Elon Musk reaccionó duramente ante la decisión de empresas anunciantes que se retiraron de su red social X (antes Twitter), luego que publicaciones en la plataforma fueron calificadas de difundir contenidos “antisemitas” y “supremacismo blanco”.
“Vayánse a la mier...”, dijo el multimillonario dueño también de Tesla y SpaceX en una entrevista para la Cumbre DealBook de The New York Times, afirmando que estas firmas que liquidaron los contratos publicitarios “lo están chantajeando”.
Varios analistas de comunicación empresarial dijeron que no recordaban un caso similar de un directivo que insultara públicamente a sus clientes. El trabajo de un presidente ejecutivo es hacer tratos, no quemar puentes, señalaron.
El CEO de Disney, Bob Iger, quien habló sobre la decisión de la compañía de retirar los anuncios en la red social X, dijo que “sabemos que Elon es más grande que la vida en muchos aspectos, y que su nombre está muy ligado a las empresas que fundó o que posee, ya sea Tesla o SpaceX o ahora X”. “Al asumir la posición que asumió de manera bastante pública, sentimos que la asociación con esa posición, Elon Musk y X no era necesariamente positiva para nosotros”, sentenció.
Pero el conflicto no sólo se centralizó en la decisión de retirar publicidad en la plataforma, sino también a un informe de la organización sin fines de lucro Media Matters que mostró que sus anuncios se colocaban junto a contenido supremacista blanco y antisemita. Musk respondió con una demanda contra los autores del informe.
Según investigaciones de New York Times, la red social X podría perder unos US$ 75 millones ante el éxodo de anunciantes, pero la firma de Musk sostuvo que sólo estaban en riesgo 11 millones de dólares.
Pero las reacciones al hecho provocado por Musk no cesan en EE.UU. “Es atacar abiertamente a tu cliente. Esa es más la ofensa que el lenguaje en sí”, dijo Andy Challenger, vicepresidente senior de la empresa de recolocación y coaching ejecutivo Challenger Gray & Christmas.
Especialistas que han estudiado las palabras malsonantes afirman que pueden aliviar el estrés, estrechar lazos o crear una sensación de urgencia. Pero las palabras soeces también pueden transmitir una falta de respeto, de capacidad de liderazgo o de control, según un trabajo de 2017 cuyos autores incluyen a Yehuda Baruch, profesor de negocios de la Universidad de Southampton.
El arrebato de Musk fue del tipo negativo, dijo Baruch en una entrevista. Su insulto fue “sin duda un indicador de pérdida de temperamento y pérdida de control. No muestra un alivio del estrés. Alguien de su nivel no debería usar la palabrota para descargar su ira”, comentó.