Al menos diez personas han muerto y diez más han resultado heridas en un tiroteo ocurrido al término de las celebraciones del Año Nuevo chino en un salón de baile de la ciudad de Monterey Park, al este de Los Ángeles, según ha confirmado la Oficina del Sheriff del Condado de Los Ángeles.

Los heridos fueron trasladados a centros sanitarios con diferentes pronósticos, de estable a crítico, según Andrew Meyer, portavoz de la Oficina del Sheriff, citado por la filial de la cadena CBS, KCAL News.

El incidente comenzó aproximadamente una hora después de la conclusión del festejo, en torno a las 22.30 hora local, cuando la mayoría de los decenas de miles de asistentes ya se habían marchado, según testigos citados por el medio angelino.

De hecho, algunos testigos han relatado que creyeron que los disparos eran fuegos artificiales, por lo que en un primer momento no les dieron mayor importancia.

“Cuando llegaron los agentes vieron a muchos individuos que salían del local gritando. Los agentes entraron y encontraron a varias víctimas más”, ha explicado Meyer. Los bomberos confirmaron entonces diez víctimas mortales.

El también portavoz de la oficina del Condado del Sheriff de Los Ángeles, Robert Luna, ha comparecido en rueda de prensa para informar de que las autoridades han identificado al hombre responsable del tiroteo masivo como un hombre de origen asiático, Huu Can Tran, de 72 años.

Después de una primera rueda de prensa de Luna, la Policía ha localizado una furgoneta blanca, en la que se han podido ver al menos dos agujeros de bala en la ventana del conductor, mientras que éste parecía estar desplomado sobre el volante.

Múltiples fuentes policiales han indicado que el conductor del vehículo había muerto de una herida de bala autoinfligida, a pesar de que las autoridades desconocen por el momento el motivo del suceso. “La investigación continúa: queremos saber cómo puede suceder algo tan horrible”, ha indicado Luna.

Dentro del vehículo, encontraron una pistola y placas robadas, pruebas que vinculan al sospechoso con los lugares en los que habría atacado, ya que, después de disparar en un salón de baile en Monterey Park, el atacante entró en otro salón de baile en el barrio de Alhambra.

Seoung Won Choi, propietario de un restaurante de parrillas de marisco situado junto al lugar del primer incidente, ha relatado al ‘Los Ángeles Times’ que tres personas irrumpieron en el local y le pidieron cerrar la puerta. Relataron entonces que había un individuo con una ametralladora que además llevaba varios cargadores para poder seguir disparando. El atacante al parecer disparaba indiscriminadamente.

Monterey Park es una ciudad de unos 60.000 habitantes cuya población es mayoritariamente de origen asiático (67 por ciento) y latino (27 por ciento). Este domingo había programados más actos relacionados con el año nuevo chino, pero han sido cancelados “por precaución y por respeto a las víctimas”, ha explicado el jefe de la Policía de Monterey Park, Scott Wiese.

“ESTA VIOLENCIA DEBE TERMINAR”

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado que “como muestra de respeto a las víctimas” de Monterey Park ha ordenado que la bandera del país ondee a media asta en la Casa Blanca, así como en el resto de edificios públicos hasta el jueves.

El presidente y la primera dama estadounidenses, Jill Biden, han trasladado sus condolencias a las víctimas del tiroteo, que han tachado de “sin sentido”.

“Si bien todavía hay mucho que no sabemos sobre el motivo de este ataque sin sentido, sabemos que muchas familias están de duelo esta noche o rezan para que su ser querido se recupere de sus heridas”, reza un comunicado de la Casa Blanca.

Biden, que ha lamentado el impacto de este ataque en la comunidad de asiáticos estadounidenses y nativos hawaianos, ha prometido el apoyo a la comunidad de Monterey Park, sosteniendo que ha ordenado al asesor de Seguridad Nacional que movilice apoyo federal a las autoridades locales mientras se investiga el suceso.

Mientras, la vicepresidenta del país, Kamala Harris, ha declarado --antes de pronunciar un discurso sobre el derecho al aborto en Florida-- que “esta violencia debe terminar”.

“Otra comunidad más ha sido destrozada por la violencia armada sin sentido. Todos nosotros en esta sala y en nuestro país entendemos que esta violencia debe cesar”, ha expresado la exsenadora por California.