La diplomática Vera Baboun lleva casi tres meses viviendo en Santiago. Llegó al país el 15 de diciembre pasado, convirtiéndose en la primera embajadora política, y no de carrera, de Palestina en Chile. Baboun, de 59 años, inició su carrera política en 2012, cuando fue elegida la primera mujer alcaldesa de la ciudad de Belén, cargo en el que estuvo cinco años, y posteriormente se desempeñó como miembro del Consejo Nacional Palestino.

“Tenemos la mayor comunidad palestina fuera del mundo árabe. Incluso, la mayoría de los palestinos en Chile son de mi distrito de Belén. Recuerdo muy bien durante mi cargo como alcaldesa, cuando decidimos -junto con el concejo y los alcaldes de las otras dos ciudades, Beit Jala, Beit Sahour y Belén- llevar a cabo nuestra primera convención de la diáspora en Belén, lo que significaba tener una para asegurar la participación de la diáspora en esa convención. Necesitábamos tender un puente entre nuestra comunidad en la diáspora, principalmente en América Latina, no sólo en Chile, sino también en otros países, como El Salvador, Honduras y Colombia. Así que mi pasión continuó e influyó en mi elección como embajadora en Chile por parte del Presidente de Palestina”, dijo Baboun en entrevista con La Tercera.

La embajadora destacó a la comunidad palestina en el país. En ese sentido, señaló que viajará este mes a Concepción, ciudad que posee una comunidad importante, además de Santiago. “Como ustedes saben. Está el Club Palestino, el club deportivo y tenemos una comunidad muy activa. De hecho, asisto a misa todos los domingos y me encuentro con ellos, me invitan. Como diplomática tengo mucho interés por fortalecer las relaciones bilaterales entre nuestro gobierno y el de Chile, las que contemplan una serie de acuerdos. Y definitivamente también con nuestra diáspora y nuestra comunidad”, señaló.

La embajadora palestina en Chile, Vera Baboun, durante la entrevista con La Tercera. Foto: Juan Farías

Al ser consultada por la decisión del Presidente Gabriel Boric de la apertura de una embajada chilena en Ramala, la diplomática señaló que “espera que la elevación del estatus de la representación de Chile se convierta en realidad, que se convierta en embajada”. “Este es un paso altamente político y altamente necesario para nosotros como palestinos y es un mensaje para los israelíes de que los palestinos no están solos. Y llamo a otros países en América Latina a que tomen ese paso colectivamente y que el Presidente de Chile dé ese paso tan pronto como sea posible, porque es un paso de reconocimiento de vida y de derechos”, indicó.

De profesora a alcaldesa

Antes de entrar en política, Baboun -que cuenta con un máster en literatura afroamericana- enseñaba literatura inglesa en la Universidad de Belén. “Como el resto de la nación, las mujeres palestinas viven una realidad muy desafiante, viven la ocupación y están bajo la ocupación. Y eso supone un enorme reto político para las mujeres. Como en mi propia vida, ya que durante la primera Intifada tenía 25 años y era madre de tres hijos. Mi marido estuvo detenido, porque era políticamente activo, y lo condenaron a tres años en un centro de detención israelí. Así que me encontré como único sostén de mi familia y tuve que empezar a ver la vida desde otro prisma, descubrí de repente que estoy sola y al frente de mi vida y que no soy la única. Esta es la naturaleza de la vida de las mujeres palestinas, que asumen la responsabilidad y asumen el liderazgo”, afirmó.

“El reto es que debido a la naturaleza de la vida que he vivido, desde el primer momento en que me encontré al frente de mi familia, continué mi educación, empecé a dar clases en la Universidad de Belén, conseguí potenciar mi voz y mi capacidad de liderazgo, y eso potenció mi decisión de presentarme a las elecciones junto con mi partido (Fatah), que me seleccionó para encabezar el bloque para la carrera electoral en 2012″, añadió.

La embajadora es una bletemita, nacida y criada en la ciudad, donde la tradición dice que nació Jesús. Al ser consultada por la creciente disminución de los cristianos en su distrito, señala que en Palestina no superan los 60.000. Los palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza llegan a alcanzar los 6,5 millones, y los cristianos son sólo de 60.000 a 70.000. A su juicio, la razón de esta disminución es la “inestabilidad política, la ocupación continua, incluso antes de 1967, muchos de nuestra comunidad cristiana se fueron de Belén, por ejemplo, y vinieron aquí también debido a la inestabilidad política”.

“En 1948, 1967, la primera Intifada (1987-1993) y la segunda Intifada (2000-2006), vimos cómo un mayor número de cristianos se marchaban y también los musulmanes. Pero como éramos menos en número, éramos más reconocidos. Y la migración da lugar a otra migración, la de los familiares. Para mí las personas buscan su seguridad, una vida asegurada”, sostuvo.

Vista general de la Iglesia de la Natividad en Belén. Foto: Reuters

“Hoy, si visitas Palestina, ves que los territorios palestinos -incluidos Cisjordania y Gaza- están amurallados. Hay un muro que encierra a la gente o es una prisión abierta donde no puedes moverte libremente. Si quieres entrar en Jerusalén, necesitas un permiso. Si necesitas moverte de una ciudad a otra dentro del territorio palestino, hay puestos de control por todas partes. Como comunidad palestina, creemos en el poder de las familias, y así es como protegemos a nuestros hijos. Así que imaginemos que algunas familias deciden marcharse por preocupación por sus hijos. La ocupación es un factor muy importante en la emigración”, explicó Baboun.

Redadas en Yenín

La embajadora también se refirió a una reciente serie de redadas del Ejército israelí en el campamento de Yenín que se han saldado con la muerte de varios palestinos. La última ocurrió el martes pasado, en la que seis palestinos fallecieron. Según Baboun, “estamos frente a una ecuación de acción y reacción. Entre dos realidades. Una nación ocupada y un Estado ocupante. Totalmente desiguales en sus perspectivas. En sus capacidades. En la viabilidad para actuar. ¿Qué está pasando? El 13 de febrero, Israel tomó la decisión de legalizar nueve colonias. Nueve puestos de asentamiento en Cisjordania. Los palestinos somos una realidad en esa parte del mundo. Y parece que a Israel le gusta negar esta realidad. Siguen construyendo asentamientos en Cisjordania”.

“Para tener un Estado, se necesitan dos factores. Necesitas una tierra y necesitas demografía. Trabajan para poner fin a la perspectiva de un Estado palestino. Cuando construyan en esa tierra, controlarán todos los recursos o la viabilidad para nuestro desarrollo como nación. Como alcalde de Belén, por ejemplo, sabes que en Oslo (1993) se llegó a un acuerdo por el que se dividía Cisjordania en las zonas A, B y C, y la zona C, que es el 70%, quedó bajo la jurisdicción administrativa y de seguridad de Israel. El acuerdo era que cuando retrocedieran de C pasaría a ser B y así. Desgraciadamente, hoy C sigue siendo C, pero no sólo eso, sino que se llenó de asentamientos. Hoy tenemos 900.000 colonos en la zona C y en Jerusalén Este construyendo puestos por toda la zona”, dijo.

A juicio de la embajadora palestina, “Cisjordania se convirtió en células desconectadas. Y esto afectará a nuestra realidad existencial ahora y en el futuro. Como alcaldesa, por ejemplo, necesitábamos servicios para nuestros ciudadanos, como la gestión de residuos, vertederos, agua y aguas residuales. No se puede construir dentro de las zonas A y B, hay que hacerlo en la zona C y hay que pedir permiso sólo a los israelíes”. “Y es un proceso realmente difícil. Lo más peligroso es que en los asentamientos viven colonos y ellos están hoy tan cerca de nosotros que pueden acceder a nosotros y están armados. Hoy vemos dos fuerzas portando armas, el Ejército y los colonos. Pero el Ejército tiene una jurisdicción, pero los colonos no. Y este es nuestro nuevo desafío, en Huwara (en Nablus), por ejemplo, la interacción entre los colonos es una amenaza para nuestros jóvenes”, explicó.

“Mientras no se construya la paz, la seguridad no está asegurada. Como palestinos necesitamos seguridad, incluso más que los mismos israelíes. La seguridad es indispensable, no solo para los israelíes. Nosotros necesitamos seguridad también. Este es un llamado para los israelíes, para la comunidad internacional, ellos no pueden ignorar que somos una nación que aún vive bajo ocupación”, concluyó.