Los legisladores del partido del Presidente electo de Perú, Pedro Castillo, juraron este viernes al asumir sus cargos que buscarán reescribir la Constitución, una señal de que el plan de inyectarle al Estado un rol más activo en la economía tendrá una dura batalla en la próxima gestión del fragmentado Congreso.

El plan de reformar la Constitución fue una de las promesas del mandatario izquierdista durante la campaña electoral, un objetivo que ha reiterado tras ganar a la derechista Keiko Fujimori, pero que no ha sido bien recibido por partidos opositores.

La mayoría de los 37 miembros del partido Perú Libre prometieron con la mano alzada que impulsarán la formación de una asamblea constituyente para que se reemplace la Constitución que se redactó en 1993 en el gobierno del presidente Alberto Fujimori, quien disolvió el Congreso y asumió amplios poderes.

La intención de Castillo de reescribir la Constitución alarmó a la élite política y empresarial que teme un viraje hacia la izquierda para cambiar la actual senda económica de libre mercado; y que se impongan nuevos impuestos a la clave industria minera para financiar gastos en salud y educación.

En el Congreso de 130 legisladores ningún partido de los 10 representados tiene la fuerza suficiente para impulsar en solitario una reforma constitucional. Los 24 escaños de Fuerza Popular, el partido de Keiko Fujimori que perdió la presidencia y que tiene la segunda minoría congresal, juraron defender la actual Carta Magna.

“Por el Dios que nos enseña a amar al prójimo, por la segunda independencia, la patria socialista y la Asamblea Constituyente”, dijo Guillermo Bermejo, miembro del oficialista Perú Libre en el Congreso unicameral, al prestar juramento.

El Presidente electo, Pedro Castillo si bien afirmó que respetará la institucionalidad y la actual Constitución, el mandatario electo manifestó que será “el pueblo el que determinará” si habrá un cambio de la Constitución.