia, Glenn Youngkin, ganó las primarias del partido, mostrando una amistad con el expresidente y evocando un sentimiento conservador.
Según el diario El País, el dato que más preocupa estos días en la candidatura de McAuliffe es que desde 1969, Virginia solo ha elegido en una ocasión como gobernador a un miembro del partido que controlaba en ese momento la Casa Blanca, fue en 2013 y el candidato era el propio McAuliffe.
La cita electoral de hoy es también clave, porque es un año antes de las elecciones de medio término programadas para noviembre de 2022 y porque Virginia fue un territorio esencial para la victoria de Biden en las elecciones presidenciales de 2020. En este tenso escenario electoral, el Partido Demócrata hizo un llamado a los votantes para evitar el regreso del “extremismo” con Youngkin recordando los intentos republicanos por retroceder al acceso del aborto en Texas y Mississippi. En tanto, McAuliffe ha sido instalado por sus opositores como un “enemigo” de los conservadores para incrementar el control de los padres en las decisiones de los colegios después de una polémica por reclamos de una madre republicana sobre la lectura obligada de una novela sobre exesclavos afroamericanos.
Sin embargo, en la recta final ambos competidores -McAuliffe y Youngkin- han intentado tomar distancia de las figuras de Biden y Trump. Según CNN, el candidato demócrata afirmó el sábado que las elecciones en Virginia “no se tratan de Trump”, cambiando el foco de su campaña, y ese mismo día, la carta republicana señaló que “no iba a participar” en un acto online que el expresidente organizaría para la jornada de ayer.
El termómetro de Virginia entregará información importante. Si se da una victoria demócrata, Biden y las bases del partido tendrán un respiro dando una reafirmación a la agencia presidencial. En cambio, si ganan los republicanos en el estado que pierden consecutivamente desde hace 12 años, recibirán el esperado espaldarazo para intentar ganar escaños para los comicios en el Legislativo del próximo año y posicionar a un candidato para las presidenciales de 2024.
Aunque los resultados en Virginia no son los únicos que concentran la atención, la otra elección para gobernador realizadas fuera del año será en Nueva Jersey, donde el actual gobernador demócrata, Phil Murphy, defenderá su cargo frente al republicano Jack Ciattarelli. Si logra la reelección será el primero de su partido desde 1977.
De acuerdo al diario Los Angeles Times, las pérdidas electorales para Biden -que durante la jornada de ayer llegó a Glasgow para asistir a la COP26- pueden ser mayores como resultado de las promesas que hizo y no ha podido cumplir. A sus iniciativas de infraestructura y recuperación económicas que para muchos quedaron al debe y están en el Congreso, el mandatario no ha podido sacar adelante proyectos estrella, como dos años de universidad gratis para alumnos de colegios comunitarios o atención dental, auditiva y de visión en el Medicare.
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