Un empleado bancario armado con un rifle mató a tiros a cinco compañeros de trabajo e hirió a otras nueve personas en su lugar de trabajo este lunes, a la vez que retransmitía en directo el ataque en el centro de Louisville, Kentucky, informaron las autoridades municipales.
El atacante recibió un disparo mortal en el lugar de los hechos, informó el Departamento de Policía Metropolitana de Louisville, pero no aclararon si fue por disparos de la policía o por una herida autoinfligida.
El departamento identificó al autor de los disparos como Connor Sturgeon, de 23 años, que se incorporó a la sucursal del Old National Bank en el centro de la ciudad como empleado a tiempo completo el año pasado.
En el último de una larga serie de tiroteos masivos en Estados Unidos, la policía dijo que respondió en cuestión de minutos a los reportes de un atacante hacia las 12.30 GMT en la oficina bancaria cercana al estadio de béisbol Slugger Field.
Los agentes dispararon frente el atacante, que iba armado con un rifle, explicó a la prensa la jefa de policía Jacquelyn Gwinn-Villaroel. El atacante retransmitió en directo un video de del tiroteo a través de internet, añadió.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, al borde de las lágrimas, dijo durante una rueda de prensa que conocía a algunas de las víctimas, entre ellas a Thomas Elliot, de 63 años, vicepresidente senior del banco.
“Me enseñó cómo ayudar a construir mi carrera de derecho, me ayudó a convertirme en gobernador, me dio consejos para ser un buen padre”, dijo Beshear. “Una de las personas con las que más hablaba en el mundo”
Las nueve personas heridas en el ataque fueron atendidas en el hospital de la Universidad de Louisville, dijo un portavoz del hospital, entre ellas dos agentes de policía.
Tres de las víctimas se encontraban en estado crítico, entre ellas un agente de 26 años y recién graduado en la academia de policía, que recibió un impacto en la cabeza y fue sometido a una operación cerebral, según la policía.
Los tiroteos masivos se han convertido en algo habitual en Estados Unidos. En lo que va de año, el país ha sufrido 146 ataques de este tipo -con cuatro o más heridos o muertos, sin incluir al tirador-, según la organización sin ánimo de lucro Gun Violence Archive.