Empeora crisis de población en China: en 2021 registró tasa de natalidad más baja de su historia

Personal médico que cuida a un bebé recién nacido en la sala de pediatría de un hospital en Fuyang, en la provincia oriental china de Anhui, el 25 de abril de 2021. Foto: AFP

El año pasado nacieron unos 10,6 millones de niños, un 12% menos de los 12 millones estimados de 2020. El declive en las tasas de natalidad podría socavar los planes del gobierno de desarrollar un crecimiento económico autosuficiente basado en el gasto del consumidor, en lugar de en las exportaciones y la inversión.


Las cifras confirman que China está enfrentando un fenómeno de población en declive. La tasa de natalidad en el país más poblado del mundo cayó a 7,52 nacimientos por cada 1.000 personas, revelaron ayer datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), por debajo de los 8,52 por 1.000 en 2020. Se trata del índice más bajo desde que comenzaron los registros comparativos en 1978. También, es el menor nivel desde la fundación de la China comunista en 1949.

El año pasado nacieron unos 10,6 millones de niños, un 12% menos de los 12 millones estimados de 2020, según la ONE. La población total se mantuvo en 1.413 millones a finales de 2021, un aumento de 480.000 personas respecto al año anterior, de acuerdo con el reporte. Este fue el quinto año de descenso de la tasa de natalidad de China.

Beijing se enfrenta a una posible crisis demográfica en medio del envejecimiento de su población, la desaceleración económica y el crecimiento poblacional más bajo en décadas. El declive en las tasas de natalidad podría socavar los planes del Partido Comunista en el gobierno de desarrollar tecnología y un crecimiento económico autosuficiente basado en el gasto del consumidor, en lugar de en las exportaciones y la inversión.

Un anciano juega con niños cerca de un edificio de oficinas comerciales en Beijing, el 10 de mayo de 2021. Foto: AP

Las cifras han provocado advertencias en China, donde la producción económica por persona, inferior a la media global, podría enfrentar una “bomba demográfica” y verse con trabajadores insuficientes para respaldar a un creciente número de ancianos, según The Associated Press.

El porcentaje de personas entre 16 y 59 años, el criterio oficial de población en edad de trabajar, cayó a 882,2 millones, o 62,5% del total, respecto al 63,3% reportado en el censo de 2020. Hace una década era el 70,1%. Los demógrafos señalan que el porcentaje de población en edad de trabajar podría caer a la mitad para 2050.

Las autoridades impusieron límites a la natalidad desde 1980 para frenar el crecimiento de la población y conservar recursos. Pero los líderes comunistas empezaron a preocuparse cuando la población en edad de trabajar tocó techo en 925 millones en 2011 y empezó a reducirse más rápido de lo previsto.

A pesar de que el gobierno alivió en 2015 la política de un solo hijo por familia, permitiendo a las parejas tener dos niños o niñas, ese cambio no ha generado un boom en la natalidad. Según The Associated Press, las parejas se ven desanimadas por el alto costo de la crianza, viviendas pequeñas y discriminación laboral contra las madres.

Un niño abre un paraguas cerca de un anuncio de un restaurante en Beijing, el 31 de mayo de 2021. Foto: AP

En 2021, las autoridades extendieron la política para permitir a las parejas tener tres hijos o hijas. Con todo, la tasa de crecimiento poblacional natural cayó a 0,34 por 1.000 personas, desde la cifra anterior de 1,45 por 1.000.

Veloz envejecimiento poblacional

El año pasado había 267 millones de personas de 60 años o más, un 18,9% del total, por encima de los 264 millones, o 18,7% de 2020.

“El reto demográfico es muy conocido, pero la velocidad del envejecimiento poblacional es mayor a lo esperado”, asegura Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Management. Según el analista, estos datos “perturbadores” pueden mostrar que la población total de China ha alcanzado su punto máximo.

Para hacer frente a este desafío, el gobierno ha establecido medidas como incentivos económicos y también la prolongación del posnatal. Para facilitar los matrimonios, los funcionarios locales han organizado eventos de emparejamiento y han desalentado el uso de dotes, que es el patrimonio que la futura esposa o su familia entregan al novio.

Niños juegan afuera de un café en Beijing, el 11 de mayo de 2021. Foto: AFP

Los esfuerzos por promover el matrimonio no han tenido resultados significativos. Los registros de matrimonios en China, después de un fuerte retroceso en 2020, continuaron cayendo durante los primeros nueve meses del año pasado, según mostraron los últimos datos oficiales.

Cada día, más mujeres jóvenes hacen del desarrollo profesional una prioridad más alta que formar una familia, alejándose de los valores promocionados por el gobierno y las generaciones mayores.

Residentes llevan a sus hijos a jugar en un recinto cerca de un edificio de oficinas comerciales en Beijing, el 10 de mayo de 2021. Foto: AP

El desequilibrio de género también ha sido un factor en este problema. La antigua política de un solo hijo ha provocado un desbalance entre hombres y mujeres, siendo estas últimas superadas por 17 millones de individuos, de acuerdo con los datos del censo.

Los investigadores y funcionarios señalan factores subyacentes, como la disminución de mujeres en edad fértil, que sugieren que los bajos nacimientos se han convertido en una nueva normalidad.

La tasa de fertilidad de China cayó por debajo de los niveles de reemplazo a principios de la década de 1990 y en 2020 llegó a 1,3, incluso por debajo del 1,34 de Japón. La tasa de Japón, una de las más bajas del mundo, comenzó a recuperarse con el apoyo del gobierno después de caer a un mínimo histórico de 1,26 en 2005, aunque en los últimos años ha vuelto a retroceder.

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