Este domingo se aprobó en París un referéndum impulsado por la alcaldesa, Anne Hidalgo, para aumentar las tarifas de estacionamiento a los vehículos “individuales pesados, voluminosos y contaminantes” a fin de que la ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos de este año sea más ecológica y respetuosa con los peatones y los ciclistas.
Con una baja participación, un 54% de los votos emitidos en la consulta apoyaron la medida para triplicar las tarifas de estacionamiento para los conductores de los autos todoterreno urbanos conocidos como SUV -acusados de ser muy contaminantes- de fuera de la ciudad, mientras que un 45,5% la rechazó.
Algo más de 78.000 personas de las 1,3 millones convocadas, es decir el 5,7%, acudieron a la consulta decidida por el municipio, en los 39 colegios electorales capitalinos, según los resultados oficiales entregados por el diario Le Monde.
La medida es en contra de los SUV, el acrónimo en inglés de “Sport Utility Vehicle”, que combinan las características de un automóvil de pasajeros con las de un 4x4. El costo de estacionar un todoterreno para los no residentes en los distritos centrales de París ascendería a 18 euros por hora durante las dos primeras horas, frente a los 6 euros por hora para los vehículos pequeños.
A partir de ahora, el estacionamiento será cada vez más punitivo: estacionar por seis horas con un todoterreno (suficiente, por ejemplo, para ver un espectáculo y un restaurante) costaría 225 euros, frente a los 75 euros de los vehículos más pequeños, señala The Associated Press.
Así, la consulta pretende disuadir a los automóviles “voluminosos y contaminantes”, según dijo el municipio. En el referéndum votaron los parisinos inscritos en las listas electorales y la pregunta que se les hizo fue: “¿A favor o en contra de la creación de una tarifa específica para el estacionamiento de automóviles individuales pesados, voluminosos y contaminantes?”.
Previo a la consulta, Hidalgo argumentó en varias publicaciones en redes sociales para promover el voto que los SUV ocupaban demasiado espacio en las estrechas calles parisinas y que son demasiado contaminantes. “Amenazan nuestra salud y nuestro planeta y causan más accidentes de tráfico que los automóviles más pequeños. Cuánto más grande, más contaminante”, señaló, remitiendo a estudios según los cuales más de la mitad de los habitantes de París respiran aire contaminado.
Tras conocerse los resultados de la consulta, la alcaldesa del Partido Socialista celebró la “clara elección de los parisinos” a favor de una medida “buena para la salud y buena para el planeta”.
La ONG suiza World Wide Fund for Nature (WWF) ha considerado los SUV como una “aberración” para el calentamiento global porque son “200 kilos más pesados, 25 cm más largos, 10 cm más anchos” que un automóvil estándar. Además requieren más materiales para su fabricación, consumen un 15% de combustible y emiten un 20% más de CO2. En 2021, WWF ya había arremetido contra los SUV, cuando advirtió que éstos estaban aplastando el mercado publicitario, representando un promedio de 3 horas y 50 minutos de publicidad televisiva por día en 2019, y 18 páginas de medios impresos.
Las asociaciones de conductores de automóviles han criticado la iniciativa del municipio parisino y aseguran que es una “denominación de marketing” que “no significa nada”, según Yves Carra, portavoz del Club de Movilidad de Francia. El grupo de presión de los automovilistas “40 millones de automovilistas” lanzó una petición para apoyar la libertad de los conductores de utilizar el vehículo que quieran, reportó la radio francesa RTL.
“Debemos oponernos firmemente a estos ataques a la libertad perseguidos con falsos pretextos verdes”, afirmó el grupo. “Si no la detenemos ahora, esta rebelión injustificada liderada por una minoría ultraurbana y antiautomóvil se extenderá como gangrena a otras ciudades”. También se mostraron en contra de la iniciativa la oposición conservadora del municipio y el ministro francés de Transición Ecológica, Christophe Béchu, que dijo a RTL que ésta era “una forma de ecología punitiva”.
La iniciativa de aumentar tarifas para vehículos pesados estaba considerada desde junio del año pasado, cuando el municipio votó a favor de la “tarificación progresiva del estacionamiento en función de la duración, la motorización, el tamaño y el peso de los coches”. La moción fue propuesta inicialmente por el partido de Los Verdes, y el concejal de París, Frédéric Badina-Serpette, aclaró que el objetivo era “centrarse en un absurdo: la auto-besidad... el crecimiento inexorable del peso y del tamaño de los vehículos que circulan en nuestras ciudades, y particularmente en París”, según informó en julio The Local France.
Hidalgo, cuya ciudad acogerá este verano boreal los Juegos Olímpicos de 2024, es conocida en el país por sus credenciales medioambientales en el ayuntamiento. Desde que asumió como alcaldesa en 2014, ha reinventado la ciudad como una metrópolis verde, con medidas enérgicas contra el uso de automóviles en el centro de la ciudad. Bajo su gobierno socialista, las calles de París se han transformado con 84 km de carriles para bicicletas creados desde 2020 y un aumento del 71% en el uso de bicicletas entre el fin de los confinamientos por el Covid-19 y 2023, según el municipio.
La alcaldesa socialista ha dividido las carreteras para que quepan más carriles para bicicletas y árboles y ha abierto los recorridos a lo largo de las orillas del río Sena a peatones y ciclistas. La interrupción del tráfico ha sido considerable, lo que según los críticos no ayuda al problema de la contaminación. “El cambio es difícil”, dijo Hidalgo a The New York Times en 2019, en alusión a la gran cantidad de opositores -sobre todo taxistas- que ha obtenido tras implementar las medidas ecologistas.
En abril de 2023, en París ya se había aprobado un referéndum para prohibir los scooters de arriendo con paradas libres, pero la participación fue baja, con solo el 7% de votantes. En mayo del año pasado, la ciudad de Lyon también implementó una política de tarifas de estacionamiento basadas en el peso de los vehículos, que entró en vigencia el mes pasado. Ciudades como Grenoble y el distrito de Rosemont-La Petite-Patrie en Montreal, Canadá; planean implementar planes similares, reportó The Local France.