La embajada de Estados Unidos en China emitió este miércoles una alerta sanitaria después que uno de sus empleados fuera víctima de una lesión cerebral, un caso que recuerda a los misteriosos problemas auditivos que sufrieron diplomáticos estadounidenses en Cuba.
Las autoridades estadounidenses y chinas investigan el caso de esta persona, que trabajaba en la metrópolis de Cantón (sur), y que sufre un traumatismo craneoencefálico leve (TCE), según Jinnie Lee, portavoz de la embajada.
La alerta sanitaria fue enviada por correo electrónico a los ciudadanos estadounidenses residentes en China. La embajada asegura desconocer la causa de esos síntomas, y si hay otros casos parecidos de ciudadanos suyos en el país asiático.
Estados Unidos anunció el año pasado que 24 diplomáticos y familiares en Cuba sufrieron unos misteriosos "ataques acústicos" que provocaron pérdidas de audición, problemas cognitivos e insomnio. Canadá también informó de 10 casos similares.
"No podemos por el momento relacionar (este incidente en China) con lo que pasó en La Habana, pero estudiamos todas las posibilidades", declaró en Beijing un responsable de la embajada estadounidense bajo anonimato.
El empleado afectado "informó recientemente de sensaciones de ruido difusos, sutiles, pero anormales" puede leerse en la alerta sanitaria.
"El gobierno estadounidense toma muy en serio esta advertencia e informó a su personal diplomático destacado en China de este incidente" escribió en el mensaje.
El empleado sufrió "ciertos síntomas físicos" entre finales de 2017 y abril de 2018, indicó Jinnie Lee, portavoz de la embajada. Al volver a Estados Unidos fue diagnosticado el 18 de mayo el TCE.
"El Departamento (de Estado) toma este incidente muy en serio y busca determinar las causas y los efectos del incidente", precisó Lee. "El gobierno chino nos aseguró igualmente que investigaría y que tomaría las medidas adecuadas", añadió.
En el caso de Cuba, Washington denunció inicialmente ataques acústicos. Pero algunos medios de comunicación aseguraron posteriormente que el FBI no pudo establecer con claridad la causa de esos males.
Responsables del Departamento de Estado insistieron sin embargo en el hecho en que todas las pistas apuntaban a un ataque.
Estados Unidos considera que las autoridades cubanas son responsables, porque no pudieron garantizar la seguridad de los diplomáticos. La Habana desmiente cualquier implicación.